MUJER. La vanguardia feminista de los años 70

Círculo de Bellas Artes - Fundación Banco Santander / Sala Picasso. Alcalá, 42. Madrid. Hasta el 1 de septiembre.





Es la primera vez que vemos en España una selección de los fondos de la colección SAMMLUNG VERBUND, creada en 2004 en Viena y centrada en la mirada a la "vanguardia feminista", según la define la directora de la colección y la comisaria de esta muestra, Gabriele Schor. En total son más de 200 obras de 21 artistas, entre ellas Helena Almeida, Sanja Ivekovic, Valie Export, Ana Mendieta, Hannah Wilke, Martha Rosler o Cindy Sherman. Patrocinada por la Fundación Banco Santander y con sede en el Círculo de Bellas Artes, donde se expone también el trabajo de Harry Callahan, Edward Weston y el de Fernando Brito, la exposición explora las coordenadas del arte feminista de la década de los 70 e indaga en el significado político del cuerpo. Muchas de estas imágenes son ya un icono visual dentro de la historia del arte reciente, determinantes en la lucha por la liberación y la afirmación de género y contra la discriminación.




Violeta Bubelytè

Museo Nacional del Romanticismo. San Mateo, 13. Madrid. Hasta el 15 de septiembre.





El Museo del Romanticismo se estrena como una de las nuevas sedes de PHE -junto a la Fundación Mapfre, la Sala Juana Mordó del Círculo de Bellas Artes y Tabacalera-, con una de las exposiciones más especiales: los Autorretratos de Violeta Bubelytè (Lituania, 1956). Fue la primera en retratarse desnuda en una época, los 80, de dura represión política y que la llevó a ser tachada de inmoral en cuanto hizo su primera gran exposición individual, en 1989. A diferencia de otras artistas de su generación, ella no reclama con su obra la emancipación femenina ni reflexiona sobre la sexualidad. Su obra huye de la frivolidad y se concentra en elementos formales como la luz y la composición. Con imágenes crudas, melancólicas e introspectivas, Violeta Bubelytè utiliza su cuerpo como excusa para enfrentarse a reflexiones acerca de la soledad.




Conocimiento es poder

Real Jardín Botánico - CSIC. Plaza de Murillo, 2. Madrid. Hasta el 28 de julio.





El cuerpo como objeto ideológico agrupa en esta exposición en el Jardín Botánico, comisariada por Pascal Beausse, a catorce artistas que trabajan con el cuerpo como símbolo y herramienta de resistencia, de protesta, de compromiso social. Entre las artistas, encontramos a una buena representante de esa mirada, Barbara Kruger, cuya obra cuestiona muchos de los estereotipos socioculturales y cuestiona el poder, la sexualidad y la representación. Además, encontramos los trabajos de Maria Thereza Alves, Kader Attia, Sammy Baloji, Marc Patut, Boris Mikhailov o Taryn Simon. Todos trabajan con el cuerpo como un lugar, un medio descubrimiento, de disfrute y conocimiento del otro.




Frantisek Drtikol

Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Calcografía Nacional. Alcalá, 13. Madrid. Hasta el 28 de julio.





Frantisek Drtikol (1883-1961) fue el primer fotógrafo checo de importancia internacional. Fue audaz para su tiempo, aunque su carrera duró poco: estudió fotografía en su Praga natal y, tras varios viajes por Europa, abrió en 1910 un taller donde fotografiaba a la élite política y cultural checa de principios del siglo XX. Su paso por el ejército le llevaría a dejar la fotografía en 1935, para centrarse en la meditación. La vertiente más conocida de su trabajo es el desnudo, uno de los géneros más populares en la fotografía de la República Checa. Su obra destaca por el uso de la luz para resaltar la plasticidad a través de las sombras y representa la transición del pictorialismo a la fotografía moderna, con influencias simbolistas.




Laura Torrado

Comunidad de Madrid / Sala Canal de Isabel II. Santa Engracia, 125. Madrid. Hasta el 25 de agosto.





El título, La oscuridad natural de las cosas, prestado por Charles Baudelaire, es ya un buen autorretrato de Laura Torrado (Madrid, 1967), introspectiva y discreta, que presenta en esta exposición comisariada por Mariano Navarro una amplia revisión de dos décadas de trabajo. Se presenta en la Sala Canal de Isabel II con un recorrido ascendente, bajo un orden temático y reuniendo muchas de sus fotografías y vídeos. Para Laura Torrado la fotografía es lo que queda, una huella, un rastro. Es una máscara, una acción en parte mágica, en parte poética. Sus narraciones también nos sitúan en un camino a medias, en historias escurridizas, donde no podemos controlarlo todo. Esa realidad oscura en la que esta artista se mueve como pez en el agua. Sus obras son una evocación de situaciones, recuerdos, emociones, miedos y sueños.