El K.O más inesperado de Poirier a McGregor: gritos y una camilla tras fracturarse la pierna

Fuerza, rivalidad, tensión y máxima expectación. Eran algunos de los condimentos que tenía el combate entre McGregor y Poirier, que se veían las caras una vez más en la UFC 264. Un combate caliente y esperado para los grandes aficionados de la lucha que, sin embargo, concluyó antes de tiempo y con sorpresa. The Notorius, cuando estaba acorralado por Poirier, apoyó mal y se fracturó la pierna. Un K.O que los jueces no dudaron en confirmar.

Lo que iba a ser una noche larga y apasionante quedó en un simple asalto. McGregor, como de costumbre, saltó con ganas de destrozar al rival. Un buen primer asalto que justo en su tramo final se volcó del lado de Poirier, que en una tanda de golpes dejó contra la pared a McGregor. Podía sacar 'tajada' de esos últimos segundos y lo consiguió, pues logró tirarle al suelo para seguir con su objetivo.

Pero McGregor, nada más caer a la lona, ya dejó entrever que algo sucedía. Sonó la campana y el equipo del irlandés no tardó en saltar para ayudarle. Se había fracturado la pierna, previsiblemente la tibia, y con algún que otro problema en el tobillo. McGregor, tranquilo pero señalándose constantemente la zona de la lesión, no podía continuar.

Una tranquilidad que, sin embargo, dejó también espacio a los gritos de dolor cuando los fisios intentaron intervenir. Una cámara a pie de pista consiguió captar el sufrimiento de un McGregor que pocas veces se deja ver frágil tanto frente a sus rivales como frente a los aficionados.

Tan solo pasaron unos segundos y los jueces decidieron poner punto y final a la noche. Primer asalto y K.O contra McGregor de Poirier por esa lesión. Un triste desenlace para The Notorius que no hace más que calentar el siguiente enfrentamiento entre ambas estrellas de la UFC.

Salida en camilla

Reflejo de la gravedad de la lesión fue que no pudo salir por su propio pie. Eso sí, siempre manteniendo la compostura y sin perder la imagen de 'bestia' que suele trasladar siempre que se postra ante las cámaras. En camilla y acompañado de todo su séquito y de los servicios médicos, McGregor abandonó las instalaciones pensando en su recuperación.

La baja del irlandés puede extenderse varias semanas y aún se desconoce la totalidad del tiempo que estará lejos del octógono. La cita de Las Vegas quedará para el recuerdo de un McGregor que pretendía erigirse como leyenda en un enfrentamiento como el previsto ante Poirier. La revancha tendrá que esperar.

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