Marco Penge, en la cuarta jornada del Open de España.

Marco Penge, en la cuarta jornada del Open de España. EFE

Golf

Marco Penge se impone en el desempate a Daniel Brown y se proclama nuevo campeón del Open de España

El inglés, una de las revelaciones de la temporada, ha sellado además su clasificación para el Masters de Augusta del próximo año.

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Marco Penge se ha proclamado campeón del Open de España tras imponerse en el desempate a su compatriota Daniel Brown, quien logró igualarle después de remontar cinco golpes en la última jornada, forzando así el hoyo decisivo pese a que Penge no tuvo su mejor actuación.

A sus 27 años, Penge -una de las grandes revelaciones de la temporada- consiguió además un premio inédito: su triunfo en el Club de Campo Villa de Madrid le otorgó plazas directas para disputar el Masters de Augusta y el Abierto Británico del próximo año, una recompensa nunca antes ofrecida por el torneo español.

El mejor desempeño de la jornada final correspondió a Jon Rahm, con un resultado de -6 bajo par, mientras que David Puig y Ángel Ayora también destacaron entre los mejores españoles. Los tres finalizaron dentro del top diez, con una tarjeta de -10, a cinco golpes del campeón.

Gracias a su victoria en Madrid, Penge asciende al segundo puesto del ránking del DP World Tour, situándose únicamente por detrás del norirlandés Rory McIlroy.

A Penge se le arrimó pronto Brown, que metió misterio a la jornada final. Lo hizo en dos arreones. Al principio, enlazó un chip para birdie desde fuera en el 3 y un eagle con un putt de 12 metros en el 4 y se puso a un golpe para retroceder a tres tras un inmediato doble bogey.

El de West Sussex, la tierra de los Rolls Royce, aún dio una segunda oportunidad a todos cuando cometió un bogey en el hoyo 7, el segundo par 5. A mitad de recorrido jugaba en dos sobre par un campo, el del Real Club de Campo, díficil, pero no una monstruosidad.

Un estilo diferente

A un golpe se situaron de nuevo sus dos compañeros de partido, el mencionado Brown y el suizo Joel Girrbach. Suiza ha aportado a este juego más relojes que golfistas. André Bossert ganó un torneo en Cannes en 1995. Luego, nada más. El helvético dio caza al lider con su tercer birdie del día en el 9.

Penge pega drivers de 350 metros y, regularmente, de 300. Otros también alcanzan esa distancia, pero no lo hacen tan recto. Juega otro golf. 

En esta final a nueve hoyos se llegó en desigualdad. Brown tuvo que ser atendido en el 12 acalambrado en los trapecios y de nuevo en el 13. Consumió 8 de los 15 minutos que estipula la regla para ser atendido. Lo de Girrbach fue una llegó con menos juego que los demás. Apenas coge greenes. Llevaba 5 de 13, en este hoyo. Es sorprendente que llegara hasta aquí.

Con los dolores, Brown fue capaz de jugar en tres bajo par en 6 hoyos y meter un putt en el 18 para birdie, que le lanzó a un desempate. Cayó a la primera y la gloria fue para Penge, a pesar de firmar la última vuelta más alta para un ganardor del año en el DP World Tour igualando el uno sobre par de McIlroy en Augusta, también resuelto en un playoff.