Los Alamos en Giverny, de Monet

Un Monet propiedad del MoMA, el Cézanne preferido de Samuel Courtauld, el beso entre dos prostitutas que inmortalizó Toulouse-Lautrec o el último cuadro que Miró pintó antes de abandonar el caballete, son algunas de las obras que saldrán a pujas en febrero

Monet pintó Álamos en Giverny en 1887, una fecha clave en su carrera. Estaba creando algunas de las obras más logradas de su producción y empezaba a vislumbrar las grandes series que abordaría a partir de 1890. Doce meses antes, Paul Durand-Ruel había celebrado su primera exposición de artistas impresionistas franceses en Nueva York. Un mercado absolutamente virgen se perfilaba ante sus ojos y la mala racha parecía tocar a su fin. Entre finales de la década de 1870 y principios de 1880, hubo momentos en los que la obra de Monet se había vendido por debajo de los 100 francos, y eso, como señalaba lúgubremente Durand-Ruel, no cubría ni el coste de los marcos. Pero a mediados de la década de 1880, momento en que pinta este óleo, la corriente empresarial empezó a remar a favor de los impresionistas y Monet experimentó la vivificante sensación de que la demanda de sus pinturas crecía en paralelo a sus emolumentos. El cuadro que Sotheby's licita el 3 de febrero en Londres, ha adornado las paredes del MOMA de Nueva York hasta hace poco. Ahora sale a pujas con una estimación de 11,5 a 15,3 millones de euros. En esa misma sesión se brindará también uno de los cuadros más elogiados de Toulouse-Lautrec: En la cama: el beso, ejecutado en 1892, es uno de los óleos más emblemáticos de su serie sobre escenas de burdeles. En este lienzo una pareja de prostitutas es retratada fundida en un amoroso abrazo, con sus cuerpos en escorzo de modo que todo lo que podemos ver son sus brazos entrelazados y sus labios estrechamente unidos. El resultado es un cuadro de una intimidad extraordinaria, y uno de los trabajos psicológicamente más profundos de Lautrec.



Los grandes maestros impresionistas protagonizan también las ventas de Christie's. La portada del catálogo corresponde a Vista de L'Estaque y el Castillo de If pintado por Paul Cézanne entre 1883 y 1885, y que fue adquirido en 1936 por Samuel Courtauld, fundador de la ilustre Courtauld Gallery y el Institute of Art de Londres. El mecenas inglés fue uno de los primeros en reconocer el talento de Cézanne lo que le permitió reunir la mayor colección pública de obras del artista francés en Gran Bretaña. Esta tela fue ejecutada durante una de las últimas visitas que Cézanne hizo a L'Estaque, pequeño puerto pesquero de su Provenza natal, donde acudía con asiduidad desde mediados de 1860 en busca de inspiración. Es un raro exponente del tratamiento que Cézanne hizo de este icónico tema; su formato vertical dota a la composición de una elegante dignidad destacando, además, la notable concentración de forma y color. Se licita el 4 de febrero y su estimación es de 10,4 a 15,7 millones de euros.



Detalle de Vista de L'Estaque, de Paul Cézanne.

"Una pintura debe emitir chispas. Debe deslumbrar como la belleza de una mujer o un poema. Debe irradiar como el pedernal que usan los pastores de los Pirineos para alumbrar sus pipas" pensaba Joan Miró, quien firma 6 de las 24 obras que sustentan la venta de arte moderno. El lote principal es El pájaro de plumaje desplegado vuela hacia el árbol plateado, por el que se piden de 9,3 a 12 millones de euros. En 1953, el mismo año en que fue pintado fue exhibido en la galería Pierre Matisse de Nueva York como parte de una exposición en la que se presentaba una amplia selección de las obras que Miró había creado a lo largo de aquel año. Aquella muestra fue uno de los últimos destellos significativos de la actividad pictórica del artista español, que un año después abandonaría el caballete para consagrarse en exclusiva a la producción de cerámicas, litografías y grabados.



El crepúsculo de los dioses (impresionistas)

En 1987 un icono del arte impresionista, Los girasoles de Van Gogh, revolucionó el mercado del arte al venderse en Christie's por una suma, entonces escandalosa, a un coleccionista japonés. El encargado de dirigir la subasta era Guy Jennings, entonces director del departamento de Arte Impresionista y Moderno de Christie´s, y más adelante Vicepresidente de Sotheby's Europa, quien evoca así aquella sesión memorable: "El remate de Los girasoles triplicó el anterior record del mundo pasando de 8 a 24 millones de libras. Puede que hoy parezca una suma modesta, atendiendo a los precios que se alcanzan en las subastas, pero en aquel momento fue un precio astronómico." Jennings, que en la actualidad es director general del más importante grupo dedicado a las inversiones en arte, The Fine Art Fund Group, sostiene que "hoy la pintura impresionista ha sido reemplazada por el arte contemporáneo como el segmento más caro del mercado, lo que probablemente sea una progresión natural - al igual que el arte impresionista desplazó en su día a los maestros antiguos. En la actualidad, en las subastas, las obras de arte más caras suelen ser creaciones contemporáneas o de posguerra, firmadas por artistas como Francis Bacon. Sin embargo, si saliera al mercado el Van Gogh adecuado o un gran Cézanne, podrían establecer nuevos records".

Bacon visto por Bacon

Dos estudios para autorretrato, de Francis Bacon

Los obsesivos autorretratos de Francis Bacon son un testimonio de la turbulenta vida de uno de los grandes pintores del siglo XX. Dos estudios para autorretrato, que vende Sotheby's el 10 de febrero en Londres preciado entre 17,4 y 24 millones de euros, es uno de los tres únicos autorretratos que el artista pintó en un formato dual. En los años que siguieron al trágico suicidio de su amante George Dyer en 1971, la obra de Bacon fue mostrando una creciente inclinación por ahondar en los oscuros abismos de su psique. Pintado en 1977, casi a escala 1:1, este es un retrato profundamente íntimo, que evoca con crudeza la agitación interior del artista quien, paradójicamente, vivía uno de los momentos más dulces de su carrera profesional. "La gente que me rodea ha ido cayendo como moscas, y no me queda más remedio que pintarme a mi mismo... detesto mi propia cara. Una de las cosas más bonitas que Cocteau dijo fue "cada día, al mirarme en el espejo, veo cómo trabaja la muerte". Eso es lo que se hace uno a sí mismo. "Desde 2013 Bacon ostenta el título de artista más cotizado en subasta. Su tríptico Tres estudios de Lucian Freud, licitado por Christie's, alcanzó los 104,4 millones euros, desbancando a El grito, de Edvard Munch, que había sido rematado en 2012 en 87,6 millones de euros.