Blanca Fernández Ochoa posa con su medalla

Blanca Fernández Ochoa posa con su medalla EFE

Otros Deportes JUEGOS OLÍMPICOS DE INVIERNO

De los Fernández Ochoa al ridículo de 'Juanito' Mühlegg: España en los JJOO de Invierno

La delegación nacional debutó en este tipo de eventos hace 85 años y desde entonces ha acumulado éxitos, cuatro medallas y varias decepciones. 

30 enero, 2022 06:00

Noticias relacionadas

Quedan solamente unos días para que los Juegos Olímpicos de Invierno comiencen de nuevo. Pekín 2022 se presenta como una de las citas más controvertidas de la historia. La pandemia de la Covid-19, las dificultades para generar nieve artificial y los boicots políticos a China han marcado la actualidad de los últimos meses. Sin embargo, el deporte ya está listo para tomar el protagonismo y España se prepara para dejar la mayor huella posible. 

Serán unos Juegos Olímpicos de Invierno también muy especiales para España. La delegación nacional, con el Comité Olímpico Español a la cabeza, comandará a los 14 deportistas de nuestro país que pelearán por sus objetivos en la nieve y el frío de Pekín. El objetivo no es otro que poder traer la quinta medalla, lo que supondría un hito histórico para el deporte nacional. 

Cuatro medallas en la historia de los JJOO de Invierno no parecen un botín demasiado grande para un país como España, pero lo cierto es que los grandes éxitos internacionales en este tipo de disciplinas son muy preciados. En Pekín, Paquito y Blanca Fernández Ochoa, Javier Fernández y Regino Hernández buscarán herederos entre los Ander MirambellLucas Eguibar, Queralt Castellet y compañía para seguir sumando éxitos al medallero nacional. 

Queralt Castellet y Ander Mirambell.

Queralt Castellet y Ander Mirambell. COE

86 años de historia

El hecho de que España solo tenga cuatro metales en su medallero de los Juegos Olímpicos de Invierno no quiere decir que sea un país nuevo o sin experiencia en este tipo de competencias. Su historia se remonta muchos años y muchas décadas para encontrar su inicio. Concretamente hasta 1936. 

En un año de mal recuerdo para España, el deporte se encargó de encender una luz entre tantos problemas. Fue en Garmisch-Partenkirchen, en Alemania, donde la delegación nacional hizo su debut en unos Juegos de Invierno. Con aquella participación España se convertía en uno de los primeros países de habla hispana en formar parte de la edición invernal de unos Juegos. Después de no haber estado en Chamonix 1924, Sankt-Moritz 1928 y Lake Placid 1932, los nuestros encontraron su momento. 

Desde entonces, han sido 86 años de participaciones de manera ininterrumpida hasta que el COE, junto con sus 14 guerreros, tome Pekín para dejar en lo más alto el nombre del país en la edición que comenzará en tan solo unos días. En aquellos Juegos de Garmisch-Partenkirchen en 1936 España contó con seis deportistas. Ernestina Maenza Fernández-Calvo en descenso, Margot Moles Piña en eslalon y descenso y Oriol Canals Farriols, Enrique Millán Alarcón, Tomás Velasco Palomo y Jesús Suárez Díaz en las pruebas de 18 kilómetros. Este último fue elegido como el primer abanderado. 

Los resultados no fueron especialmente buenos, pero el mayor éxito que se consiguió en Alemania fue la apertura de España a este tipo de pruebas y competiciones. El camino, aunque corto, fue sólido, ya que sirvió para que decenas de atletas lo hayan seguido después durante casi un siglo. El COE comenzó en aquel momento a escribir una historia que aún continúa sin haberse saltado ni una sola página. 

Partido de hockey hielo en los Juegos Olímpicos de Garmisch-Partenkirchen 1936

Partido de hockey hielo en los Juegos Olímpicos de Garmisch-Partenkirchen 1936 JJOO

Paquito y Blanca, los elegidos

Después de aquella victoria social e institucional de 1936 que supuso para España entrar en los Juegos Olímpicos de Invierno, había que dar el siguiente paso. Ese apuntaba lógicamente al aspecto deportivo, a los éxitos. Había que encontrar los primeros buenos resultados y, por supuesto, las primeras medallas. 

Ese primer título se hizo de rogar más de lo que muchos esperaban. Ni en las previsiones más negativas se hubieran atrevido a afirmar que habría que aguardar 36 años para encontrar la primera medalla de una delegación española. Al menos, la espera sirvió para entrar en el medallero por la puerta grande. 

En Sapporo 1972, en las pruebas de eslalon masculino de esquí alpino, Paquito Fernández Ochoa hacía historia para España dándole su primera medalla en unos Juegos Olímpicos de Invierno. Fue un éxito que paralizó a un país ya que el esquiador español se colgó el oro después de completar con maestría todas sus pruebas. Sin duda alguna, aquello fue uno de los mayores hitos que se recuerdan en la historia moderna, ya no del deporte nacional, sino de España en general. 

