Por fin hay una fecha para la vuelta al Museo Thyssen-Bornemisza de Mata Mua, una de las joyas de la colección de la baronesa Thyssen. Será el próximo 7 de febrero, dos días antes de que Tita Cervera y el Ministro de Cultura, Miquel Iceta, firmen el contrato de alquiler de su colección. El acuerdo, al que se llegó en julio de 2021, establece que las 427 obras de la baronesa permanecerán en España durante los próximos 15 años con una dotación de 6.5 millones de euros anuales. 

La preciada pintura de Gauguin es, sin duda, la joya de la colección y era una de las condiciones claves en la firma del acuerdo. Sin embargo, la baronesa sacó la pintura del museo en junio de 2020 y desde entonces ha estado guardada en Andorra. El lienzo se instalará en un lugar preferente de la planta baja del museo, lugar que se le ha asignado a la colección Carmen Thyssen tras la reordenación de la colección permanente. 

La firma de dicho acuerdo está prevista para la mañana del 9 de febrero y con ella se pondrá fin a varios años de negociaciones. En total, el Gobierno destinará 97 millones de euros que se descontarán del precio de la venta de la colección en caso de que el Estado ejerza su derecho preferente de compra. 

Si todo sucede como está previsto el cuadro de Gauguin será instalado el día 8 de febrero y una vez se formalice el arrendamiento quedarán inauguradas las salas dedicadas a la colección de la baronesa en las que se podrán ver 180 piezas de artistas como Canaletto, Fragonard, Courbet, Boudin, Monet, Sisley, Renoir, Degas, Rodin, Matisse, Picasso o Kirchner. 

Con este nuevo marco de alquiler, el fondo de Carmen Cervera gozará de un régimen de aseguramiento que permite la cobertura de los riesgos por destrucción, pérdida, sustracción o daño de las obras mientras permanezcan en las instalaciones del Museo Nacional Thyssen-Bornemisza.

Nueve años de negociaciones

El Museo Thyssen-Bornemisza contó casi desde sus inicios con el préstamo de algunas de las obras de la Colección Thyssen-Bornemisza que no habían formado parte del acuerdo de 1988 y que en 1993 pasaron a la propiedad de Carmen Thyssen. La baronesa siguió coleccionando en los años siguientes y en 1999 se comprometió al depósito gratuito por diez años -extendido posteriormente- de parte de su colección. 

En 2004, tras un acuerdo con el gobierno español, se inauguró una nueva ala del museo en la que se alberga la Colección Carmen Thyssen. Además de nuevas galerías, se crearon espacios para oficinas, talleres, almacenes, así como salas de exposiciones temporales.

Tan solo un año más tarde el Gobierno se planteó comprar la colección de la baronesa para asegurar su permanencia en nuestro país pero Carmen Thyssen rehúsó el ofrecimiento. Llegado el año 2011 y con la expiración del primer acuerdo, la aristócrata negoció con el estado una cesión gratuita de su colección renovable de manera anual. Pero la venta de La esclusa, de John Constable, en 2012, no gustó. No obstante, el contrato de cesión le permitía vender parte de su fondo siempre que no excediera del 10 %.

Ya en 2017 la baronesa pidió un nuevo marco de negociación. Entonces, consideraba el contrato "obsoleto" y sostenía que su colección no podía "estar en una situación de precariedad". Y añadía que "un préstamo gratuito de las obras de mi colección que, según consta en las cuentas anuales de la Fundación (publicadas en el B.O.E) genera unas ganancias para Madrid de entre 7 y 8 millones de euros anuales, no debería estar sin un marco legal claro y estable".

A partir de ese momento, la baronesa negoció con cuatro ministros diferentes: Íñigo Méndez de Vigo, José Guirao, Rodríguez Uribes e Iceta. Con este acuerdo que se firmará el próximo miércoles 9 de febrero, se pone fin a nueve años de prórrogas.