Si en 2020 fue posible adentrarse en los verdes campos de Les Vessenots (1890) de Vicent Van Gogh, gracias a la experiencia de realidad virtual Entrar en el Cuadro, realizada por el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza y Endesa, ahora el museo ha utilizado este mismo lienzo para su primera colección de tokens no fungibles (NFT) realizada en colaboración con la empresa Olyverse.

De este modo, cien coleccionistas podrán poseer un Van Gogh certificado, con cada una de las cien versiones digitales de Les Vessenots en Auvers, que se pueden adquirir a través de mercados como el NFT Marketplace de Telefónica, con un precio de 30.000 euros, según la agencia EFE. 

Esta es la primera digitalización de una pieza de arte clásico por un museo nacional, una decisión que, según Evelio Acevedo, director gerente del Museo, va acorde con los objetivos de la institución: “La digitalización es una de las misiones de este museo en su proceso de convergencia digital, sin cambiar los valores propios del museo, pero evolucionando con los nuevos tiempos", y considera que “hoy en día trabajar para la sociedad requiere el uso de las tecnologías”.

Acevedo ha insistido en que el mundo de los NFT son cada vez más una realidad. “Al mar no podemos ponerle puertas y a la tecnología tampoco”. Sin embargo, reconoció que la experiencia de digitalizar un Van Gogh, al principio "impone en el sentido de la responsabilidad que supone, porque es una transformación importante”. Aun así, asegura que están tranquilos al respecto y que planean seguir haciendo NFT en el futuro. "No nos hemos marcado aún un ritmo concreto, pero está en nuestros planes". 

Sobre la decisión de haber escogido un cuadro del holandés para comenzar este viaje por el metaverso, Acevedo lo achacó a que "Vicent Van Gogh hoy en día sería un artista digital", debido a su espíritu innovador y avanzado para su época. Algo en lo que coincidió Guillermo Solana, director artístico del Thyssen, quien también hizo hincapié en la importancia del cuadro, “una de las joyas de la colección moderna y un pedazo de vida del artista”, ya que fue pintado durante la última etapa de la vida de Van Gogh.

Por su parte, Carlos Grenoir, CEO de Olyverse, ha explicado que la empresa va a certificar a través de la tecnología blockchain el cuadro de Van Gogh, como una forma de dotar a la obra de un soporte digital seguro y autentificado y poder compartirlo con otras personas. Además aseguró que la compañía tiene mucha confianza en esta tecnología como una forma de mejorar el arte y sobre todo el arte digital. 

Es en parte esta garantía de autenticidad uno de los motivos que más atrajo al Museo Thyssen a la hora de participar en el proyecto. "Es importante avanzar en la democratización del arte, llegar a más públicos, y llegar con mejor calidad y con mayor control de garantías", aseguró Acevedo. 

También puso de relevancia la importancia de llegar al mundo del coleccionismo, "el coleccionismo digital es una realidad", pero todavía está reducido al arte digital, pero "¿por qué no hacer posible también que en esas colecciones digitales se puedan ver a los grandes maestros de la historia del arte?", apostilló. Asimismo, Acevedo quiso hacer hincapié en el valor de abordar este proyecto desde una colaboración público-privada, "cada vez más necesaria en el mundo de la cultura", a su parecer, ya que "la cultura no debe ser entendida solo como una responsabilidad del Estado". 

Celebridades como la actriz Cayetana Guillén Cuervo, que forma parte de la compañía, ha asegurado durante el acto de presentación que se trata de una "colaboración histórica” y “un hito sin precedentes en España”. Lo que sí es cierto es que los NFT se abren camino en uno de los principales museos nacionales. Queda esperar si en este nuevo rumbo acaban acompañándoles los coleccionistas más clásicos y escépticos al respecto.