En el calendario galerístico habitual, la temporada empieza en torno a la segunda semana de septiembre, con Apertura en Madrid (este año del 9 al 12) o Barcelona Gallery Weekend (del 15 al 19) y continúa, sin descanso y con varias escalas en ferias nacionales e internacionales, hasta finales de julio. En agosto cierran todas a cal y canto y en septiembre, de nuevo, volvemos a empezar. Es verdad que desde hace unos años, varias galerías se habían lanzado a la aventura del espacio de veraneo. Cayón desde 2018, por ejemplo, cuando se trasladó en los meses estivales a un antiguo e impresionantes cine en el centró de Mahón, en Menorca, en el que sigue programando cada verano. O Parra & Romero en Ibiza. Pero en los últimos meses y al calor de este año atípico y virtual, ha habido un boom de iniciativa como estas.

Las hay de distinto tamaño, ambición y espíritu. La más mediática es Hauser & Wirth, en Menorca, casi un centro cultural diseñado por el arquitecto Luis Laplace y el paisajista Piet Oudolf y situado en una enclave paradisíaco, la Isla del Rey, al que llegamos en 15 minutos en barco desde el puerto de Mahón. Ha inaugurado con exposición del artista afroamericano Mark Bradford (Los Ángeles, 1961) que toma como punto de partida el primer mapa en el que se designó a 'América' por su nombre para elaborar una serie de sus características pinturas abstractas en las que combina esta técnica con todo tipo de papeles (cómics, pósters, periódicos…).

Hay un cambio en el calendario habitual, que marcaba un obligado descanso en el mes de agosto

El resultado tiene algo de estratos geológicos y encierra historias que nos afectan relacionadas con este año pandémico, el desigual reparto de recursos (y vacunas) en el mundo o el Black Lives Matter. La visita merece la pena, además de por esta exposición (que estará abierta hasta el 31 de octubre), por conocer el lugar, que los galeristas han sabido articular con el gusto extremo que les caracteriza. En los jardines nos tropezamos además con esculturas de Louise Bourgeois, Franz West, Miró y Chillida, y la cantina, a la sombra, es una delicia.

Escultura de Chillida en los jardines de la galería Hauser & Wirth en Menorca. ©Zabalaga Leku. San Sebastián, VEGAP, 2021. Foto: Daniel Schäfer

Al volver al puerto de Mahón, y prácticamente a tiro de piedra está la galería Cayón. Los pasos de cebra pintados con vibrantes colores ya nos avisan del protagonista de su exposición: el pionero del arte cinético Cruz-Díez (Caracas, 1923-París, 2019). Con él, y hasta el 27 de agosto, la galería celebra su cuarto verano en la isla. Inauguró su espacio en 2018 en el antiguo Cine Victoria (Sant Roc 24), convirtiendo su antiguo patio de butacas, de casi 12 m de altura, en sala de exposiciones. Hoy su fachada está revestida con hipnóticas ventanas del artista venezolano y en el interior se reúnen obras realizadas entre 2008 y 2019 en las que manda el color, sobre distintos materiales y superficies.

De Boltanski a José María Sicilia

Es singular también el espacio escogido por la galería Albarrán Bourdais, que ha invitado a Chistian Boltanski y a Angelika Markul a intervenir en los viviendas anejas en las que pronto reformará. La propuesta se ha convertido, sin quererlo, en la despedida de Boltanski (París, 1944-2021), que fallecía hace unos días sin ver la muestra inaugurada. Como era habitual en su trabajo, anclado en la ausencia y la memoria, ha echado aquí manos de los enseres de los antiguos inquilinos creando instalaciones en paredes y rincones. Junto a él la polaca Angelika Markul (1977) ha introducido miles de retratos hechos en cera.

Vista de la escultura de Claudia Compte en 'Solo Houses', en Teruel. Foto: Galería Albarrán Bourdais

Está claro que aquí hay algo de cambio de modelo, de acercar las obras a los coleccionistas en un entorno relajado y propicio a la compra o al menos a otro tipo de contacto. La alemana Esther Schipper cerraba el 31 de julio su primer pop-up en Palma de Mallorca, un experimento en la Casa del Marquès con 24 de sus artistas. La nómina no es nada desdeñable, incluía obras de Rosa Barba, Angela Bulloch, Ceal Floyer, Ryan Gander, Liam Gillick, Dominique Gonzalez-Foerster, Rodney Graham o Anri Sala. Muy cerca (Carrer de Can Sanç, 13) y con carácter permanente ha abierto Baró, con sede también en São Paulo y Lisboa, con  La locura de ver y Lo abierto, de José María Sicilia, "pinturas bordadas" muy conectadas con lo que presentaban en su stand de ARCO hace unas semanas.

Pero no todo se concentra en las islas. Antes incluso de que se anunciara que ARCO se celebraba en julio, las galerías catalanas Nogueras Blanchard, Joan Prats y Bombon Projects se asociaban para abrir un espacio en Fonteta, un pueblecito situado en el Ampurdán, lugar de veraneo de la zona. Han planteado una exposición colectiva con obras de artistas de los tres espacios, articulada en dos entregas: Parar la fresca  (que cerraba el 3 de agosto), con obras vinculadas a la naturaleza y Estar a la lluna (del 7 de agosto al 26 de septiembre). En este último capítulo encontrará obra de Alicia Kopf, Perejaume, Julião Sarmento, Teresa Solar, Antoni Tàpies y Juan Uslé, entre otro.

Espacio Fonteta en el Ampurdán

Y también en un entorno natural, la galería Albarrán Bourdais ha continuado alimentando su proyecto Solo Houses Teruel, un terreno que compraron los galeristas en la provincia aragonesa para dar carta blanca a arquitectos a que diseñaran viviendas (de momento hay dos, que se pueden alquilar, de los chilenos Mauricio Pezo y Sofia von Ellrichshausen y del estudio belga KGDVS) y en el que este verano han instalado esculturas al aire libre. Tienen dos años para pasear junto al coral de mármol de Claudia Comte, el globo terráqueo de Mona Hatoum, las frases de Shilpa Gulpa, el bronce de Camille Henrot o la intervención de resonancias ecológicas de Cristina Lucas. Una nómina de 10 artistas mujeres de primer nivel. Toda una declaración de intenciones.

@LuisaEspino4