Ciencia

Hespérides la ciencia española surca la Antártida

22 diciembre, 2005 01:00

El BIO Hespérides, en plena travesía Antártica

Dentro de unos días, el buque de investigación oceanográfica Hespérides llegará a Ushuaia (Argentina), donde comenzará su XIV campaña Antártica.La aventura en tierras australes finalizará en Punta Arenas (Chile) el 18 de febrero de 2006. Juanjo Dañobeitia, profesor de Investigación del CSIC, analiza para El Cultural los distintos proyectos que se llevarán a cabo, algunos de ellos preparatorios para el Año Polar Internacional que comienza en 2007.

El pasado 2 de diciembre el BIO Hespérides zarpó hacia tierras australes en la que será su decimocuarta expedición antártica, en el marco de los Programas Nacionales de I+D+I, aunque bien es verdad que pocos días antes, el buque Las Palmas había abierto con éxito la Base Juan Carlos I. Con ello España inicia una nueva andadura en la investigación antártica, tanto en su vertiente marina como terrestre, que se completará con la apertura de la otra base antártica Gabriel de Castilla.

En el aspecto marino destacan dos expediciones que por cuestiones logísticas se centrarán en ámbitos de biología. El primer proyecto partirá del puerto de Ushuaia en Argentina, que es una de las bases de operaciones de la actividad antártica española en Tierra de Fuego, junto con Punta Arenas, en Chile. Está investigación comenzará en los primeros días del año 2006, dirigida por la investigadora Conchita ávila (CEAB-CSIC) y centrará su actividad en aspectos de ecología bentónica.

Sustancias bioactivas
El objetivo principal del proyecto es obtener sustancias naturales bioactivas de invertebrados bentónicos antárticos que proporcionen información sobre la ecología química de las especies implicadas y puedan resultar útiles para el hombre por su potencial farmacológico. Este aspecto puede tener especial relevancia ya que la determinación ecológica de las sustancias aisladas y de extractos mediante ensayos de actividad (repelencia y toxicidad) permitirá analizar la actividad antitumoral de los mismos y de los compuestos aislados para su posible uso farmacológico.

El otro proyecto consiste en la localización y estudio de comunidades bentónicas con mayor biodiversidad, para ello se realizarán muestreos de parámetros físico-químicos de la columna de agua: concentración de clorofila en columna de agua, concentración de carbono y nitrógeno particulado, además de estimar la tasa de incorporación de carbono, producción primaria. Este proyecto está dirigido por la doctora Ana Ramos (C. Málaga, IEO). El estudio se extenderá hacía el oeste de la península Antártica y el mar de Bellinghausen, entre los 50 y 2.000 m de profundidad, sobre una longitud de 1.000 millas y una superficie total sobre los 2.800 km2. Sin embargo, la existencia en la costa de grandes plataformas de hielo y la presencia de hielo marino, que en primavera todavía alcanza los 70º de latitud sur, será una dificultad añadida para muestrear los estratos más superficiales.

En el ámbito de la investigación en las Bases Antárticas españolas, y campamentos próximos, como el de la Península Byers, se continúan varios proyectos ya iniciados en años anteriores, como son aquellos relacionados con la actividad volcánica de la Isla de Decepción, donde está ubicada la Base Gabriel de Castilla. Estos son proyectos que requieren observaciones continuas y prolongadas en el tiempo, y abarcan desde observaciones mediante GPS en los vértices de la red geodésica REGID en la isla Decepción y la BAE Juan Carlos I, en isla Livingston, hasta la vigilancia y control sismo-volcánico utilizando una red sismológica con estaciones sísmicas portátiles. Estos proyectos están liderados respectivamente por M. Berrocoso (Universidad de Cádiz) y por Javier Almendros (Universidad de Granada). Además, se mantienen los proyectos "tipo observatorio" como son el Observatorio Magnético, único de esta índole en la Península Antártica, que lleva una década funcionando, y que recientemente está analizando la viabilidad de transmisión de datos por el canal ionosférico como una alternativa al satélite convencional geoestacionario. El observatorio magnético funciona todo el año mediante sistemas de energía alternativos de bajo consumo con aerogeneradores eólicos y acumuladores de energía solar en el verano austral. El proyecto está liderado por Miquel Torta (CSIC), y mantenido por ingenieros de la Unidad de Tecnología Marina (CSIC). Otros proyectos que se desarrollarán este año se refieren a estudios de glaciología en la Isla Livingston, donde se realizarán medidas de balance de masas (tasas de acumulación y ablación) y de velocidad y deformaciones del hielo en la superficie de los glaciares. El objetivo de las medidas de balance de masas y de velocidad del hielo es suministrar datos que relacionen la dinámica glacial con la climatología, mediante simulaciones numéricas para estimar la respuesta de los glaciares a las variaciones en los parámetros climáticos (proyecto dirigido por F. Navarro, de la Universidad Politécnica de Madrid).

