Agustín Pérez Rubio

El comisario y ex director del MUSAC de León llega el 1 de agosto a la dirección del MALBA de Buenos Aires. | Es el único director español en un museo de Latinoamérica

Agustín Pérez Rubio (Valencia, 1972) llega al MALBA en plenas vacaciones de invierno bonaerense. Nombrado director del centro hace dos meses, toma el primer día de agosto posesión de su nuevo despacho en el museo fundado por Eduardo F. Costantini en 2001. Un espacio creado para preservar, investigar y mostrar el arte latinoamericano que en 1970 comenzó a comprar este coleccionista y del que reúne ya 600 obras desde los primeros visos de modernidad (Xul Solar, Emilio Pettoruti, Tarsila do Amaral) hasta los conceptualismos o la nueva imagen latinoamericana proyectada por León Ferrari, Liliana Porter o Guillermo Kuitca.



Ahora un español, el único en un puesto de dirección en un centro de arte de América Latina, llega al Malba para hacer frente una nueva época. Historiador, crítico de arte y comisario, fue director del MUSAC de León durante tres años (2009-2012) aunque estuvo vinculado al centro leonés desde 2003, y asegura no sentir vértigo ante el nuevo reto: "Ninguno, solo que quiero aportar lo mejor de mí y de mi experiencia, conocimiento y relaciones a una institución como el MALBA y por ende al contexto argentino y latinoamericano".



Pérez Rubio ha comisariado más de 70 exposiciones para instituciones como el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía y la Bienal de Venecia. Su primera llamada como director del MALBA va a ser al Comité Científico-Artístico, "que será un órgano consultivo fundamental del museo. Formando por destacados comisarios y profesionales con amplias carreras y grandes conocedores del pasado, presente y futuro de América Latina y del mundo del arte en general", asegura.



-¿Cuál es su objetivo principal?

-Los objetivos son diversos y variados. A nivel interno pretendo integrar más las funciones de los diversos departamentos y llevar una línea más acorde entre todos, haciendo que las acciones artísticas del museo participen y se relacionen unas con otras de manera más complementaria. A nivel de Colección, pretendo reformular las muestras de la misma para que sea algo mucho más orgánico y permita enseguida ver desde dónde el museo está hablando y aportando. En cuanto a las exposiciones, quiero comenzar a tejer una red de relaciones con otros centros de arte contemporáneo en América Latina, para hacer proyectos comunes bajo soportes críticos que aporten discurso y cuestionen hegemonías del arte impuestas hasta el momento desde diferentes ámbitos.



-El MALBA cuenta con casi 600 obras de arte moderno y contemporáneo de América Latina. ¿Cuáles son los puntos fuertes de la Colección?

-La Colección da una panorámica ejemplar en el terreno del arte latinoamericano, siendo uno de sus puntos fuertes las vanguardias históricas y el amplio espectro del arte argentino. Aunque por supuesto están representados muchos artistas importantes de todas las décadas y momentos.





Vista de una de las salas de la Colección permanente del MALBA



-¿Y en qué hay que hacer más hincapié?

-Me gustaría completar todo lo relacionado con el arte de los sesenta y setenta en la Colección y también en las exposiciones pues aunque se hicieron muestras de Grippo, Ferrari, Minujin, etc... existe un movimiento desde Argentina muy importante que llega desde aquí a poner en cuestión esas hegemonías de las hablaba en este periodo. Pero sin olvidarme de la practica contemporánea actual, ni tampoco de importantes artistas a los que no se les ha dado el puesto que merecen en el contexto.



-El MALBA nace de un proyecto individual: un coleccionista privado que quiere ir más allá y acaba fundando su propio museo. ¿Se imagina un caso así en España?

- Helga de Alvear está en ello, ¿no? Eso me parece ejemplar. Pero lo más importante no es tener una colección y hacer un museo para ella, sino como bien apuntaba Eduardo Costantini, la labor es saber dejar viva esa institución para el futuro tanto a nivel de organización, con una vocación profesional y pública, como también a nivel económico para que sea auto-sostenible en su concepción como legado para los que vienen después.



-¿Conocemos bien en España el arte latinoamericano?

