Bottas y Pérez, nuevos pilotos de Cadillac F1

Bottas y Pérez, nuevos pilotos de Cadillac F1

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El sueño americano regresa a la F1 con un nuevo plan: así será Cadillac F1, con sedes en EEUU y Silverstone y apoyo de Ferrari

Una marca histórica de Estados Unidos se prepara para irrumpir en el campeonato de 2026 con ambición, experiencia y una estructura multinacional.

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La Fórmula 1 se prepara para recibir en 2026 un proyecto que promete romper moldes y devolver a Estados Unidos una presencia completa en la categoría reina del automovilismo.

General Motors, a través de su icónica marca Cadillac, ha logrado la aprobación para convertirse en el undécimo equipo de la parrilla, marcando así un hito: será la primera vez desde 2016 que la competición contará con más de diez escuderías.

Bajo el nombre Cadillac F1 Team, el conjunto americano debutará justo en el momento en que entran en vigor las nuevas regulaciones técnicas, con lo que espera maximizar su impacto desde el primer día.

La experiencia como base

El proyecto ha dado ya un golpe de efecto al confirmar una alineación de pilotos de primer nivel. Sergio 'Checo' Pérez, que dejará Red Bull al finalizar 2025, y Valtteri Bottas, fuera de la F1 tras su desvinculación con Sauber.

Ambos pilotos suman más de 500 Grandes Premios disputados y más de 100 podios en conjunto. Esta experiencia acumulada será esencial para el desarrollo del monoplaza y la puesta en marcha de un equipo completamente nuevo.

Dan Towriss, CEO del equipo, resaltó que Pérez y Bottas ofrecen "el equilibrio perfecto entre talento, madurez y motivación", y su elección refleja claramente el carácter estratégico de la propuesta americana.

Bottas expresó que desde el primer contacto con Cadillac percibió "algo diferente, algo ambicioso pero también realista".

El piloto finlandés subrayó el valor de formar parte de una estructura que se construye desde cero, con la oportunidad de ayudar a moldearla en cada fase de su desarrollo.

Por su parte, Checo Pérez calificó su llegada como "un capítulo increíblemente emocionante" en su carrera. Destacó el honor que supone ser parte de una escudería que no solo busca competir, sino representar con orgullo el espíritu americano en la máxima categoría del deporte del motor.

Simulación del monoplaza de Cadillac

Simulación del monoplaza de Cadillac

El dilema de las sedes

Cadillac F1 operará desde tres sedes estratégicas que reflejan su identidad híbrida entre Estados Unidos y Europa, algo que será todo un reto operativo para el equipo y que en el pasado no ha dado grandes éxitos.

La sede principal estará en Fishers, Indiana, donde se levantan nuevas instalaciones especialmente diseñadas para las necesidades de un equipo de Fórmula 1.

En Charlotte, Carolina del Norte, se han destinado 150 millones de dólares para la creación de un centro técnico que contará con dos edificios de 19.000 y 40.500 metros cuadrados, respectivamente.

Allí trabajarán entre 300 y 350 empleados especializados en el desarrollo de las futuras unidades de potencia.

Valtteri Bottas y Checo Pérez, en una imagen de archivo

Valtteri Bottas y Checo Pérez, en una imagen de archivo Europa Press

En paralelo, la base europea se sitúa en Silverstone, Reino Unido, una ubicación clave por su cercanía al ecosistema técnico de la Fórmula 1.

Actualmente ya hay seis edificios en funcionamiento, donde se han generado más de 6.000 planos y se han fabricado más de 10.000 componentes.

Además, el primer chasis desarrollado por el equipo ha superado las pruebas de choque con éxito, un paso crucial en la preparación de su debut.

Los nombres del proyecto

El liderazgo de este ambicioso proyecto recae sobre Dan Towriss, CEO de TWG Motorsports, con Graeme Lowdon como Team Principal, reconocido por su experiencia en Virgin y Marussia.

El legendario campeón del mundo de 1978, Mario Andretti, aporta su sabiduría como asesor del consejo directivo.

En el apartado técnico, el equipo cuenta con figuras como Nick Chester, ex Renault y Mercedes en Fórmula E, que actúa como director técnico principal.

