Almacén de silencios, 1994-95

La sala Kubo Kutxa de San Sebastián reúne la obra de Paloma Navares en una antológica que sirve a la artista para despedirse del mundo del arte.

La primera exposición individual de Paloma Navares tuvo lugar en la sala Propac de Madrid en 1977. Ese mismo año decidió abandonar la pintura y abrazar, de manera novedosa en nuestro país, la performance, la videoinstalación, el vídeo y la fotografía. Hoy no nos impacta que un artista emplee diferentes lenguajes y medios para expresarse pero entonces Navares fue una incomprendida. La artista ha sido una de las pioneras en el mestizaje de lenguajes y en la introducción de temas que nuestros artistas no habían tratado. A pesar de aquella falta de apoyo en sus inicios ella continuó por ese camino y consiguió imprimir en sus obras su sello personal. Ahora la artista reúne gran parte de sus proyectos en Iluminaciones, una antológica instalada en la sala Kubo Kutxa de San Sebastián, disponible hasta el próximo 4 de febrero, con la que dice adiós al mundo del arte.



La muestra "es una síntesis de cuatro décadas de trayectoria", apunta Rocío de la Villa, comisaria de la exposición. Y en ella se reúnen algunas de sus obras más conocidas, como Alamacén de silencios, junto a otras que no se han visto en tiempo. Son ejemplo de este último grupo Paisaje interior con figura y Circuito cerrado, circuito infinito, "ambas de mediados de los ochenta, donde la imagen de fieras encerradas simboliza el clamor por la libertad en plena Transición política", explica la comisaria.



De modo que Navares ha sido pionera no solo en la forma sino también en el contenido. A pesar de que no recibió el reconocimiento ni del mercado ni de las instituciones la artista "ha planteado temas como la cuestión del ciborg y el cuestionamiento de la natalidad en un horizonte poshumano a mediados de los años noventa". Ahora hablamos de "la maternidad subrogada", recuerda la comisaria. En ese sentido su obra también ha tratado temas que atañen directamente a la condición de la mujer en el mundo, no solo en el arte. A principios de los 90, recuerda Rocío de la Villa, su obra se presentó en FIAC y en Art Cologne causando una gran sorpresa haciendo que fuera "identificada como la artista española feminista". Esto le abrió las puertas a participar en muestras colectivas "con acentuada perspectiva de género" en países como Alemania, Austria y los Países Nórdicos.



Paisaje interior con figura, 1985-86

La luz, y de ahí el título de la exposición, ha sido uno de los elementos cruciales en la obra de Navares. Muchas de sus piezas están realizadas con generadores de luz, sus obras están iluminadas y la puesta en escena busca el contraste entre el claroscuro, la luz y la sombra. Si se le añade que la artista desde hace unos años ha tenido que ser sometida a varias intervenciones quirúrgicas, tenemos la receta completa para entender que Iluminaciones es una biografía a modo de exposición. "Quizás sus problemas con la vista hayan influido para producir una obra cada vez más ligera, con materiales translúcidos, en la que predominan las transparencias y que a menudo poseen luz propia, en semejanza a las representaciones de nuestra imaginación diurna, o cuando soñamos mientras dormimos", explica Rocío de la Villa.



Esta ha sido, pues, la evolución que ha sufrido su obra a causa de los problemas oculares. Sin embargo, toda su trayectoria está hilada finamente y se comprueba que "la evolución de esta artista multimedia se nota en su adaptación y dominio de nuevas tecnologías y recursos". Así, esta muestra, según cuenta su comisaria, está sustentada en dos reivindicaciones. Por un lado se busca incidir en su papel "como pionera en la deconstrucción de la representación de la mujer en la historia del arte, y por tanto, en el arte feminista en nuestro país". Por el otro, su importancia en la videoinstalación en España no solo como artista sino como directora de las dos primeras ediciones de festivales de vídeo que se celebraron en el Círculo de Bellas Artes de Madrid para los que trajo a artistas como Bill Viola, Name June Paik y Marie-Jo Lafontaine.



A pesar de que Navares ha anunciado su retirada asegura que seguirá creando en su imaginación porque la profesión de artista, como la de periodista, es difícil abandonarla. Su legado, no obstante, debe entenderse como "una apertura poética y polisémica en la que siempre late la crítica a toda coacción frente a los anhelos de libertad".



@scamarzana