Me siento delante del ordenador y repasando en mis recuerdos estoy sorprendido porque se trata de la primera vez que escribo de Rafael Nadal. Sé que no debo buscar adjetivos ante una gesta, ni hablar de admiración. Ademas, sé que lo que voy a decir parecerá banal, pero voy a escribir de una persona normal. De alguien que ha sido durante toda su carrera un ejemplo, un referente en todo lo que ha hecho, un espejo en el que mirarse. Pero sorprendentemente parece que por primera vez a ese modelo se le hubiesen olvidado todas sus virtudes, y que toda esa energía se hubiera evaporado y se hubiese vuelto vulnerable.

Rafa Nadal, durante el torneo de Pekín.

Rafa Nadal, durante el torneo de Pekín. Reuters

Me gustaría hablar de los motivos, pero el estar fuera del circuito no me permite profundizar en el por qué. Podría buscar motivos TÉCNICOS, ya que alguno de sus golpes ha cambiado por las dificultades de movilidad, o motivos TÁCTICOS, pues al regresar de la lesión se volvió mucho más agresivo, y eso afectó al FÍSICO, ya que se acortaron los partidos. El resultado es que Nadal permite ahora a sus rivales que ellos hagan más su juego sin cansarse tanto, y eso le produce dudas que nunca tuvo, afectando al foco, al objetivo, al aspecto MENTAL. Es como si no consiguiera aceptar esa nueva situación, y el resultado es el opuesto de lo que le ha pasado toda su vida.

Verlo en Nueva York perder ese partido contra Fabio Fognini ganando 2 sets, con break y ventajas después. Romper tres saques en el tercero, cuarto y quinto set y perder, es algo inaudito. Los críticos le piden cambio de 'coach', los escépticos que lo deje, y los incrédulos opinan que nunca será el mismo. Mi opinión es que debe enfrentarse al porqué, a lo que le hace dudar, sentándose a pensar, hurgando en sí mismo, acercando el cómo es al cómo se muestra, sin pensar en el pasado ni en el futuro, ni en ser perfecto, ni en los demás.

Necesita de verdad mirar a ese espejo para ver dónde está hoy en el presente, ver qué no tiene que sí tenía antes a nivel TÉCNICO, y entonces ajustar su TÁCTICA y su juego MENTAL a esas nuevas características. ¿Puede hacer ese análisis y ser honesto consigo mismo en el presente sin ser influenciado por la historia y las expectativas? ¿Puede de verdad analizarse y ser brutalmente honesto en el presente con el equipo que tiene en este momento a su alrededor? Porque si todo él respira hábitos, familia, lealtad e historia, será muy difícil lograrlo sin la ayuda de alguien experto en ese presente. La verdad, no sé si los de alrededor pueden hacerlo como en el pasado en vez del experto.

Todo el team son la historia con él, son su historia y a la vez su familia, para lo personal y para lo profesional son lo mismo, igual que la mayoría del resto de su gente.

Y ellos tienen expectativas también. Son su entorno. Él los protege, los carga a sus espaldas. Él es responsable de sus vidas. Ése es siempre el problema cuando alguien se encuentra algún bache o algún obstáculo y es una estrella en el cine, en el periodismo o en el deporte. Si él parase, ¿qué hacen los demás? Es muchísimo peso encima cuando debes ser egoísta para tener un segundo capítulo y adaptarte. Ellos representan su historia y tienen expectativas de futuro también y las cargas van directas a tu consciente o a veces a tu inconsciente, en definitiva el MENTAL.

Las expectativas traicionan y no te dejan pensar en tus herramientas (técnica), en cómo ordenarlas (táctica), en la cantidad de tiempo que puedes usarlas (físico) y en la calidad de cómo usarlas (mental). Ahora Rafa tiene los mismos problemas que el resto de los humanos. Se ha vuelto normal y sólo los que consiguen juntar esos cuatro factores mencionados logran ser excepcionales.