Carlos Alcaraz, eufórico tras el punto de Granollers.

Carlos Alcaraz, eufórico tras el punto de Granollers. Captura de redes sociales

Tenis

Alcaraz alucina con el punto de Granollers que decidió la final del US Open dobles: saltos de alegría y manos a la cabeza

El murciano se mostró impresionado con el resto que hizo el tenista catalán que supuso el break decisivo para llevarse el partido.

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La victoria de Marcel Granollers y Horacio Zeballos en la final del US Open desató la euforia de un Carlos Alcaraz que estaba viendo el partido junto con su equipo en el gimnasio.

En un partido tan apretado, cada punto cobraba mucha importancia y después de que la dupla hispanohablante salvara hasta cuatro bolas de partido, el tenista catalán decantó el partido con un golpeo que dejó boquiabierto al actual número dos del mundo.

Tras repartirse un set cada equipo, al último se llegó con 5-5 y 40-30 para Granollers y Zeballos, aunque sacaban Joe Salisbury y Neal Skupski. El catalán contrarrestó un gran saque de los británicos con un resto espectacular que dejaba atónito no solo a sus rivales, sino también a su propio compañero.

El break se consiguió y Alcaraz alucinó en el gimnasio junto con Juan Carlos Ferrero. Carlitos empezó a dar saltos de alegría y a gritar de emoción.

Además, hizo gala de su ya característico "¡Vamos!" que no faltó mientras festejaba, aplaudiendo por el 'puntazo' que acababa de meter quien será su compañero en la Copa Davis la próxima semana.

Y es que antes de que el resultado se aclarase, el murciano sufrió como ninguno siguiendo el encuentro. La victoria del español y del argentino tuvo su épica después de que los británicos desperdiciaran hasta cuatro bolas de partido.

Una losa que les terminó pesando mucho después de que Granollers y Zeballos les rompieran su servicio para tener así la victoria de cara.

La igualdad del partido parejo se mantuvo hasta la muerte súbita, que cayó del lado del dúo hispano-argentino. Los británicos, dos antiguos números 1 en la modalidad, rozaron la gloria en una manga definitiva vibrante, donde llegaron a disponer de una triple pelota de partido con 4-5 y 0-40 para llevarse el grande estadounidense.

Con una capacidad de sufrimiento sobrehumana, Granollers y Zeballos lograron salir del escollo para hacerse con el trofeo.