Detalle de Sin título de Clifford Coffin, 1949

El mundo de la pintura ha influenciado a la disciplina fotográfica. Se puede observar en algunas campañas publicitarias cómo algunas de sus instantáneas beben de la inspiración pictórica. El Museo Thyssen de Madrid, con el patrocinio de Bulgari, muestra esta corriente a través de 61 fotografías del archivo de la revista Vogue capturadas por algunos de los fotógrafos más importantes de los últimos 30 años bajo el título de Vogue like a painting.



Todas las imágenes seleccionadas tienen como punto de unión las características que tradicionalmente se atribuyen a la pintura, el relieve escultórico y la luz. Hay fotografías de aire renacentista y Rococó mientras que otras llevan al espectador a pensar cuadros de artistas concretos como Vermeer, Hopper, Van Eyck, Botticcellu, Zurbarán, Degas, Dalí y Magritte. Otras, en cambio, beben de los retratos de grupo británico del siglo XVIII, simbólicamente narrativos o la mujer en deshabillé.



Uma Patou de Sheila Metzner, 1986 (izda.) y Mujer sola, de Camilla Akrans, 2010 (dcha.).

Algunas ilustran de manera literal la idea central de la exposición con la presencia de la pintura en las modelos o reproduciendo texturas pictóricas como en las impresiones artesanales de Nick Knight, pero también hay referencias directas a piezas icónicas de la historia del arte como Girl with the pearl earing de Erwin Blumenfeld, versionando la famosa Joven de la perla de Vermeer, los bodegones de Grant Cornett o las instantáneas de Peter Lindbergh, inspiradas en cuadros de Paul Gauguin.



Debra Smith, comisaria de la exposición, ha comentado que la muestra está organizada en torno a los grandes géneros pictóricos como el retrato, el paisaje o los interiores, de manera que la herencia pictórica de la fotografía se percibe de forma evidente.



Carmen como la Santa Isabel de Zurbarán, de Michael Thompson, 2000 (izda.) y Sin título, de Grant Cornett, 2014 (dcha.).

El visitante podrá ver imágenes de Irving Penn, maestro de las líneas puras y de lo exquisito; Annie Leibovitz, icono y retratista oficial de iconos; Peter Lindbergh, señor del drama en blanco y negro; Paolo Roversi, retratista de lo puro; Mario Testino, dueño de la luz; la teatralidad de Tim Walker y la llamada de la fuerza de Mert Alas y Marcus Piggott; Patrick Demarchelier, el verdadero clásico, siempre deseado; Steven Klein y su visión cinematográfica de la fotografía de moda; los colores y la espontaneidad de Sheila Metzner; Nick Knight y sus imágenes todopoderosas; la magia sorprendente de David Sims y Deborah Turbeville, la mujer que mejor captó el alma de las mujeres; la carga sugestiva de Camilla Akrans; el magnetismo de Glen Luchtford; Michael Thompson, fotógrafo del alma; Erwin Olaf y su mirada contemporánea; Erwin Blumenfeld, un visionario y autor de las portadas más icónicas de Vogue; Mariano Vivanco y su calidez y energía; William Klein, el fotógrafo de las emociones; Yelena Yemchuk y su visión moderna y delicada; la técnica perfecta de Cecil Beaton; Edward Steichen y su impecable equilibrio entre misterio y belleza; la delicadeza de Clifford Coffin; la visión adelantada de Horst P. Horst y David Seidner y su espíritu tradicional, tan moderno.



La muestra incluye, además, dos vestidos: el impresionante "Queen Orchid" de la diseñadora china Guo Pei, que dialoga con el retrato que Irving Penn hizo de Cate Blanchett como Isabel I de Inglaterra, y un diseño de Valentino con motivos florales en la sala de fotografía de exteriores y jardines.



Árbol con vestidos-lámpara, de Tim Walker, 2004.