Gradiente térmico
El estudio y modelización térmica de la capa de permafrost (suelos permanentemente helados), bajo la dirección de Miguel Ramos, de la Universidad de Alcalá de Henares, consiste en la instalación de estaciones que midan el gradiente térmico del subsuelo, mediante perforaciones de 20 metros de profundidad, y de las condiciones micro meteorológicas locales de las áreas de estudio. En el campamento instalado en Península Byers (isla Livingston), que es la zona libre de hielo más notable de Península Antártica, y sin lugar a dudas la más importante para el estudio de los ecosistemas no marinos de toda la región, se continuará el proyecto LIMNOPOLAR, dirigido por Antonio Quesada, de la Universidad Autónoma de Madrid, sobre los ecosistemas de agua dulce polares como sensores del cambio climático global.

La actividad española en la Antártida se completará con otros tres proyectos. El primero, dirigido por Francisco Macías (Universidad de Cádiz), estudiará ecosistemas en ambientes extremos de diferentes especies de líquenes antárticos a partir del estudio de los compuestos químicos sintetizados por plantas, hongos y microorganismos que afecten al crecimiento de otros seres vivos. Posteriormente se investigará si estos compuestos pueden tener aplicaciones en agricultura y/o en medicina (estudiando su actividad y posible aplicación farmacológica). Los otros proyectos están relacionados con la fauna antártica. Así, el investigador Andrés Barbosa del Departamento de Ecología Funcional y Evolutiva (EEZA-CSIC) estudiará la interacción parásito-hospedador en tres especies de pingöinos antárticos bajo la hipótesis de que un incremento de temperatura producirá un aumento en la prevalencia de los parásitos. Distintos estudios han mostrado el efecto del cambio climático en estas especies, por ejemplo, en el pingöino de Adelia se ha visto una reducción en el éxito reproductivo, y en el pingöino Barbijo se ha comprobado un incremento de los movimientos hacia el sur acompañado de una disminución en la abundancia de hielo relacionada con un incremento de la temperatura de 2.5 ºC en los últimos 50 años.

La campaña finalizará con el estudio sobre las poblaciones de parásitos gastrointestinales presentes en los mamíferos marinos de la Isla Decepción, dirigido por Luís M. Ortega (Universidad Complutense de Madrid), que permitirá comprobar tanto el estado sanitario de la fauna en la zona, como comprender los ciclos biológicos de ciertos parásitos y evaluar las posibles consecuencias del aumento cada vez mayor de la actividad humana en el continente antártico.

Año Polar 200
Así pues, la salud de la investigación antártica española es espléndida, en un año particularmente importante, ya que los investigadores están preparando el Año Polar Internacional, que comienza en el 2007 y que involucrará a investigadores de todo el planeta en investigación tanto en la Antártida como en el ártico. España participará de manera activa en este evento internacional y se está planificando que el BIO Hespérides participe por primera vez en expediciones científicas en el ártico. Para ello, la Unidad de Tecnología Marina del CSIC -conjuntamente con la Armada Española- ha iniciado los preparativos de los aspectos técnicos y logísticos que tal despliegue requiere. Asimismo, el Ministerio de Educación y Ciencia ha iniciado una importante remodelación de la Base Antártica Española Juan Carlos I que supondrá un nuevo impulso en la investigación polar española.

Juanjo DAñOBEITIA


El Sarmiento de Gamboa
A finales de enero está prevista la botadura del nuevo buque oceanográfico español Sarmiento de Gamboa, que realiza Construcciones Navales Friere de Vigo. Tiene una eslora de 70,5 m. y una manga de 15,5 m. Cuenta con una propulsión diesel-eléctrica con motores diseñados bajo rigurosos requerimientos de ruido y vibraciones que permitirá la adquisición de parámetros oceanográficos de muy alta calidad y resolución sin alterar la fauna marina y el medio ambiente. El buque dispondrá de un sistema dinámico que permite mantener la nave en una posición con precisión métrica, un puente integrado y capacidad para maniobrar robots y vehículos submarinos de altas profundidades (6.000 m.) El Sarmiento de Gamboa se ha concebido como un buque de investigación multidisciplinar, contemplándose varios escenarios de exploración marina que permitirán la realización de misiones científicas en distintas disciplinas como oceanografía, geofísica e investigación pesquera, entre otras.