Fachada del Estudio Noviciado 9, en Madrid

Hoy el estudio de Darío Villalba (San Sebastián, 1939), situado en el madrileño barrio del Viso, no huele a pintura, ni el suelo está lleno de tierra y periódicos, ni se visualizan brochas a simple vista. Todo está recogido bajo un orden inaudito. Algunas de sus últimas obras, la foto de un gitano y la una hamaca movida por el aire, reposan en el suelo junto a otras piezas míticas como Jones-Raya Roja (1970-93) que desde el testero frontal a la puerta nos mira, como siempre, desafiante. La de su artífice, el artista, es igual de incisiva que siempre. "Abrir mi estudio es como abrir mi alma", dice. Con esa máxima abandera uno de los proyectos artísticos de esta temporada, Open Studio, la apertura simultánea durante cuatro días, del 4 al 7 de octubre, de 38 estudios de artistas que viven y trabajan en Madrid. Villalba es un invitado especial así como Chema Madoz. Ambos actúan como padrinos de esta iniciativa que habitual en otras ciudades como Londres, Nueva York, Hong Kong, Ámsterdam o Berlín. Y poco común en Madrid. La idea viene avalada por un completo abanico internacional: Desde el Ministerio de Cultura y Asuntos Exteriores, Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento, a la Fundación Banco Santander y la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID). Un completo comité asesor formado, entre otros, por coleccionistas como Pilar Citoler y Francisco Cantos, apoya también estas jornadas.



Estudio de Darío Villalba

La idea surgió casi de manera informal, explican las responsables Carolina Díaz y Eugenia Álvarez, al comprobar que en Madrid no había nada similar, tan sólo aperturas de estudios por barrios o visitas a talleres de artistas al hilo de eventos como la Noche en Blanco. Así pasó en 2008. El entusiasmo de los artistas, añaden, ha sido fundamental. Muchos están en la ruta por invitación directa. Otros, por convocatoria. Hasta 120 solicitudes han recibido. Un éxito que las ha llevado a pensar ya la segunda edición de Open Studio, prevista para el 24-26 de mayo de 2013, una semana antes de dos grandes citas del año: la Bienal de Venecia y Art Basel. Dicen que la promoción y difusión del arte español es la mayor de las premisas y que todo girará entorno a ello. El acceso del público es libre previa inscripción en la página web www.openstudio.es. Además, un programa de visitas de profesionales del mundo arte contemporáneo internacional remata las visitas. Se esperan comisarios, directores de museos y coleccionistas, entre ellos a Luc Haenen y Carine Van Aelst y Wilfried y Yannicke Cooreman, especialmente interesados en arte emergente.



Estudio de Marlon de Azambuja

Y es que ése es uno de los puntos fuertes de esta edición de Open Studio. Además de artistas con larga trayectoria ya como el propio Villalba, Chema Madoz y otros como Mateo Maté, Abraham Lacalle, Alicia Martín y Marina Núñez, más de la mitad de esos 38 estudios son de artistas menores de 35. La lista es larga y de lo más diversa: Marlon de Azambuja, Antonio Ballester Moreno, Carlos Irijalba, Almudena Lobera, Maíllo, Boa Mistura, Hisae Ikenaga, Elena Alonso, Françoise Vanneraud, Pedro Luis Cembranos... Muchos de ellos presentes en las exposiciones organizadas para este nuevo arranque de septiembre, que empieza a inaugurar ya esta semana.



El recorrido, además, descubre tres nuevos espacios de trabajo compartidos por artistas. Además de No Estudio, están Espacio Vacío, Estudio Noviciado9 y Estudio Beneficiencia. En la lista final, el capital afectivo se vislumbra en las invitaciones de unos artistas a otros, un hecho que da cierto sentido generacional a la propuesta hecho desde dentro, contando con la opinión directa de los protagonistas, los artistas. Llevábamos tiempo hablando de que faltaban conexiones básicas y reales entre el gremio artístico de la ciudad que contribuyera a promocionar a los artistas que trabajan en Madrid. Veremos en qué punto este proyecto contribuye a ello.