Mbappé celebra un gol junto a Vinicius

Mbappé celebra un gol junto a Vinicius EFE

Fútbol

Mbappé, póquer en Atenas y 'enganchón' con un periodista en la zona mixta: "Esa es una mala pregunta"

El delantero francés, autor de los cuatro goles en la victoria del Real Madrid contra Olympiacos (3-4), estuvo después guerrillero.

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Fue una noche de dos caras para Kylian Mbappé en el estadio Georgios Karaiskakis. Sobre el césped, el delantero francés firmó una de esas actuaciones que justifican los años de persecución en los despachos: cuatro goles, una remontada exprés y una exhibición de pegada que rescató al Real Madrid del abismo.

Sin embargo, la jornada no terminó con sonrisas en el túnel de vestuarios, sino con un gesto serio y un cruce dialéctico que evidenció la tensión que respira el equipo, pese a la victoria, en esta etapa bajo las órdenes de Xabi Alonso.

El encuentro ante el Olympiacos se presentaba como una final anticipada tras una racha de tres partidos sin conocer la victoria, un bache que había puesto el foco sobre el nuevo proyecto técnico. El inicio no pudo ser peor: un gol de Chiquinho adelantó a los locales y despertó los fantasmas recientes.

Pero entonces apareció la versión más letal del '9'. En un intervalo de apenas siete minutos en la primera parte, Mbappé dinamitó el partido. Tres zarpazos consecutivos (minutos 22, 24 y 29) dieron la vuelta al marcador antes del descanso, silenciando el infierno griego.

Ya en la segunda mitad, completó su póquer particular para sellar un 3-4 definitivo y sufrido, donde la defensa blanca volvió a mostrar costuras.

Xabi Alonso, quien llegaba a la cita cuestionado por el entorno pero firme en su discurso, respiró aliviado. En la sala de prensa, el tolosarra valoró la capacidad de reacción de su plantilla más que el brillo individual, aunque reconoció la importancia de sus estrellas en momentos críticos.

"El equipo ha demostrado tranquilidad, confianza y madurez para no volvernos locos y hemos podido dar la vuelta al resultado", señaló el técnico, visiblemente satisfecho por romper la dinámica negativa y sumar tres puntos vitales para la clasificación en esta nueva fase de la Champions.

Mbappé se saluda con Xabi Alonso tras su póker ante Olympiacos

Mbappé se saluda con Xabi Alonso tras su póker ante Olympiacos Reuters

Alonso, que en la previa había pedido "respeto por los jugadores" ante los rumores de malestar en el vestuario, encontró en el campo la respuesta que necesitaba.

No obstante, la calma duró poco. En la zona mixta, cuando se esperaba un Mbappé exultante, el francés mostró su perfil más combativo ante los micrófonos.

La chispa saltó cuando un periodista le interrogó sobre la existencia de una supuesta "Mbappé-dependencia" en el equipo, insinuando que el Real Madrid se sostenía únicamente por su acierto goleador frente a la fragilidad colectiva.

Lejos de aceptar el elogio envenenado, el delantero interrumpió al reportero con frialdad: "No quiero faltarte al respeto, pero creo que esa es una mala pregunta". El atacante argumentó que su función es, sencillamente, marcar goles, igual que la de sus compañeros es defender o crear juego, rechazando la narrativa de que él actúa como un salvador aislado del sistema.

"Yo puedo decir que sin los otros jugadores no ganamos el partido", sentenció, recordando encuentros anteriores donde sus tantos no fueron suficientes para evitar la derrota.

Mbappé aprovechó el altavoz no solo para protegerse a sí mismo de la presión mediática, sino para cerrar filas en torno a su entrenador y al grupo.

"Tenemos que protegernos entre nosotros", afirmó, lanzando un mensaje de unidad que contrasta con el ruido externo. Su póquer en Atenas sirvió para ganar el partido, pero su respuesta en zona mixta dejó claro que la batalla del Real Madrid esta temporada se juega tanto dentro como fuera del campo.