Antonio Prieto, en una imagen reciente.

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Antonio Prieto (63), exatleta español: "Me ofrecieron 6.000 euros de entonces por correr un cross… y no lo corrí"

El exatleta español habla en Jot Down Sport de las decisiones que tomó a lo largo de su carrera.

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Antonio Prieto fue uno de los grandes fondistas españoles de los años 80 y 90. Participó en Juegos Olímpicos, Mundiales y dejó un legado de disciplina y talento que lo situó entre los mejores de su generación.

Pero cuando mira atrás, lo que recuerda no son solo los podios, sino las decisiones que rechazó tomar por dinero. En una entrevista publicada en Jot Down Sport, el atleta de 63 años recuerda un momento clave: "Me ofrecieron 6.000 euros de entonces por correr un cross… y no lo corrí".

La anécdota sintetiza una filosofía de vida muy distinta a la que hoy impera en el deporte profesional. Prieto explica que en aquella época, "el atletismo de ruta te permitía ganar dinero".

Los organizadores de carreras pagaban cantidades significativas para asegurar la participación de las grandes figuras. Seis mil euros en los años 80 era una suma considerable, especialmente para un deportista español que no gozaba de los patrocinios de los que disfrutaban los futbolistas o los tenistas de élite.

Sin embargo, Prieto rechazó la oferta. La razón no fue capricho ni orgullo, sino una decisión meditada sobre qué era lo mejor para su carrera atlética en ese momento.

"Yo tenía un plan de entrenamientos, una preparación específica", explica. Aceptar correr ese cross hubiera significado desajustar todo lo que había planificado, comprometer su forma física a mitad de temporada y traicionarse a sí mismo como deportista.

Esta tensión entre el dinero y la coherencia deportiva es el hilo que recorre toda su trayectoria. Prieto vivió una etapa dorada del atletismo español, cuando las distancias largas aún generaban interés e ingresos reales.

Pero a diferencia de muchos compañeros que capitalizaban cada oportunidad económica, él eligió priorizar la excelencia competitiva. "Cuando eres joven y ambicioso, tienes que elegir: ¿quiero ganar dinero rápido o quiero ser el mejor en lo que hago?", reflexiona ahora.

Diferencias

El contraste con el panorama actual es brutal. Hoy, un fondista español de élite lucha por invitaciones a carreras importantes, y cuando las consigue, suele traer premios muy inferiores a los que Prieto se negó a obtener hace cuarenta años.

El atletismo de ruta, que fue una fuente significativa de ingresos, ha sido erosionado por la democratización del running amateur y la fragmentación de patrocinios. Los grandes fondistas ya no pueden vivir solo de correr carreras; necesitan contratos con federaciones, patrocinadores multinacionales o convertirse en entrenadores y comentaristas.

Prieto no lamenta su decisión. De hecho, la presenta como parte de un aprendizaje vital más amplio. En la entrevista de Jot Down, reflexiona sobre cómo el atletismo le sirvió "para quitarse los complejos de clase".

Creció en un contexto obrero, en barrios periféricos de Madrid, y el atletismo fue su vía de movilidad social. Pero lo que le hizo diferente fue que nunca vio el deporte como un medio de enriquecimiento rápido, sino como una disciplina que exigía sacrificio, planificación y coherencia con uno mismo.

Su relación se suma a una ola de atletas que están cuestionando la obsesión del deporte profesional con el dinero. Mientras otros exfutbolistas hablan de derroche y de cómo ganaban millones sin saber dónde, Prieto habla de oportunidades rechazadas por principios. "6.000 euros era mucho dinero" , reconoce. Pero no era suficiente para traicionar lo que había planeado.