Con aquel éxito conseguido por Paquito Fernández Ochoa, España además ponía fin a una impresionante racha sin medallas. Incluyendo los Juegos Olímpicos de verano también, la delegación nacional no se traía una presea desde Roma 1960, cuando se ganó un bronce en hockey sobre hierba. Ni en Tokio 1964 ni en México 1968 se consiguieron éxitos notables, por lo que hubo más de una década de sequía. 

Paquito Fernández Ochoa celebra su oro en Sapporo 1972

Paquito Fernández Ochoa celebra su oro en Sapporo 1972 JJOO

Tras ese primer triunfo invernal, hubo que esperar 20 años para que España volviera a ganar una nueva medalla. La casualidad y la fortuna quisieron que esta nueva presea llegara desde dentro de la misma familia. Blanca Fernández Ochoa, hermana de Paquito, consiguió un bronce en la misma prueba, pero de categoría femenina, en Albertville 1992.

Un hito para el olimpismo nacional que unos meses después celebraría los que hasta ahora han sido los únicos Juegos organizados por una ciudad española, los de Barcelona 92'Un país que había competido durante 56 años en este tipo de pruebas encontró dentro de una misma familia a las dos luces que iluminaban sus participaciones en los Juegos Olímpicos de Invierno. 

Pyeonchang 2018, el reencuentro

Tras aquellos éxitos en el eslalon de esquí alpino, España entró de nuevo en una fase de hastío y pocos triunfos. Hubo que esperar 26 años para que el deporte nacional volviera a cantar medallas, aunque lo haría eso sí por partida doble. Los de Pyeonchang 2018, los últimos celebrados hasta que Pekín levante el telón, son con diferencia los mejores Juegos de Invierno en la historia de España. 

La cita celebrada en Corea del Sur hace algo menos de cuatro años coronó a dos grandes deportistas del panorama nacional que, casualmente, ya han dejado su actividad profesional. Fueron Javier Fernández y Regino Hernández. El patinador español encontró su éxito con un bronce en la modalidad de patinaje artístico en categoría individual, mientras que el rider lo hizo dos días después en las pruebas de snowboard cross. 

Ninguno de ellos estará en la nueva cita que se celebrará en Pekín, pero sí esperan haber dejado un camino algo más llano del que ellos se encontraron con el propósito claro de no tener que volver a esperar varias décadas para cantar más medallas. Desde el COE también esperan que Pyeonchang 2018 fuera el impulso y el trampolín definitivo que los deportes de invierno en España necesitaban para brillar en la máxima esfera internacional. 

Regino Hernández enseña su medalla de oro en Barajas.

Regino Hernández enseña su medalla de oro en Barajas. EFE

Escasez de diplomas

Si España solo cuenta, hasta el momento, con cuatro medallas en su haber, la realidad es que el número de diplomas olímpicos ganados tampoco es mucho mayor. Aun así, sirve para agrandar un poco más el palmarés nacional. En total han sido ocho los deportistas que han conseguido traerse un triunfo de peso de sus respectivas citas olímpicas. 

El primer diploma olímpico llegó en el año 1956 en Cortina d'Ampezzo en una prueba muy poco habitual en España. Alfonso de Portago, quien fuera el primer piloto español capaz de competir en la escudería Ferrari, y Antonio Sartorius, rozaron el cajón en Bobsleigh al terminar cuartos en la prueba por parejas. 

En Sarajevo 1984 y Calgary 1988, Blanca Fernández Ochoa hizo sus primeras tentativas serias a la medalla que ganaría después el Albertville. Firmó un sexto y un quinto puesto respectivamente. También en esquí, pero en Salt Lake City 2002, María José Rienda se apuntó otro diploma olímpico al terminar sexta en eslalon gigante. Solo cuatro años más tarde, en Turín 2006, rider Jordi Font terminó cuarto en snowboard cross y volvió a rozar el bronce. 

En los penúltimos Juegos Olímpicos de Invierno realizados hasta la fecha, los de Sochi 2014, España ganó dos diplomas más. Javier Fernández quedó cuarto en patinaje artístico mientras que Lucas Eguibar, que sí estará en Pekín 2022, terminó séptimo en las pruebas de snowboard cross. Y en los de Pyeonchang 2018, el último diploma ganado hasta la fecha fue el de Queralt Castellet en las pruebas de snowboard HalfPipe. 

La deportista española de snowboard, Queralt Castellet

La deportista española de snowboard, Queralt Castellet LAAX OPEN

La vergüenza de 'Juanito' Mühlegg

La historia de España en los Juegos Olímpicos de Invierno no solo ha estado construida de victorias a pequeña escala y de participaciones constantes. También ha tenido episodios que unos podrían calificar de vergüenza, otros de ridículo y todos, de lástima. El más celebre es sin duda el de Johann Mühlegg, también conocido como 'Juanito' Mühlegg

Este esquiador de origen alemán y nacionalizado español pasó de ser héroe a villano de los deportes de invierno. Uno de los episodios más duros para la afición nacional que había encontrado en Johann a todo un referente para sentir pasión por estos deportes. 

