Tyson Fury derriba con un genial uppercut a Whyte

Tyson Fury derriba con un genial uppercut a Whyte Europa Press

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Tyson Fury se convierte en leyenda: derriba a Whyte para conservar el título y se acerca a la retirada

El británico tumbó a su rival en el sexto asalto con un uppercut legendario y tras la pelea anunció que probablemente haya sido su última función. 

24 abril, 2022 03:18

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Tyson Fury lo ha vuelto a hacer. El boxeador británico eligió su casa para firmar una noche para la historia. El púgil dominador del peso pesado puso su título en juego ante una gran amenaza como era Dillian Whyte. Un acontecimiento que ya es leyenda del mundo de los cuadriláteros y que tuvo lugar en el majestuoso estadio de Wembley ante 94.000 personas. 

Un combate que fue mucho más que una deliciosa velada de boxeo. También fue un canto a la libertad y a la normalidad y es que después de los dos años tan duros que ha pasado la sociedad, celebrar un evento con casi 100.000 personas dentro de un recinto parece una fiesta que hay que celebrar y disfrutar a cada segundo. Y para colmo, Fury llevó la locura a todos sus aficionados, a esos que tras el combate dedicó su victoria. 

El gigante británico fue el dominador de una pelea en la que Dillian Whyte intentó presentar oposición. Sin embargo, pocos dudaban de que la victoria pudiera escapársele a uno de los luchadores con la pegada más potente que se recuerda. El campeón de los pesos pesados consiguió retener su título y con esta victoria alarga su invicto hasta los 33 combates. Una tarjeta que pocas veces se podrá volver a repetir en la élite más absoluta, esa sobre la que ha bailado Fury durante toda su carrera. 

El rey no tuvo piedad de su contrincante y tras una intensa lucha en la que hubo momentos de tensión y pique, consiguió llevarse la victoria tras un K.O colosal en el sexto asalto. Fury encontró casi sin avisar un uppercut de esos que calan hondo, que se sienten desde que se carga la mano. Un golpe seco, de abajo arriba y directo al mentón que dejó a White completamente destrozado. 

De hecho, Dillian quedó totalmente noqueado sobre el cuerpo de Fury que se le quitó de encima con un pequeño empujón. Y acto seguido, se fue al suelo al no poder ni tenerse en pie. Rápidamente intentó levantarse, pero cuando el árbitro le pidió que confirmara que podía seguir manteniendo la guardia, volvió a caer contra las cuerdas incapaz de sostener su propio peso. Fury lo había vuelto a hacer, era el ganador del combate. Había firmado el guion más perfecto que hubiera podido soñar. 

Fury, de principio a fin

Londres había sido testigo de un combate épico y el Consejo Mundial de Boxeo volvía a coronar a su monarca, al 'Gipsy King'. Sin embargo, la victoria había empezado a cimentarse desde el principio. Tyson salió a marcar diferencias con el jab en el primer asalto ante un rival que se defendió bien y contraatacó con golpes al estómago, aunque no hubo daños en ninguno de los dos bandos.

Desde la larga distancia, el campeón defensor marcó el ritmo protegiéndose alternativamente con su guardia de zurda para después cambiar al perfil derecho. Estaba consiguiendo mucha ventaja al sacar provecho de su mayor alcance en los golpes gracias a su envergadura y potencia. Ya en el tercer asalto, los golpes de Fury volvieron a ser los más profundos y certeros antes de dar paso a una fase un tanto deslucida. 

Las buenas manos precedieron a un breve periodo de agarres, golpes ilegales y algún cabezazo. Uno de ellos hirió al retador en la ceja derecha. Dillian decidió cambiar su táctica y buscó el intercambió en la corta distancia para neutralizar a Fury. No lo logró y después de 15 minutos de contienda se veía muy por debajo en las tarjetas.

Whyte había conseguido llegar vivo a los momentos de la verdad. Sin embargo, lo que no se esperaba es que Fury le había reservado uno de los golpes de su carrera para poner punto y final a una velada espectacular. Las casi 100.000 personas que abarrotaban Wembley explotaron al ver caer al retador después de la que probablemente sea la última genialidad de un luchador histórico. 

El adiós de Fury

Tras el combate, y disfrutando de su cinturón y de la celebración con su entrenador, Sugar Hill, Fury soltó otra bomba, la de su retirada, la cual parece estar ahora más cerca que nunca. Antes eso sí alabó la buena puesta en escena de su rival. "Whyte es un guerrero. Podría ser un gran campeón del mundo. Pero hoy, en el estadio deportivo más grande de todos los tiempos, afortunadamente para él, se ha enfrentado a mí y ha estado en el combate más grande posible. Es un hombre top, genial, es duro y tiene el corazón de un león. Se ha enfrentado a uno de los pesos pesados más importantes de la historia. Creo que he conectado el mejor uppercut de mi carrera esta noche".

Con estas palabras se despedía y le dedicaba su victoria a su legión de fans: "Quiero agradecérselo a este hombre, mi entrenador, que es un gran luchador como yo. Sugar, eres una leyenda y me has convertido en el mejor pegador de los pesos pesados. Eres el mejor entrenador del mundo y me has convertido en el gran pegador que soy". 

Y por último, anunciaba su más que probable adiós: "Estoy orgulloso de haber venido a Wembley, a mi casa. Le debía esto a los aficionados, se lo debía a todas las personas del Reino Unido. Creo que ha llegado el momento de bajar el telón. Esta fue la última pelea del 'Gipsy King' porque le prometí a mi esposa terminar después de las tres ante Wilder, pero fue mejor acabar en casa". A falta de confirmación oficial, Fury ya es leyenda. 

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