La Casa Encendida en la madrileña Ronda de Valencia

A punto de cumplir 14 años de vida La Casa Encendida de Madrid se encuentra en constante acecho de las nuevas tendencias y de los cambios que se producen tanto en la cultura como en la sociedad. Con una media de 8 exposiciones al año y cerca de 9 millones de visitantes desde su apertura en diciembre de 2002, al centro lo avalan también las 24.000 actividades que se han llevado a cabo y sus 10.600 cursos y talleres. "La Casa Encendida es una espacio que ha sobrepasado la definición de centro cultural", ha valorado la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando para otorgarle a la institución la Medalla de Honor de este año.



Lucía Casani, directora del centro, recoge este lunes la medalla de mano de Fernando de Terán Troyano, director de la Academia, y en el acto Francisco Calvo Serraller intervendrá leyendo la laudatio. Por sus instalaciones han pasado exposiciones de artistas como Andy Warhol, Louise Bourgeois o la más reciente Capital Animal, han realizado retrospectivas de cineastas como Werner Herzog, hacen conciertos en su patio o en su terraza, ofrecen cursos y talleres de diversa índole, se organizan encuentros también para los más jóvenes, cada año acoge una nueva edición de Libros Mutantes y ahora presentan un nuevo festival de artes escénicas llamado Ser público.



Imagen del festival Ser público de La Casa Encendida

"Aunque nuestra línea siga siendo la misma, que es intentar detectar las vanguardias, somos permeables a los cambios de la actualidad", señala Casani. Dentro de estas líneas de actuación está buscar las novedades del mundo cultural y dar visibilidad a las voces que están en los márgenes. Y en el espectro social "abrir las puertas a las instituciones del tercer sector, estén de actualidad o no, y visibilizar las crisis que están ocurriendo en el mundo", apunta.



La Casa tampoco cesa en la búsqueda y el análisis de "las derivas de la actualidad y los intereses del público". Y se puede observar en la cantidad de actividades "centradas en educación, solidaridad, medio ambiente y cultura, que fomentan la creación, difusión, comprensión y participación ciudadana", como destaca la Real Academia de San Fernando en su propuesta. Considera su directora que uno de los cambios más importantes de los últimos años tiene que ver con la apertura a la mezcla de estilos. Antes, opina, los festivales eran más estancos en cuanto a la temática. Cine, artes plásticas, música. Y ahora ese paso adelante en los talleres se marca con el diálogo entre festivales de disciplinas aúnan "artes escénicas con cine, o performance con arte".



Uno de los conciertos en La Casa Encendida

La mezcla proporciona encuentros o lugares de reflexión en los que se juntan públicos de diferentes estilos y gustos. Incluso de edades. Y esto es, precisamente, otro de los factores que tienen en cuenta en La Casa Encendida porque "hay una generación que está creciendo con nosotros, gente que cuando abrimos tenían entre 20 y 30 años y ahora son fieles de 35 a 50 años que se mezclan en nuestra casa con el nuevo público de 18-20 años". Y lo hacen de manera natural jugando, por ejemplo, "con seminarios de pensamiento en los que haya ponentes de diferentes generaciones". Romper esos clichés estancos se trabaja con la permeabilidad de las diferentes áreas que cultivan.



La Casa como centro social y de educación

Si hay algo que tienen muy claro en la dirección de la institución es que La Casa Encendida quiere seguir siendo un centro social de accesibilidad total. "Desde el principio se pensó como un lugar de puertas abiertas y queremos que sea un punto de encuentro para toda la sociedad", afirma Casani. Con sus laboratorios de creación, por ejemplo, propician la apertura de los espacios tanto a los creadores como a los jóvenes interesados en investigar sus gustos y preferencias. "La casa es un modelo que ha tenido éxito por esa mezcla de mundos, de la cultura, del mundo social, medio ambiente y educación", opina su directora. Por los laboratorios de fotografía, de radio, de postproducción audiovisual y de creación digital (abierto este año), que "han funcionado para creadores y para curiosos que se quieren acercar a estas disciplinas", han pasado cerca de 500 personas con sus proyectos y por la biblioteca y la mediateca una media de 200.000 anuales.



Un espectador visitando la exposición Andy Warhol en La Casa Encendida

El centro, que pertenece a la Fundación Montemadrid y es sostenible con sus precios simbólicos, no se plantea cambiar esas directrices. De hecho, "parece tópico pero las cuestiones presupuestarias es la parte más complicada" porque no se plantean subir los precios de sus servicios. La idea de "seguir funcionando como centro social es muy importante pero la gente también tiene que entender que hay que aportar para que las cosas funcionen".



Y es que el nombre de la institución cobra sentido cuando se conoce su origen. Quizá en su momento fue escogido al azar, por su sonoridad y por su reminiscencia poética. Tomado de un poema de Luis Rosales La Casa Encendida hace referencia a una casa habitada, una casa en la que si hay luz, hay gente. A fin de cuentas, una casa viva.



@scamarzana