Vinicius, ante Lamine, Koundé y De Jong.

Vinicius, ante Lamine, Koundé y De Jong. EUROPA PRESS

Fútbol

Así se comportan Madrid, Barça y Atlético en los partidos: del control blanco, al primer golpe rojiblanco y la remontada culé

Los tres equipos dominan en una fase a lo largo de los 90 minutos, pero tienen más dificultades en otras fases del juego.

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Cumplido ya prácticamente el primer tercio de La Liga, es momento de analizar cómo está siendo el desempeño del Real Madrid, Barça y Atlético a lo largo de los partidos.

A fin de cuentas lo más importante es el resultado al término de los 90 minutos, pero conviene sacar el bisturí para ver en que fases de los encuentros son unos y otros más fuertes y más débiles. 

Observando los datos, queda claro que tanto Xabi Alonso como Simeone y Flick tienen varios aspectos que mejorar, pero también pueden presumir de ser los mejores del campeonato en tramos concretos de los duelos.

Unos tienden a salir con el cuchillo entre los dientes, otros prefieren salir al verde con más cautela y crecer de forma progresiva. Pero también existen los casos en los que las segunda partes se convierten en su verdadero As sobre la manga.

Los partidos del Real Madrid

El Real Madrid es líder en solitario tras 12 jornadas disputadas. Los de Xabi Alonso han comenzado con buen pie y tan solo se han dejado cinco puntos por el camino hasta la fecha. Perdieron el derbi ante el Atlético y no pasaron del empate el pasado fin de semana en Vallecas.

Están dominando con autoridad. De hecho, seguirían siendo líderes si únicamente contaran las primeras partes de los partidos. En ese caso, los blancos habrían sumado 26 puntos por los 24 del Villarreal y los 21 de Osasuna.

El Madrid ha marcado 15 de sus 26 goles en las primeras mitades, un dato que pone en manifiesto que suelen imprimir una marcha más en ese tramo. Sin embargo, ese 'rush' no llega tampoco justo en el pitido inicial.

Sin ir más lejos, el Real Madrid es el 10º mejor equipo contando únicamente el primer cuarto de hora. Tan solo han marcado un gol en ese intervalo, fue en la jornada 4 frente a la Real Sociedad por medio de Güler.

Mbappé y Bellingham celebrando un gol con el Real Madrid

Mbappé y Bellingham celebrando un gol con el Real Madrid Reuters

Los partidos de los de Xabi Alonso no tienen muchas emociones en el primer tramo, pero todo cambia entre el los últimos 15 del primer tiempo. Ahí han marcado hasta nueve goles siendo los mejores de La Liga con mucha diferencia respecto al resto. 

En las segundas partes están en la zona media de La Liga, pero mejoran sus número en el último cuarto de hora. Ahí han anotado cinco tantos y han sacado adelante los partidos frente al Getafe y Oviedo.

Los partidos del Barça

El desempeño del Real Madrid dista un poco de las actuaciones del Barça. Los de Hansi Flick se caracterizan por protagonizar inicios eléctricos: en los primeros 15 minutos de juego, los encuentros del Barça han visto nueve goles en total, signo de un arranque muy movido y poco previsible.

Sin embargo, esa intensidad inicial tiene su reverso: el Barça combina pegada con ciertas fragilidades defensivas, ya que durante las primeras partes ha encajado hasta 12 goles, apenas tres menos que los 15 anotados.

Este registro convierte al Barça en el quinto equipo con más tantos a favor en los primeros 45 minutos, pero también evidencia que su equilibrio ofensivo-defensivo no es perfecto.

Tras ese inicio vertiginoso, el Barça presenta una fase de menor intensidad entre el minuto 16 y el descanso, logrando solo siete goles por ocho encajados, lo que lo sitúa como el noveno club más efectivo en ese tramo.

Dani Olmo, Raphinha y Ferran Torres celebran el segundo gol del partido ante el Getafe.

Dani Olmo, Raphinha y Ferran Torres celebran el segundo gol del partido ante el Getafe. EFE

No obstante, el verdadero punto fuerte azulgrana llega tras el paso por vestuarios. El Barça es el mejor equipo de LaLiga en las segundas partes: suma 17 goles y solo ha recibido tres, una estadística que subraya su capacidad de adaptación, físico y mentalidad para resolver los encuentros tras el descanso.

Destacan sus arranques de segunda parte, con un arrollador 6-0 en los primeros 15 minutos del segundo tiempo, y un dominio sostenido entre el 61 y el 75. El Barça de Flick domina el arte de la segunda parte, donde marca diferencias y se afianza como aspirante al título.

Los partidos del Atlético

El Atlético de Madrid está mostrando una personalidad táctica definida y particular en este inicio de temporada.

El conjunto de Simeone se caracteriza por ser uno de los más contundentes en el arranque de los partidos: en el primer cuarto de hora ha logrado un balance abrumador de seis goles a favor y ninguno en contra, destacándose como uno de los equipos con mayor capacidad de impacto inicial.

Además, el Atlético ha conseguido adelantarse en el marcador en todas las jornadas disputadas, reflejo de su intensidad, concentración y estrategia para sorprender a sus rivales desde el primer minuto.

Esta potencia inicial, sin embargo, se diluye en el tramo siguiente. Entre el minuto 15 y el descanso, el equipo experimenta una clara bajada de rendimiento, situándose apenas como el duodécimo equipo más fuerte de LaLiga en ese periodo.

El Atlético marca pronto pero a menudo ve cómo el rival reacciona y le iguala antes del descanso, lo que a veces diluye la ventaja moral obtenida en el comienzo.

Julián Álvarez y Griezmann celebran un gol contra el Eintracht.

Julián Álvarez y Griezmann celebran un gol contra el Eintracht. REUTERS

Donde sí recupera protagonismo es en los minutos finales. Del minuto 75 al final, el Atlético está entre los tres equipos más efectivos, mostrando fortaleza, carácter y ambición para sentenciar o remontar partidos en los instantes decisivos.

Esta capacidad para apretar el acelerador en el tramo final es un sello clásico del proyecto de Simeone, permitiendo al equipo mantener vivas sus aspiraciones y sumar puntos con fuerza cuando el partido parece cerrado.

Así, el Atlético sigue fiel a sus señas de identidad: agresivo de inicio y letal en los últimos minutos, aunque con margen de mejora para el desarrollo del juego intermedio.