J. Guillín
Agencias
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El artista Banksy ha estampado en la sede de los Reales Tribunales de Justicia de Londres un mural en el que muestra a un juez golpeando a un manifestante tirado en el suelo, en una obra que llega en plena polémica por la escalada de detenciones vinculadas al grupo Palestine Action, ilegalizado por el Gobierno.

El juez, ataviado con toga y peluca, azota al manifestante, que porta una pancarta aparentemente manchada de sangre. La pintura ha quedado cubierta a lo largo de la mañana, según la radiotelevisión pública BBC, aunque ha sido compartida en la cuenta oficial de Banksy en Instagram.

Ni la pintura ni la publicación en redes sociales alude a una situación concreta, pero coincide con la polémica abierta en Reino Unido por la represión de las protestas en apoyo de Palestine Action, apenas unos días después de que unas 900 personas fueran detenidas en una de estas concentraciones.

Las últimas obras del maestro del spray llegaron a las calles de Londres en agosto del año pasado, con ellas Banksy sorprendió a la urbe británica con una serie de nueve grafitis de temática animal distribuidos en diferentes puntos de la ciudad.

Una cabra en la cornisa de un edificio en Richmond, con rocas y una cámara de vigilancia. Dos elefantes acercando sus trompas a través de ventanas tapiadas en Chelsea. Tres monos colgando de un puente ferroviario en Brick Lane. Un gorila levantando una puerta metálica en el zoológico de Londres, liberando un león marino y aves. Todas ellas se interpretaron como una reflexión sobre el entorno urbano y las problemáticas sociales, ecológicos y de vigilancia.

Casi el 80% de su obra está en Reino Unido, pero Banksy es un fenómeno global. A pesar de haber sido muy crítico con la industria del arte, el artista se ha convertido en uno de los artistas más caros del mundo, con cuadros subastados por millones de euros en el mercado secundario (no vendidos por el propio Banksy).