Carlos Urroz, director de ARCOmadrid

Con un sentido recuerdo a Antoni Tàpies ha empezado la presentación de ARCOmadrid 2012, la 31 edición de nuestra feria de arte contemporáneo por excelencia, la más veterana e internacional. 215 galerías de 29 países y con los Países Bajos como invitado de honor y protagonista del programa Focus, que cada año centra la mirada del visitante en un país, aterrizarán en Madrid el próximo 15 de febrero para, durante cinco días, mostrar a profesionales y público general las propuestas de 3.000 artistas.



Al margen de las cifras, que siempre abruman, ARCO presenta este año una novedad esencial: cada galería mostrará en su stand a un artista destacado, un nombre clave de su nómina que, en la mayoría de los casos, traerá a la feria algo especial y novedoso. Una iniciativa pensada para atraer al coleccionista, sobre todo al extranjero. "Muchas galerías han decidido volver a apostar por ARCO animadas por este nuevo programa", ha asegurado el director de ARCO, Carlos Urroz. Es el caso de Chantal Crousel de París (que presenta la obra de Haegue Yang), Carlier i Gebauer de Berlín (Rosa Barba), Esther Schipper de Berlín (Angela Bulloch) y Micheline Szwajcer de Amberes (Luciano Fabro).



Coleccionistas para animar el mercado

Además, la feria invita a 280 coleccionistas, siempre propuestos por las galerías, sobre todo de Holanda, Europa Central y del Este, alguno menos de Estados Unidos, que pasarán dos días, no necesariamente los de profesionales (y esta flexibilidad también es nueva), en ARCO. "Intentamos traer a mucha gente de fuera para compensar de algún modo las carencias del mercado interior", explica Urroz. A esto se une la segunda edición del programa First Collector: la asesora Elisa Hernando organiza y ordenas las visitas de los coleccionistas que quieren iniciarse en la feria. "Las visitas a los stands y las compras no están dirigidas, ya dependen del ánimo de comprador y galerista", aclara el director. El año pasado entre 10 y 15 nuevos coleccionistas compraron en ARCO tras pasar por la asesoría y este año ya hay peticiones de 25 interesados, algunos repiten en este servicio gratuito de la feria. "Es importante aunque no supone un volumen grande de ventas, hay que tener en cuenta que el Reina Sofía, por ejemplo, gasta mucho más que todos los first collectors juntos", recalca Carlos Urroz.



En realidad, todo está pensado para animar al mercado porque, a pesar de que Luis Eduardo Cortés, presidente ejecutivo de Ifema, haya asegurado que el arte es uno de los sectores que mejor está aguantando la crisis, lo cierto es que las galerías no están pasando un buen momento, que las ventas institucionales, que solían ser las más cuantiosas, se han reducido mucho y que el número de jóvenes coleccionistas que compraban en ARCO de manera más o menos habitual también se ha minimizado.



Una cita internacional

En cuanto a la internacionalización de la feria, Urroz afirma que "es sin duda un cita internacional en el calendario de Madrid", y además, ARCO ha estado muy presente en ferias de todo el mundo con presentaciones y demás actos sociales. En cuanto a los países más interesados en ARCO, además de las 14 galerías neerlandesas, hay que volver a destacar la presencia latinoamericana en el programa Solo Projects donde 23 artistas del subcontinente presentan una pieza de la mano de sus respectivas galerías y elegidos por seis comisarios. De Europa vienen las más jóvenes: 25 espacios con menos de siete años de andadura traen a sus artistas al programa Opening. La selección este año es del comisario Manuel Segade. Mientras, Asia sería la región con menor presencia, "un campo a desarrollar", según Urroz, aunque complicado por las diferencias culturales y de calendario (ARCO coincide, por ejemplo, con el Año Nuevo chino lo que dificulta aún más la presencia de galerías del país).



Y si la presentación empezaba con la mirada puesta en Barcelona y en uno de sus artistas más destacados, Tàpies, volvíamos a la Ciudad Condal para hablar, irremediablemente de otra feria, la que podría surgir allí de la mano de Vicente Todolí. Y aquí Carlos Urroz ha sido tajante: "No creo que haya campo en España para dos ferias. En todos los países que ha ocurrido esta dualidad, Colonia-Berlín, Chicago-Nueva York y ahora Nueva York-Miami, han perdido las dos ferias. Aunque el de Barcelona es un proyecto distinto, algo especial, y habrá que esperar a ver cómo lo hacen". Eso sí, la postura de Ifema es políticamente correcta: "Cuanta más variedad mejor", finalizaba Luis Eduardo Cortés.