Vista del display para Images with their own shadows, 2010

Una exposición distinta propone el croata David Maljkovic en el mítico espacio de Secession. Una muestra sin contenido narrativo. ¿Qué nos presenta, entonces, el croata si la narración es parte esencial en su trabajo?

David Maljkovic (Rijeka, Croacia, 1973) es uno de los artistas esenciales para entender uno de los asuntos centrales de la creación contemporánea: la reflexión sobre la herencia moderna en el marco de las transformaciones históricas acaecidas en la Europa del este desde mediados del siglo XX. Una poderosa impronta temporal recorre todo su trabajo, con alusiones que se dirigen al pasado y al futuro, ahondando respectivamente en la amnesia y en la posibilidad, la siempre grata expectativa de que algo ocurra.



Afortunadamente, conocemos bien el trabajo de Maljkovic en nuestro país. Al trabajo que con él realiza desde 2008 Nogueras Blanchard se une la pequeña individual realizada en el Reina Sofía en 2010 y su participación en colectivas en varias instituciones como, entre otras, el MUSAC o el MACBA. Su nombre no es, por tanto, novedoso, pero el proyecto que ha realizado en la Secession de Viena es tan singular que merece, de nuevo, nuestra atención.



Bajo el título Exhibitions for Secession, Maljkovic presenta una selección de trabajos a medias. Se trata de las estructuras arquitectónicas, el mobiliario de presentación y, en definitiva, el atrezzo que utiliza para contextualizar sus fotografías, documentos, películas, collages y vídeos. El espacio está poblado de elementos que constituyen la re-escenificación de motivos que no son trabajos en sí, pues han sido despojados del contenido narrativo que auspiciaban, sustituido ahora por una serie de efectos como juegos de luces, sonidos y nieblas. Así, el artista croata sugiere la transfiguración de lo narrativo en un conjunto más bien etéreo de pautas sensoriales.



Pero no es que quiera Maljkovic eliminar la narración y dejarnos sólo la cáscara, sino que quiere explorar qué pueden contar estos "moldes". Un buen ejemplo es la arquitectura que da cobijo a Images with their own shadows, una pieza de 2008 que puede verse ahora en Caixaforum Madrid en la exposición La persistencia de la geometría, la muestra conjunta de las colecciones de La Caixa y el MACBA. En ella, una estructura sirve de marco a una proyección en 16 mm que abunda en las evoluciones del grupo EXAT 51, colectivo de artistas croatas que, en su Manifesto de 1951, proclamaron la libertad del artista y propusieron zafarse de la presión que ejercía el Realismo Socialista en la creación artística de los países comunistas. Exat 51 es una referencia recurrente en el trabajo de Maljkovic. En Viena, el artista ha situado en el centro mismo de la sala principal de la Secession la misma forma arquitectónica que, en vez de servir de marco a la proyección, ahora inexistente, es atravesada por un potente haz de luz que corre ahora en sentido inverso, cegando al espectador.



También pueden verse las vitrinas de Sources in the Air tal y como se montaron en El grito, la expo que puede verse hasta el domingo en el MUSAC. Tal vez recuerden la pieza. De la parte inferior de grandes vitrinas colgaban cuadros de pequeño formato que mostraban imágenes fragmentarias, de iconografía dislocada y enigmática. Aquí, los cuadros están ausentes y sólo vemos las vitrinas, que como el resto de los trabajos expresan el enaltecimiento de las artes menores frente a la alta cultura que también reclamaron los miembros de EXAT en su apología de la libertad creativa.



Es una exposición extraña y bien armada, que versa fundamentalmente sobre la idea de enseñar por encima de la de qué enseñar. Tal vez como insistir en el hecho de crear, en los procesos más que en el resultado de la obra en sí. Y para el espectador es una experiencia ambigua, que le liga a la evocación de las posibilidades narrativas de cada estructura.