La dura vida de Poli Díaz en prisión: sin fecha para salir, acorralado por las causas penales y con VIH

El 2021 debía ser el año de Policarpo 'Poli' Díaz (Madrid, 1967) y acabará de la peor manera: entre rejas. Había grandes planes para que 'El Potro de Vallekas' hiciera su regreso triunfal al ring de boxeo, pero a donde regresó hace unos meses fue a la cárcel, donde permanece en prisión preventiva desde el pasado 23 de junio y sin vistos a salir pronto en libertad.

El penal del Salto del Negro, en Las Palmas, es donde se encuentra Poli Díaz desde hace casi seis meses, que se cumplirán dentro de menos de diez días. Era una fecha clave para ver si el expúgil profesional, ocho veces campeón de Europa, podía salir en libertad provisional, pero la cautelar ha sido renovada por unos meses más, tal y como ha podido saber EL ESPAÑOL a través de fuentes del entorno del boxeador retirado.

De momento, el juicio por un posible delito de violencia contra su expareja sigue sin fecha para su celebración. Será el Juzgado de Violencia sobre la mujer Número 2 de Las Palmas el que atienda una petición fiscal en base a un "delito de maltrato habitual grave (Art. 173 del Código Penal), lesiones continuadas graves (Art. 153) y amenazas en el ámbito familiar (Art. 169)".

Poli Díaz, en su promoción para el último combate de su carrera. UGC

La situación de Policarpo es delicada y se enfrenta a una petición de pena alta por sus antecedentes, que llevarían a la circunstancia agravante de reincidencia que aparece regulada en el artículo 22.8ª del Código Penal. Desde el entorno de Poli Díaz, además, temen que se lleve a cabo un castigo ejemplar al tratarse de una figura pública de su categoría, siendo uno de los deportistas españoles más ilustres de finales de los años 80.

Cinco causas penales

A Poli Díaz le 'ahogan' las causas penales, teniendo pendiente otra en el Juzgado de instrucción número 42 de Madrid por un posible delito de robo con violencia e intimidación con fecha de noviembre de 2020. La suma aumenta por diferentes causas conmutadas por multas de cuantía económica en los Juzgados de lo Penal Número 1, 30 y 38 y que se reconvertirían en pena de prisión. Habría una sexta causa en camino, tal y como ha podido saber este diario.

Tras medio año encarcelado, Poli Díaz toca fondo. Lo que está por venir no parece esperanzador y, además, se ha conocido que es portador del VIH. La revelación ha llegado a través de Dolores Isabel Rivero Sánchez, quien fuera pareja suya y denunciante por un delito de violencia, que descubrió esta semana en la televisión canaria la afección que padece 'El Potro de Vallekas'.

En tratamiento por el VIH

La revelación de la expareja ha molestado a los familiares de Poli Díaz al considerar que es un tema que debía quedar en el ámbito privado. Fuentes de prisión confirman que el expúgil se está sometiendo a un tratamiento antirretroviral, es decir, de medicamentos que ayudan a tener una vida más larga y sana a las personas seropositivas y a reducir el riesgo de transmisión del virus.

Para Poli Díaz se ha acabado la esperanza de volver a subirse a un ring de boxeo y ponerse los guantes para una pelea más. El regreso triunfal a lo Mike Tyson que tanto deseaba y por el que trabajó durante un tiempo ha quedado descartado por su enésimo escándalo y la incertidumbre sobre cuándo podrá salir de prisión.

Es el peor final para una leyenda del boxeo. Tampoco es el primero al que ser portador del virus aleja definitivamente de los cuadriláteros, estando en la memoria de todo aficionado al pugilismo el caso de Tommy 'El Duque' Morrison, quien se hizo un hueco en los 90 entre los mejores pesos pesados (participando, incluso, en la película Rocky V) y se retiró en 1996 tras dar positivo en VIH. 

'El Potro' besa la lona. Hace solo un año que se preparaba para volver a pelear y antes de verano estaba en marcha la preparación de una gran velada, a celebrarse en el último tercio de 2021, que le permitiría dejar atrás su pasado. La realidad ha acabado siendo bien diferente y Poli Díaz no ha logrado separarse de los problemas que le han perseguido desde que su vida se empezara a torcer tras aquella pelea con Pernell Whitaker en julio de 1991.

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