Benedetta Tagliabue y Enric Miralles

El estudio EMBT, que lleva las siglas de sus fundadores, ocupa por entero una espaciosa planta de un edificio situado justo detrás de la estatua de Colón, en el corazón de la Barcelona que más aman los turistas. Allí, entre olor a mar, a dátiles y a pan recién horneado, se respira el ambiente cosmopolita y urbano que tanto amó Enric Miralles (Barcelona, 1955-2000). Cuando murió víctima de un tumor cerebral en un caluroso día de julio de hace justamente 12 años, su viuda y socia, la milanesa Benedetta Tagliabue (1963) se dijo que en el futuro crearía una fundación que mantuviera vivo el espíritu de Miralles y preservara los principios de la arquitectura que él defendía con ahínco.



Hace tan sólo unos meses, el destino se le puso de cara ofreciéndole una planta desocupada en el mismo edificio, nada menos que 500 metros cuadrados de techos altísimos ubicados justo debajo de su estudio. "De manera que aquí estamos -afirma una sonriente Benedetta-, por fin hemos podido hacer realidad la Fundación, un espacio que mantendrá viva la memoria de Enric y no será únicamente un lugar en el que poder contemplar maquetas y planos, sino que la idea es que sea un punto de encuentro, de reflexión y de creación en el que arquitectos jóvenes puedan desarrollar proyectos y dar luz a sus ideas. En la planta de arriba, el estudio, llevaremos a cabo los proyectos reales, tal y cómo estamos haciendo desde hace años. Mientras que en la planta de abajo, la Fundación, se desarrollará una arquitectura más experimental".



El caso es que la Fundación, basándose en el modo de hacer y pensar de Enric Miralles, se constituye como un centro para la experimentación de la arquitectura contemporánea, siendo una plataforma de conocimiento y promoción que actuará a partir de un archivo con diferente material sobre Enric Miralles, su obra y la arquitectura contemporánea. A la vez también será un espacio abierto en el que se dará continuidad al trabajo realizado por el arquitecto, a través del apoyo a arquitectos emergentes que podrán participar en programas de residencia e intercambios internacionales. En este espacio también se desarrollarán talleres, cursos, conferencias, seminarios y exposiciones temporales.





"Es cierto que yo he sido su impulsora y ejerceré cómo presidenta -continúa Tagliabue- pero éste es un proyecto colectivo, en el que ha participado mucha gente cercana a Enric, desde Rafael Moneo hasta Arata Isozaki y Oriol Bohigas, que nos acompañan en esta jornada de inauguración y que son miembros de honor de este ente y velarán por su continuidad".



Tagliabue, que afirma que los dos hijos que tuvo con Miralles (Caterina, de 17 años y Enric, de 15) muestran un profundo amor por el arte "aunque jamás los he presionado para que sigan nuestros pasos porque ellos han de descubrir su propio camino profesional y vital", señala también que "son muchos los arquitectos europeos, asiáticos y americanos que reconocen tener siempre sobre la mesa, cuándo están dibujando, un libro de Enric Miralles porque les sirve de referencia y de brújula. Ese ha sido el verdadero impulso que ha enmarcado mi decisión de crear esta fundación. Enric tenía una capacidad muy potente para comunicar su obra y ese interés que sigue despertando en los profesionales ha de mantenerse en pie".



La recién estrenada institución, que estará abierta al público, inicia su andadura con una exposición temporal que durará hasta finales de septiembre y que muestra las obras que unos alumnos de Harvard han desarrollado este curso 2011-2012, bajo la dirección de Tagliabue, sobre la barcelonesa plaza de las Glorias. "Habrá también un comité asesor de la Fundación que aconsejará sobre distintos temas. Y cada seis meses se revisará el archivo Miralles y se hará una exposición temática acompañada de otra contemporánea", añade.



"Lo que se exhibe ahora -afirma el arquitecto Oriol Bohigas- refleja con mucha coherencia el espíritu que tendrá la fundación. Por un lado se recuerda el archivo Miralles y por otro se muestra la parte más viva y actual de la arquitectura de hoy, exponiendo los trabajos de jóvenes arquitectos, con su lado más fresco y más creativo".



Mientras tanto, el estudio EMBT sigue consolidando su trayectoria con varios proyectos en los que está inmersa su directora. "Ahora estamos haciendo una universidad de Ciencias Económicas muy grande en el centro de Shanghai y, paralelamente, estamos ultimando un conjunto de viviendas en Barajas y la sede de L'Oreal en Barcelona".