Durante un breve período de tiempo se convirtió en el mejor olímpico de invierno de la historia de España gracias a las tres medallas ganadas en Salt Lake City 2002, en Estados Unidos. De aquel éxito fugaz cosechado en Utah que cumple 20 años solo queda la vergüenza generalizada, la sensación de ridículo y un agujero en el historial nacional. 

'Juanito' ganó tres medallas de oro de manera consecutiva en las pruebas de 30 kilómetros libre, 10 km+10 km persecución y en la prueba de 50 kilómetros clásico de esquí de fondo. Un hito que no tenía parangón en la historia de nuestro deporte. Sin embargo, al término de su última prueba, se dio la voz de alarma de que una de sus muestras perteneciente a un control de dopaje había dado positivo. De esta manera, se le descalificó de las pruebas de 50 kilómetros. 

En las muestras obtenidas del esquiador se había encontrado darbeopoetina, una sustancia relacionada con la eritropoyetina, la cual estaba prohibida en las prácticas deportivas. Su caso fue llevado al Tribunal de Arbitraje Deportivo y finalmente terminó perdiendo las tres medallas, sus récords y su condición de rey absoluto de los deportes de invierno en España, dejando además una mancha imborrable en el expediente. Pasó de ser un héroe, felicitado por el entonces rey Juan Carlos I y por el presidente del Gobierno José María Aznar, a un ridículo nacional repudiado en cada rincón del territorio. 

Una vez cumplida su pertinente sanción de dos años, Johann Mühlegg intentó regresar al deporte y al equipo de esquí nacional con la intención de estar en los Juegos Olímpicos de Turín 2006. Sin embargo, la falta de apoyos le terminó empujando a dejar la nieve de manera profesional. Tras desaparecer de la espera pública se marchó a Brasil donde montó una empresa de construcción con la que consiguió labrarse una nueva vida e incluso hacer fortuna.  

Johann 'Juanito' Mühlegg, con sus medallas de oro en los Juegos Olímpicos de invierno

Johann 'Juanito' Mühlegg, con sus medallas de oro en los Juegos Olímpicos de invierno Reuters

Rienda, la política pionera

Otra de las historias más célebres de los deportistas de invierno en la historia de España es la protagonizada por Maria José Rienda. La esquiadora granadina de 46 años tiene el honor de ser la atleta que mayor número de victorias le ha dado al palmarés nacional en la Copa del Mundo de Esquí.

Fue parte del equipo español desde el año 1989 hasta el 2011 y llegó a participar hasta en cinco Juegos Olímpicos de Invierno, desde Lillehammer 1994 hasta Vancouver 2010. Su mejor resultado fue aquel diploma ganado en Salt Lake City 2002. Además, en Turín 2006 fue la abanderada nacional. 

A partir de ese año, tras una caída en Estados Unidos, comenzó a arrastrar unos graves problemas de rodilla que lastraron su potencial hasta que decidió poner punto y final a su carrera deportiva en 2011. Recibió la Medalla de Oro de la Real Orden del Mérito Deportivo, concedida por el Consejo Superior de Deportes de España, y poco después arrancó su carrera política. 

Comenzó siendo responsable de la Dirección del Programa Deportivo de la Estación de Esquí y Montaña de Sierra Nevada. En julio de 2015 fue nombrada Directora General de Actividad y Promoción del Deporte de la Junta de Andalucía. Más tarde daría el salto a la política nacional convirtiéndose en la primera mujer al frente del Consejo Superior de Deportes y en la Secretaria de Estado para el Deporte del Gobierno de España hasta el año 2020. 

Maria José Rienda

Maria José Rienda EFE

Pekín 2022, la esperanza

Estas son algunas de las historias más destacadas que ha dejado España en los Juegos Olímpicos de Invierno. Desde Garmisch-Partenkirchen 1936 hasta ahora han sido escasos los éxitos, pero las delegaciones nacionales no se rinden y acuden cada edición desde entonces de manera consecutiva con la ilusión y la ambición de tocar metales y seguir haciendo historia. 

Ander Mirambell, Laura Barquero, Marco Zandron, Adrián Díaz, Olivia Smart, Adur Etxezarreta, Joaquim Salarich, Nuria Pau, Javier Lliso, Thibault Magnim, Imanol Rojo, Jaume Pueyo, Lucas Eguibar y Queralt Castellet serán los 14 representantes que tendrá España en las diferentes pruebas que se van a celebrar en Pekín. Y en todos ellos estarán puestas las esperanzas para que esa quinta medalla pueda llegar para seguir haciendo historia. 

[Más información: Estos son los 14 deportistas españoles que competirán en los Juegos Olímpicos de Invierno de Pekín 2022]