Jude Bellingham, en el banquillo del Real Madrid

Jude Bellingham, en el banquillo del Real Madrid Reuters

Fútbol

La llegada de Bellingham dejará ver al verdadero Madrid de Alonso: la pieza clave que hay que encajar y cambia el plan

El futbolista inglés, como anunció Xabi, tendrá sus primeros minutos de la temporada este fin de semana ante el Espanyol.

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Xabi Alonso ha logrado en poco más de 100 días cambiar la cara del Real Madrid. El equipo juega a otra cosa respecto a la temporada pasada y acumula varias actuaciones brillantes. Sobre todo en las primeras partes. Todo ha evolucionado para bien.

Así, Mbappé se ha erigido como el líder absoluto. Tchouaméni ha multiplicado su importancia. Jóvenes como Huijsen, Güler o Mastantuono brillan. Hasta Carreras ha sorprendido por todo lo que aporta en tan poco tiempo.

Las cuentas pendientes son Valverde y Vinicius. El uruguayo, aparentemente, por un tema físico y con el brasileño no se sabe si hay algo más. Pero ahora todo va a cambiar. Llega Jude Bellingham y, ahora sí, se verá al verdadero Madrid de Xabi Alonso.

El centrocampista inglés está de regreso. Bellingham tendrá sus primeros minutos de la temporada el sábado ante el Espanyol. Seguramente también Camavinga y hasta Endrick. Pero ellos no tienen el peso que sostiene la figura de Jude. El '5' es otra cosa.

Es la pieza clave que le falta a Xabi. Un jugador que, si está sano, estará en todas las grandes noches. Bellingham demostró en su primer año que apunta a leyenda. Tras su paso por el quirófano para arreglar su hombro, se ha quitado de encima un peso que le lastró en el segundo.

De paso, se han ido algunos pocos kilos. Bellingham luce más fino. Como Mbappé. Al francés le ha funcionado: menos masa muscular, pero mayor agilidad sin perder fuerza. A ver con Jude.

Alonso le hará hueco en su once en cuanto esté listo. El objetivo es el derbi. Para que entre, eso sí, alguien debe salir. Y ahí está el dilema de qué pieza quitar. Acompañado quizás de otro más grande, que es el de cómo jugar.

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Hasta ahora, al Madrid de Xabi le ha definido el 4-3-3. Con Tchouaméni de eje entre defensa y centro del campo. Con laterales que suman en ataque y por dentro. Lo más sencillo sería pensar que, si le ha funcionado, el tolosarra no cambiará la idea con la entrada de Bellingham.

En ese supuesto, tocaría quitar a uno de la medular para introducir a Jude. Tchouaméni, indiscutible para Xabi, no sería. A priori tampoco Valverde, por peso en el grupo. Quedaría Güler, aunque iría en contra de la idea del técnico de "invertir" en el turco para consolidarle como el creador del juego.

Además, Bellingham no es Güler. Si bien también puede ayudar en tareas creativas, Jude es una apisonadora cuando conduce hacia adelante. Menos asociativo que Arda, mucho más arrollador.

Sería un cambio de estilo. Jugar a otra cosa. Alonso asumiría que, en este supuesto, ganaría en algunas cosas —sumar más fichas de ataque— y perdería en otras —¿menos balones para Mbappé?—.

Bellingham junto a Mastantuono, en un entrenamiento

Bellingham junto a Mastantuono, en un entrenamiento EFE

Por tanto, es lógico que Xabi también esté meditando darle una vuelta a su mapa de coordenadas. Hacer algún pequeño ajuste que cambie el dibujo, si bien las tácticas en el fútbol actual ya no son fijas. Fluctúan durante el desarrollo de los partidos.

Alonso no tiene por qué renunciar a Güler por la llegada de Bellingham, si su convencimiento sobre Arda es total. Basta volver al 4-4-2, lo que sí que desplazaría a Mastantuono (y Brahim) al banquillo. El argentino se está convirtiendo rápidamente en otro ojito derecho para Xabi. No hay elección fácil.

Este dibujo, incluso, le podría permitir a Xabi probar un cambio de posición entre Güler y Valverde. Centrar aún más al turco y tire desde más bajo con las funciones creativas y dar espacio a Fede al lado derecho.

Dependerá de cómo compagine con el lateral derecho. Con Trent —mes y medio, como mínimo, de baja—, sería útil un Valverde que pudiera abarcar más metros hacia delante. Con Carvajal, que juega menos por dentro, Güler daría el control.

Bellingham, sonriente, saluda al delegado de campo del Real Madrid

Bellingham, sonriente, saluda al delegado de campo del Real Madrid AFP7 / Europa Press

Se perfila, además, una tercera alternativa. Hace semanas sería un imposible, pero ¿y si los problemas de Vinicius para encontrar su sitio van a más? Vista la preferencia de Alonso por extremos que trabajan más con el balón —véase Mastantuono y hasta Rodrygo— que un perfil como el del brasileño, que hace la guerra por su cuenta, es otra posibilidad.

Vinicius quedaría relegado a ser un desatascador en los grandes partidos, que no es un rol desdeñable, aunque cuesta imaginar que el brasileño lo encajara bien. Mientras, Xabi encontraría el plan más parecido al que le dio sus mejores resultados en Alemania.

Dos mediapuntas —Mastantuono y Bellingham, como Wirtz y Hofmann/Aleix García en el Leverkusen— y un delantero —Mbappé, como Boniface/Schick—. El salto cualitativo entre los hombres de uno y otro equipo es obvio. Un terreno que explotar para Xabi.

El 'pero' sería renunciar a Vinicius. No hay más. Si bien el brasileño ha tenido ya dos avisos —en los que respondió bien saliendo desde el banquillo—, no parece que Xabi quiera llegar al extremo de renunciar habitualmente de él.

Vinicius y Bellingham, en un entrenamiento del Real Madrid

Vinicius y Bellingham, en un entrenamiento del Real Madrid EFE

Tres combinaciones posibles. Y en la cabeza de Alonso habrá alguna más. Es más que probable que veamos más de una en el curso. Insiste mucho el tolosarra en que rotará. Aunque para la hora de la verdad —en los Clásicos, en los derbis, en las eliminatorias de Champions y en las finales—, habrá un equipo claro.

Será el verdadero Madrid de Xabi Alonso. Con Bellingham, a priori. ¿Pero sin quién? Pronto se podrá empezar a salir de dudas.