Fernando Alonso, bajándose del AMR25 en el GP de Miami

Fernando Alonso, bajándose del AMR25 en el GP de Miami Aston Martin

F1

Estas son las mejoras que estrena Aston Martin en Imola: dos zonas claves de trabajo para ¿estrenar los puntos de Alonso?

El nuevo túnel de viento y los primeros cambios aerodinámicos marcan una nueva etapa de transición y esperanza para la escudería británica.

Más información: El futuro Aston Martin pasa por Imola: el coche de 2026 rueda en el simulador y la maquinaria se pone a prueba con el de 2025

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La temporada 2025 de Fórmula 1 ha sido, hasta ahora, una montaña rusa para Aston Martin. Después de un 2023 prometedor y un 2024 de estancamiento, el nuevo curso arrancó con expectativas renovadas, pero también con frustraciones.

El AMR25 no ha estado a la altura. Sin embargo, el Gran Premio de Emilia-Romagna, en Imola, se presenta como el punto de partida de una transformación profunda en la escudería británica.

El nuevo túnel de viento, instalado en el corazón del flamante Campus Tecnológico de Silverstone, es la base de este cambio. Se trata de una infraestructura desarrollada durante años bajo la dirección de Lawrence Stroll, con el objetivo de dotar al equipo de herramientas propias y de última generación.

Ya no dependerán del túnel de viento de Mercedes, ubicado en Brackley, que condicionaba parte del desarrollo aerodinámico del coche. Ahora, con sus propias instalaciones, los ingenieros de Aston Martin cuentan con la autonomía y precisión necesarias para ajustar el monoplaza a su filosofía técnica.

Este avance no solo simboliza la búsqueda de independencia, sino que subraya la ambición de pelear por algo más que la zona media de la parrilla.

Andy Cowell y Fernando Alonso, durante la pretemporada de Fórmula 1 2025 en Baréin

Andy Cowell y Fernando Alonso, durante la pretemporada de Fórmula 1 2025 en Baréin Aston Martin

Dos zonas críticas

En este contexto, Aston Martin ha preparado un paquete de mejoras que debutará en Imola. Según fuentes cercanas a la escudería citadas por Dazn, el coche estrenará un nuevo suelo, un borde de suelo revisado y un difusor actualizado.

Estas tres piezas, claves en la generación de carga aerodinámica, han sido diseñadas íntegramente usando el nuevo túnel de viento.

El objetivo es optimizar el rendimiento del monoplaza en curvas lentas y medias, uno de los puntos débiles del AMR25 hasta la fecha. Además, se espera que un nuevo alerón delantero llegue en el Gran Premio de España, como respuesta a la reciente directiva técnica de la FIA.

La estrategia de Aston Martin pasa por introducir las mejoras de forma escalonada. En lugar de lanzar un gran paquete de golpe, prefieren medir cuidadosamente el impacto de cada componente. Así podrán ajustar sobre la marcha y maximizar el rendimiento en función de las características de cada circuito.

Un año de transición

El curso actual se perfila como una fase de ensayo y aprendizaje, más que de cosecha inmediata de resultados. La dirección técnica del equipo ha decidido convertir el AMR25 en un banco de pruebas para sacar el máximo partido a las nuevas instalaciones.

Fernando Alonso, con su vasta experiencia, es fundamental en esta etapa. Su capacidad para interpretar el comportamiento del coche y trasladar feedback técnico a los ingenieros será decisiva en la puesta a punto de un monoplaza que aún busca su identidad.

La gran revolución de Aston Martin llegará en 2026, con el nuevo reglamento técnico. Pero el proceso ya ha comenzado. Los avances actuales deben consolidar las bases de ese futuro ambicioso en el que Adrian Newey, recientemente incorporado, jugará un papel central.

Newey, el guía

Desde su llegada en marzo, Adrian Newey ha provocado un cambio de mentalidad dentro del equipo. El ingeniero más laureado de la Fórmula 1 no solo aporta conocimiento, sino que inspira.

Así lo afirma Pedro de la Rosa, embajador de Aston Martin: "Adrian tiene un gran impacto, no sólo porque es el ingeniero aerodinámico más talentoso de la Fórmula 1, sino también porque tenerlo en el equipo inspira a otros".

Andy Cowell, CEO y director del equipo, también destaca la influencia de Newey en la mejora de procesos: "Nos presiona para que mejoremos la forma en que operamos en el túnel, con CFD y simulaciones. Tiene ideas para prácticamente todo".

Estas aportaciones ya están empezando a transformar la forma de trabajar en Silverstone. Aunque los resultados tardarán en llegar, la dirección ya ha cambiado y la base de talento que conforma el equipo —Fallows, Cardile, Cowell y ahora Newey— está alineada hacia un objetivo común: ser campeones.

Un camino difícil

La realidad competitiva sigue siendo dura: Aston Martin apenas suma 14 puntos en el Mundial de Constructores y es la cuarta peor escudería del campeonato. Pero el debut de las primeras mejoras desarrolladas de forma autónoma representa un paso firme en una dirección distinta.

Las simulaciones aerodinámicas con el nuevo túnel de viento han permitido detectar discrepancias significativas respecto a los datos anteriores en Brackley. Esto ha abierto los ojos al equipo y ha impulsado una revisión profunda de sus procesos internos.

Todo esto se traducirá en un AMR25 más competitivo si las mejoras funcionan como se espera. Fernando Alonso, que todavía no ha puntuado en las últimas carreras, confía en que Imola sea el circuito donde todo empiece a cambiar.

Las expectativas son moderadas, pero no se puede subestimar el valor de estos pequeños pasos. Porque, aunque los focos estén puestos en 2026, el futuro se empieza a construir ahora, curva a curva y mejora a mejora.

¿Será en Imola donde Fernando Alonso inaugure su casillero de puntos este año? El trabajo de Aston Martin se pone a prueba en los próximos Grandes Premios.