Herbert y Kyrgios se saludan tras el partido.

Herbert y Kyrgios se saludan tras el partido. Jerry Lai Reuters

Tenis US Open

Sin buscarlo, Kyrgios también provoca un incendio

El australiano remonta 4-6, 7-6, 6-3 y 6-0 a Pierre-Hugues Herbert tras una conversación con Mohamed Lahyani, juez de silla del partido.

31 agosto, 2018 00:42
Nueva York (enviado especial)

En Nueva York, lo nunca visto: un árbitro haciendo de entrenador. Durante la segunda ronda del Abierto de los Estados Unidos, Mohamed Lahyani, uno de los mejores jueces de silla del circuito, abandonó su posición para ir animar a Nick Kyrgios, que había empezado a dar síntomas de apatía, de renunciar a luchar por la victoria, al estar cayendo 4-6 y 0-3 ante Pierre Hugues-Herbert. En mitad de un descanso, la conversación entre el árbitro y el tenista (“quiero ayudarte, te he visto jugar y sé que eres muy bueno, pero el que está en la pista ahora mismo no eres tú”, le dijo el primero) tuvo un efecto motivador que lo cambió todo: desde ese momento, el australiano reaccionó hasta acabar remontando 4-6, 7-6, 6-3 y 6-0 a su rival para citarse con Roger Federer (7-5, 6-4 y 6-4 a Benoit Paire) el próximo sábado. A Herbert, claro, se le quedó una cara de tonto que le llegó hasta el suelo. 

“Si estuvieses en el otro lado de la pista y el juez de silla le diese una charla como esa a tu oponente, ¿tendrías algún problema con ello?”, le preguntaron a Kyrgios al llegar a la sala de prensa. “¿Qué tipo de charla crees que me estaba dando?”, respondió el australiano. “No me estaba dando ningún consejo. No tengo entrenador y no lo he tenido en mucho tiempo. Por supuesto que no me ayudaba, ¿de qué hablas?”, siguió Kyrgios. “No estoy seguro de que fueran ánimos, simplemente me dijo que le gustaba. No se si eso son ánimos, solo dijo que no me estaba viendo bien. No me ayudó en absoluto”, repitió el número 30 del mundo.

“Vi que Mohamed bajaba de la silla y me sorprendió bastante”, confesó Herbert. “Fue a hablar con él, pero no escuché nada porque estaba intentando concentrarme en lo mío. Solo sé que desde ese momento Nick empezó a jugar mucho mejor, concentrado al 100%”, añadió. “Una vez terminado el partido es inevitable pensar en lo que habría pasado si Mohamed no hubiese bajado de la silla. El árbitro no tiene que hablar para nada con él. La única cosa que puede decirle es que preste atención, que si sigue así tendrá un warning. Puede decir eso desde la silla, no necesita acercarse a él, no necesita decir las palabras que ha dicho en el vídeo, ese no es su trabajo. No es un entrenador, es un árbitro y debería haberes quedado sentado en la silla”. 

En los minutos posteriores al partido, y mientras lo sucedido en la pista 17 corría por los pasillos del torneo, los organizadores del Abierto de los Estados Unidos se sentaba con Lahyani buscando esclarecer lo ocurrido y minutos después hacían pública su postura al respecto del incidente, que no convenció a casi nadie.

“Mohamed Lahyani dejó su silla para ver cómo estaba Nick Kyrgios”, explicaron desde el torneo en un comunicado. Se levantó de la silla debido al ruido que había en el estadio durante el descanso para poder comunicarse bien con Kyrgios. Lahyani estaba preocupado porque Kyrgios pudiera necesitar atención médica”, continuaron. Lahyani le dijo a Kyrgios que si se sentía enfermo, el torneo podría proporcionarle ayuda médica. También le informó de que si su falta de interés en el partido continuaba tendría que tomar medidas”.