-En España se ha intentado comprender y saber más desde hace muchos años, a veces desde una mirada un tanto exógena, que, aun así, ha facilitado que se dieran a conocer artistas y profesionales del medio latinoamericanos en todos los contextos: museos, galerías privadas, residencias, conferencias, etc. Otra cosa es la verdadera investigación, y esto se está subsanando desde las instituciones a los particulares con intercambios entre colegas de ambos lados del Atlántico.



-¿A qué artistas argentinos no debemos perder el rastro?

Voy a dar nombres de artistas que ya no están vivas y estoy seguro de que a mucha gente ni le suenan -aunque muchas ya están en colecciones como el MoMA de Nueva York-. No es que no hay que perder el rastro sino que hay que encontrarlo, pues en Europa y en España no se les ha prestado mucha atención: Lidy Prati, Anne Marie Heinrich o Mirtha Dermisache entre otras.



Llega Agustín Pérez Rubio en plena reconversión del MALBA que quiere dejar de ser un museo familiar para ser un museo de carácter profesional con vocación pública. De ahí que una de las acciones a las que va a tener que hacer frente el nuevo director sea a una ampliación. "Para lograr el objetivo es fundamental ampliar el espacio. Con mi experiencia en el MUSAC trabajando con Mansilla y Tuñón creo que estoy preparado para llevar a cabo esta ampliación que permitirá tener unos 2000 m2 más, para la Colección, las exposiciones y algunas dependencias internas", explica el director a quien no podemos dejar de preguntarle por su última etapa en España, por los complicados momentos que atravesó en León: diez años en el museo leonés para acabar con un desplante hacia el nuevo director... "Una evidencia más de estos políticos que venían coartando el proyecto desde hacía tiempo, que gestionan las instancias públicas como si fuera su propia casa, de manera privada, a su antojo".





Fachada principal del MALBA



El Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires

Fundado en 2001 por el coleccionista Eduardo F. Costantini, MALBA - Fundación Costantini fue fundado en septiembre de 2001 con el objetivo de coleccionar, preservar, estudiar y difundir el arte latinoamericano desde principios del siglo XX hasta la actualidad. Hoy la colección cuenta con 600 obras de más de 240 artistas que van desde los inicios de la modernidad hasta las producciones más recientes del arte contemporáneo, con trabajos procedentes de Argentina, Uruguay, Brasil, México, Ecuador, Cuba, Colombia, Venezuela, Chile, entre otros países: Xul Solar, Diego Rivera, Frida Khalo, Tarsila do Amaral, Wifredo Lam, Emilio Pettoruti, Roberto Matta, Joaquín Torres-García,Antonio Berni, Emiliano Di Calvacanti, Pedro Figari y David Alfaro Siqueiros, entre otros.



En 2004, el MALBA dio inicio a un Programa de Adquisiciones con el objetivo de ampliar la colección hacia el arte contemporáneo y completar su patrimonio histórico. El programa es financiado por la Fundación Costantini, la Asociación Amigos de MALBA y un grupo de particulares, fundaciones y empresas que generosamente participan de la convocatoria.



Además de las exposiciones temporales -entre 8 y 9 cada año-, el museo cuenta con un programa dedicado al arte actual más local, con el objetivo de contribuir a crear un espacio para la práctica curatorial profesional y, a la vez, un campo de discusión para la producción de los artistas contemporáneos latinoamericanos. Hasta abril de 2014, se han realizado ya 31 exposiciones del Programa Contemporáneo que se completa con intervenciones específicas de los artistas.



Con un presupuesto anual de 5 millones de dólares (la mitad proviene de la Fundación Eduardo F Costantini), el MALBA recibe un promedio anual de 400.000 visitantes. Y, desde 2002, ha realizado coproducciones y préstamos de obras propias a otras instituciones nacionales e internacionales,como el MoMA, Nueva York; Tate, Londres; The Museum of Fine Arts, Houston; Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofia y Museo Thyseen Bornemisza, Madrid; IVAM, Valencia; Pinacoteca de São Paulo; Museo de Arte Moderno de México y Museo Rufino Tamayo, DF, entre muchos otros.