Javi Guerrero, durante su etapa con el Recreativo de Huelva.

Javi Guerrero, durante su etapa con el Recreativo de Huelva.

Fútbol

Javi Guerrero, 48 años, sobre la crisis económica del Celta: "Solo me planteó renunciar al 15% de la deuda de mi sueldo"

El delantero canterano del Real Madrid habló en los micrófonos de Offsiders para hablar de una de las peores etapas de la historia reciente del club vigués.

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El exfutbolista Javi Guerrero expuso en el podcast Offsiders una de las realidades más duras del fútbol profesional: cuando un club entra en concurso, el jugador se convierte en acreedor de una deuda que, en muchos casos, nunca cobra íntegra.

Guerrero relató con total franqueza cómo el Celta de Vigo, club en el que militó cuando jugaba en Europa, le planteó tres opciones para cobrar lo que le debía: el 15% en el momento, el 50% en 20 años o el dinero convertido en acciones del club. La decisión, en realidad, no era tal: era elegir cuánto perdía y cuándo.

Javi Guerrero llegó al Celta de Vigo en 2001, después de cinco temporadas sólidas en el Racing de Santander. El club gallego disputaba entonces competición europea y mantenía una plantilla competitiva en Primera.

Sin embargo, la mala gestión económica y la caída deportiva terminaron por arrastrar a la entidad al concurso de acreedores. En Offsiders, Guerrero recuerda que, cuando el club entró en pérdidas, "el dinero que te debían había tres maneras de cobrarlo" y ninguna era justa para el trabajador que había cumplido su parte del contrato.

La primera opción, la más inmediata, pasaba por cobrar solo el 15% de la deuda en ese momento, renunciando al 85% restante.

La segunda alternativa consistía en aceptar el 50% del dinero adeudado… pero a 20 años vista, una eternidad en la que podía pasar cualquier cosa con el club y con la propia vida del exjugador. La tercera vía, todavía más incierta, era cobrar íntegramente en acciones del Celta, confiando en una futura revalorización que nunca llegó.

Guerrero no lo dudó: "Yo no quiero ninguna de esas. Aventurarme a lo que va a pasar en 20 años o a acciones que no sabía ni si ese día tuviera una bola y diría: 'Hostia, el accionista del Celta es que gana mucha pasta'".

El exdelantero rechazó las tres fórmulas porque consideraba que el trabajo no solo de los futbolistas, sino de toda la gente que llevaba años en el club, debía ser reconocido y pagado íntegramente. "El 15% me niego a pensar que el trabajo no solo de los futbolistas, sino de la gente que lleva trabajando un montón de tiempo y te deben dinero, pues que por una ley así deje de cobrarlo", sentencia en el programa.

Guerrero contrasta esa situación con el tópico del futbolista millonario. En la misma entrevista recuerda que, en su etapa juvenil del Real Madrid, "ganábamos una cantidad de dinero pequeñita" que solo servía para gasolina y "cuatro cosas".

Después, en Segunda B, el Madrid C le ofreció un contrato profesional, pero los ingresos eran modestos. En el Racing, tras varias temporadas siendo pichichi, le ofrecieron una renovación con "un 7% más de lo que ganaba", una mejora que él sintió como un castigo tras tanto esfuerzo.

El episodio del Celta, sin embargo, es el más demoledor. El club llegó a ofrecerle "el 15% en el momento, el 50% en 20 años y tu dinero en acciones" , lo que Guerrero interpreta como una forma legal de que el jugador asuma las pérdidas de una mala gestión empresarial.

"A día de hoy soy un defensor de esa gente que no ha cobrado", afirma, convirtiéndose en portavoz de los afectados por un sistema que prioriza la supervivencia de la entidad por encima de los derechos laborales.