La dama de armiño

Se conocen cuatro retratos femeninos con la firma de Leonardo da Vinci. Uno de ellos, La dama de armiño, perteneciente a la colección Czartoryski, es una de las obras que ahora ha pasado a manos del Estado polaco. Pero no solo ella sino toda la colección de la Fundación Czartoryski, que también incluye Paisaje con buen samaritano de Rembrandt y obras de Renoir.



El retrato de Cecilia Gallerani pintado en el siglo XV en Milán fue adquirido por la familia en 1798 en Italia. De allí fue trasladado a Polonia y en 1939 expoliado por los nazis. Finalmente, tras la guerra, La dama de armiño volvió a Polonia. La crítica lo consideró como el primer retrato moderno por las características de la obra. Pintado en tres cuartos de perfil y mirando fuera de los límites del cuadro, Gallerani, poetisa y amiga de poetas, mantuvo una relación con Ludovico Sforza, duque de Milán, quien probablemente encargó el retrato al artista. El retrato "se muestra artísticamente moderno gracias al precioso juego de curvas (cabellos recogidos bajo la barbilla, cinta, velo, cejas, ojos, collares, escote), a sus cualidades táctiles (pieles, paño, terciopelo, gasa, cuentas) y a su poderoso sentido del relieve y del modelado en sfumato", escribió Fernando Marías en El Cultural con motivo de la presencia, por primera vez en España, de La dama de armiño en la exposición Polonia. Tesoros y Colecciones Artísticas que tuvo lugar en el Palacio Real de Madrid.



Para Marías la identificación actual con Cecilia Gallerani (1473-1536) "se debe a la aparición del armiño (emblema de moderación, pureza y castidad) que sostiene en los brazos, cuyo nombre en griego (galée) habría permitido uno de esos juegos de palabras tan caros al ambiente de la corte, y que además lo vinculaba con Ludovico, nombrado miembro de la orden del Armiño por el rey aragonés de Nápoles". Cecilia, que era persona refinada (estudió latín y poesía y sintió especial interés por las artes y la filosofía), fue prometida por su familia en 1483, con 10 años, con el veinteañero Giovanni Stefano Visconti, con quien se tendría que haber casado dos años después. Sin embargo, en 1487, ella obtuvo la disolución de este y "es posible que por entonces se hubiera ya convertido en la amante de Ludovico", sostiene el escritor.



Pero no es la única joya de la colección que inició la princesa Izabela Czartoryska en 1801 con el claro objetivo de no perder obras durante la ocupación polaca por parte de Austria, Prusia y Rusia. Desde la caída del comunismo, pertenecía a la Fundación Czartoryski, fundada y presidida por el príncipe Adam Karol Czartoryski, y tiene su residencia oficial en el Museo Nacional de Cracovia.



El conjunto de obras, compuesto por 85.000 objetos, 250.000 manuscritos y libros, está valorado en 2.000 millones de euros y La dama de armiño está asegurada por 350 millones, según han informado diversos medios. En cambio, el Estado polaco se ha hecho con toda la colección por 100 millones de euros. La polémica vino con la dimisión de los miembros de la junta no por el bajo precio de la venta sino por no haber sido, siquiera, partícipes de las negociaciones que, al parecer, se han llevado en secreto. "En la vida uno hace lo que desea. Tenía deseos de hacer una donación y es mi elección", señaló el príncipe Czartoryski cuando le preguntaron sobre el bajo precio de la transacción. "Con gran emoción puedo declarar que nosotros todos, ciudadanos de la República polaca, somos ahora propietarios de la colección Czartoryski", señaló Piotr Glinski, ministro polaco de Cultura.