Bennett saluda a White tras anotar los Patriots.

Bennett saluda a White tras anotar los Patriots. REUTERS

Otros Deportes

Los ganadores de la Super Bowl que desprecian la felicitación de Donald Trump

Devin McCourty y Martellus Bennett, compañeros de Tom Brady -afín a Trump-, no quieren coincidir con "un Presidente lleno de opiniones polarizadas y prejuicios".

9 febrero, 2017 16:49

Noticias relacionadas

La profunda división institucional que vive estos días EEUU en torno a la figura de su flamante Presidente, Donald Trump, y su presión a las cámaras representativas y al propio poder judicial, tiene dos nuevos protagonistas. Devin McCourty y Martellus Bennett, compañeros de Tom Brady -afín a Trump- en los Patriots de Nueva Inglaterra, han decidido rechazar la invitación del mandatario a la Casa Blanca tras la consecución de la Super Bowl.

"No veo el modo de que yo vaya allí", apuntaba McCourty el pasado domingo tras la épica remontada de los Patriots. "No voy a ir a la Casa Blanca. Básicamente, porque no me siento aceptado en la Casa Blanca. Con un Presidente lleno de opiniones polarizadas y prejuicios, creo que cierta gente puede sentirse de acuerdo allí mientras que otras no", añadía.

Por su parte, su compañero Bennett descartó inmediatamente visitar a Trump en la Casa Blanca tras conseguir el anillo de campeón. E, incluso, se permitió criticar sus políticas tras concluir el encuentro ante los Falcons. En caliente, ante un micrófono a pie de campo, el jugador espetó contundentemente: "¡Derriben el muro! Te amo, México".

Una visita ideologizada

En el caso de Bennett -quien ya apoyó al quarterback de los 49ers Colin Kaepernick cuando a principio de temporada protestó contra la discriminación racial en mitad de los partidos-, se trata de una cuestión de sesgo. "América fue edificada sobre la inclusión, no la exclusión", reflexionaba cuando el jugador de los 49ers plantaba su rodilla en el suelo durante el himno nacional para concienciar sobre la violencia racial que atribuía a la policía.

Unas palabras que contrastan con el amor mutuo que se profesan su compañero Tom Brady, líder de los Patriots, y Donald Trump. El Presidente estuvo apoyando a los Patriots durante la Super Bowl y llegó a felicitar a los de Nueva Inglaterra cuando remontaron el partido -después de haber abandonado su fiesta de la final cuando los de Nueva Inglaterra iban perdiendo 28-3-.

Lo cierto es que Trump jamás ha ocultado su admiración por los Patriots y, en especial, por su propietario, Robert Kraft, quien se ha mostrado públicamente a favor de Trump en tiempos de campaña. Es más, en 2015 Brady no acudió -alegando una cuestión familiar prioritaria- a la recepción que organizó Barack Obama en la Casa Blanca tras la consecución de la XLIX Super Bowl de los Patriots.