Ciencia

Alexander Varshavsky

"Matar la innovación es fácil, lo difícil es resucitarla"

25 mayo, 2012 02:00

Vashavsky en su laboratorio del Instituto Tecnológico de California.

Hace frente a las enfermedades con sus estudios sobre las proteínas ubiquitinas, trabajos a los que lleva dedicado tres décadas. La farmacología y los ensayos clínicos respaldan los resultados del bioquímico estadounidense, de origen ruso, Alexander Varshavsky, que el próximo 21 de junio recibirá el Premio Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento en la categoría de Biomedicina.

En estos momentos, numerosas universidades y empresas farmacéuticas se encuentran trabajando en torno a las aplicaciones terapéuticas que pueden desarrollarse a partir de los hallazgos de Alexander Varshavsky (Moscú, 1946), la mayoría de los cuales se han realizado en el Instituto Tecnológico de California (Caltech).

Sus estudios sobre las proteínas denominadas ubiquitinas han servido para abrir importantes líneas de investigación en enfermedades como el cáncer, las inmunológicas o las neurodegenerativas. "Para que ese conocimiento nos conduzca a cambios decisivos en la práctica de la medicina -señala el bioquímico- aún hay que recorrer un camino largo y complejo, sobre todo a través del desarrollo y el uso de medicamentos específicos. Es un trabajo que está en marcha en todo el mundo. Espero que en la próxima década empecemos a ver los frutos". Gracias a la contribución de Varshavsky se entiende mejor este campo de la biología fundamental, y de ahí le llega ahora el reconocimiento de la Fundación BBVA.

-Terapias y nuevos medicamentos. ¿Ésos son en estos momentos los grandes retos?
-Sí, muchos laboratorios están investigando y desarrollando nuevos medicamentos que aumenten e inhiban ciertos aspectos del sistema de la ubiquitina. A algunos de estos medicamentos ya se les está dando un uso clínico, y hay muchos más en proyecto.

-¿Necesitan mucho tiempo estos avances científicos para llegar a la clínica?
-Demasiado. A veces un medicamento concreto tarda diez o quince años. Las razones son muchas y en algunos casos es difícil reducir los plazos. Por ejemplo, los ensayos clínicos son esenciales, no pueden eludirse, pero son costosos y requieren bastante tiempo.

-¿Qué papel juegan las empresas farmacéuticas en este proceso?
-Esencial. En parte porque sólo ellas, o empresas más pequeñas que tienen el respaldo de las farmacéuticas o de capitalistas de riesgo, tienen los fondos suficientes para sostener la investigación y el desarrollo necesarios para diseñar un medicamento eficaz y hacer que llegue a las clínicas.

-¿Depende la biomedicina de la iniciativa privada?
-Es vital en biomedicina. A pesar de todos los problemas que tiene lo que llamamos capitalismo nadie ha descubierto un modo mejor de respaldar la originalidad, el dinamismo, la innovación y la persistencia necesarias para un progreso auténtico en las aplicaciones médicas de los descubrimientos científicos. La razón, en el fondo, es sencilla: junto a la búsqueda de la excelencia, el único motor para darle al mundo nuevos fármacos es la motivación económica y, a menudo, también un deseo de hacer el bien mientras se gana dinero.

Socialismo e innovación

-Pero ha habido algunas excepciones...
-Sí, claro, aunque eran eso, excepciones. Por ejemplo: la antigua Unión Soviética era un país enorme con una gran cantidad de recursos. Pero la represión casi total de la iniciativa y la empresa privadas en nombre de la igualdad y el socialismo, razones completamente equivocadas, impidieron cualquier innovación en el diseño y el desarrollo de medicamentos. Como consecuencia, la gran mayoría de los nuevos medicamentos del siglo XX procedían de empresas farmacéuticas de Occidente. Ninguno de Europa del Este, la Unión Soviética o la China de Mao. La libertad individual y el libre mercado, incluidos los beneficios económicos, son esenciales también para la innovación en medicina. Reprime esas motivaciones por cualquier razón ‘elevada' y a largo plazo todo el mundo estará peor. Matar la innovación es fácil, lo difícil es resucitarla.

-¿Cómo ve la situación actual en Rusia?
-La veo con una libertad parcial. La vida en Rusia es considerablemente mejor en la actualidad de lo que era cuando yo vivía allí. Pero todavía queda mucho camino por recorrer en el ámbito de la libertad individual, de los derechos civiles, de la corrupción, que es galopante, y del apoyo a la ciencia, pues en estos momentos se encuentra en mínimos históricos. Como le decía, la ciencia experimental es cara y sin un apoyo firme e inteligente muere.

En los ochenta, Varshavsky realizó sus primeros descubrimientos en torno a las ubiquitinas. Desde entonces, este área de investigación no deja de dar nuevos resultados. Tras tres décadas en continua expansión siguen emergiendo nuevas preguntas y apareciendo publicaciones. Una de ellas, la realizó el investigador y su equipo en 2010 con un artículo en el que describía un nuevo mecanismo involucrado en la degradación de las proteínas. "Todavía seguimos centrados en comprender estos mecanismos y las funciones de la secuencia de la regla del N-terminal, una parte específica y muy interesante para el sistema de la ubiquitina. También esencial para la medicina."

-¿Qué les queda por aprender todavía en esta disciplina?
-Hemos acumulado una gran cantidad de conocimiento de todo ello. Pero el sistema de la ubiquitina es tan diverso y complejo que ese conocimiento es sólo una gota en un cubo de agua. Aún queda mucho camino por recorrer.

-¿Qué aplicaciones terapéuticas tienen estos descubrimientos?
-Bueno, puesto que ya los primeros estudios abarcaban todo el sistema de la ubiquitina, nuestros trabajos están detrás de la mayor parte de la moderna farmacología que tiene que ver con este área de la biomedicina.

-¿En qué enfermedades está involucrada la ubiquitina?
-Le diría que en las alteraciones de cualquier clase de proteínas, incluido el propio sistema de la ubiquitina, compuesto por proteínas específicas. Intervienen en muchas enfermedades, desde el cáncer y la degeneración neuronal hasta los fallos en el sistema inmunitario.

La presión del aire

-La mayor parte de su dedicación la realiza en el Caltech californiano. ¿Cuáles diría que son los rasgos que mejor definen este Instituto Tecnológico?
-Creo que es una de las mejores universidades del mundo. Tanto por lo que llegan a aprender los alumnos como por la forma en la que trabajan sus laboratorios, en los que se hace ciencia de primer nivel. Ellos son su principal activo y en su mayoría están encabezados por científicos que son líderes mundiales en sus áreas. Trabajan muy duro y hacen de ese lugar lo que en realidad es, un imán para atraer a algunos de los mejores y más brillantes talentos jóvenes de todo el mundo.

-¿Existe algún nombre de la investigación que haya intentado emular?
-Una ambición que encuentro especialmente apetecible cuando la veo en otras personas de mi misma profesión es ser mejor científico que los colegas que uno admira más. Es un poco absurdo querer ser mejor científico que, por ejemplo, Isaac Newton (para eso se necesitan sus dotes ). Eso sí, intentarlo no debe suponer ninguna vergüenza.