Junto a él, Russ O'Blenes dirige la división de unidades de potencia de alto rendimiento de GM, mientras que Rob White, con amplia experiencia en Renault y Alpine, supervisa las operaciones.

A mediados de 2024, el equipo ya había contratado al 67% de su plantilla objetivo, con aproximadamente 600 empleados incorporados, lo que demuestra el ritmo acelerado del desarrollo.

La aprobación oficial para participar fue obtenida en noviembre de 2024, y la confirmación definitiva por parte de la FIA y Formula One Management se espera para marzo de 2025.

La estructura organizativa está siendo diseñada para soportar un crecimiento sostenido con vistas no solo al debut en 2026, sino a un proyecto a largo plazo con visión internacional.

Apoyo de Ferrari

Desde el punto de vista técnico, Cadillac utilizará motores Ferrari durante las temporadas 2026 y 2027, además de adoptar inicialmente las transmisiones y suspensiones suministradas por la Scuderia.

Esta colaboración le permitirá contar con una base competitiva desde el principio, mientras se desarrollan los propulsores propios de General Motors, que está previsto que debuten en 2028.

El desarrollo aerodinámico, por su parte, se lleva a cabo en el túnel de viento de Toyota en Colonia, Alemania, una instalación de referencia a nivel mundial.

Apuesta a largo plazo

La entrada de Cadillac a la Fórmula 1 también implica una inversión financiera significativa. La escudería ha abonado una tarifa anti-dilución de 450 millones de dólares como condición para su incorporación al campeonato.

Esta elevada suma no parece ser un obstáculo para General Motors, que ha dotado al proyecto de un presupuesto prácticamente sin restricciones para el año 2025, aprovechando que no participa todavía en el campeonato.

Esta ventaja permitirá al equipo avanzar a un ritmo superior en el desarrollo de su estructura y monoplaza.

Además, por su condición de nuevo participante, gozará de beneficios reglamentarios como mayor tiempo de uso del túnel de viento y horas adicionales de simulación.

Tanto Pérez como Bottas serán piezas clave más allá del pilotaje. La idea es que ambos contribuyan activamente a la definición del ADN del equipo, establezcan una cultura de trabajo sólida y aporten su conocimiento en el desarrollo del coche.

El propio Bottas destacó que en Cadillac ya ha visto "el mismo nivel de profesionalidad y hambre competitiva" que encontró en los mejores equipos con los que ha trabajado.

Por su parte, Checo se mostró confiado en que juntos podrán construir "un equipo que, con el tiempo, luche al frente" y se consolide como el auténtico "equipo de las Américas", un concepto que busca generar apoyo y orgullo en todo el continente.

Aunque las ambiciones son altas, los responsables del equipo han optado por un enfoque realista en sus objetivos a corto plazo.

Sergio Pérez, junto a un Cadillac de calle

Sergio Pérez, junto a un Cadillac de calle

Checo reconoció que Cadillac empezará "en una posición muy difícil" y que el éxito dependerá de "qué tan rápido logramos progresar".

El foco inicial estará puesto en la construcción de una estructura sólida, más que en obtener resultados inmediatos.

A medio y largo plazo, el objetivo es lograr competitividad sostenible, crear una base técnica genuinamente estadounidense y, eventualmente, convertirse en proveedor de motores para otras escuderías.

El debut de Cadillac F1 coincidirá con la entrada en vigor de la nueva normativa técnica, que transformará las unidades de potencia híbridas para priorizar la energía eléctrica, con un reparto del 55% eléctrico y 45% térmico.

Esta reestructuración reglamentaria abre una ventana de oportunidad para que los equipos nuevos, como Cadillac, puedan integrarse desde el inicio en igualdad de condiciones frente a los conjuntos establecidos.

Cadillac no regresa a la Fórmula 1 con un proyecto de marketing pasajero. Se trata de una apuesta profunda, estructurada y con visión de futuro, respaldada por una de las corporaciones automovilísticas más potentes del mundo.

En un contexto donde la categoría reina busca expandirse y conectar con nuevas audiencias, especialmente en Norteamérica, la llegada de Cadillac no podría ser más oportuna.

El sueño americano regresa con fuerza, con raíces firmes en Indiana y Charlotte, pero con ambición global desde Silverstone. Esta vez, todo indica que ha venido para quedarse y competir.