Oscar Pistorius hablando antes del juicio.

Oscar Pistorius hablando antes del juicio.

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Oscar Pistorius, condenado a seis años de prisión por el asesinato de su novia

Así lo ha decretado la juez del caso, Thokozile Masipa, que decidió que la pena no fuera de 15 años, tal y como se había pedido desde muchos estamentos. 

6 julio, 2016 10:45

El Tribunal Superior de Pretoria ha condenado a seis años al atleta sudafricano Oscar Pistorius por el asesinato de su novia, la modelo Reeva Steenkamp. Así se ha comunicado en la lectura de la sentencia, en la que la juez ha dado validez a la prueba de un testigo del Estado.


El fallo pone fin a un proceso judicial que se inició el 14 de febrero de 2013, cuando el corredor disparó cuatro tiros a través de la puerta de uno de los cuartos de baño de su vivienda creyendo -según defiende- que había un ladrón en su vivienda. Aquel supuesto intruso era su pareja, una joven de 29 años licenciada en Derecho y modelo de profesión que murió en el momento.

El juicio por estos hechos comenzó casi un año después -el 3 de marzo de 2014- y se prolongó durante seis meses, en los que testificaron toda clase de expertos forenses y testigos. La jueza Thokozile Masipa, la misma que debe dictar la sentencia definitiva, creyó al acusado y le condenó a cinco años de prisión como autor de un delito de homicidio, es decir, muerte sin premeditación.

Pistorius condenado a 6 años de prisión

Este fallo fue anulado por el Tribunal Supremo, que declaró a Pistorius culpable de un delito de asesinato, penado en Sudáfrica con un mínimo de15 años de cárcel. El Supremo admite que no existen pruebas suficientes para determinar si el corredor sabía quién había detrás de la puerta, pero dejó claro que cuando alguien dispara cuatro veces de esa forma lo hace con una indudable intención de matar, lo que le convierte en culpable de asesinato.

Ahora, la Fiscalía solicita un mínimo de quince años de prisión para el atleta, mientras que la defensa pide una conmutación de la pena por labores sociales. El abogado de la defensa considera que su cliente ya ha pagado por un crimen que ha puesto fin a su carrera deportiva y ha tenido para él graves consecuencias económicas y psicológicas.