Matías Dituro bloca el balón en la ocasión de Hancko. EFE
El Elche baja de las nubes a un Atlético de Madrid que no carbura en el inicio de la nueva temporada y sigue sin ganar
El conjunto rojiblanco tropezó en el primer partido ante su afición después de que Rafa Mir empatara el gol inicial de Alexander Sorloth (1-1).
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El Atlético de Madrid sigue sin conocer la victoria en este arranque de temporada después de empatar ante el Elche en el Riyadh Air Metropolitano. El conjunto rojiblanco se topó con un muro ilicitano que sacó oro en su visita a la capital española después de desarticular los ataques del equipo local [Narración y estadísticas del partido].
Remontado y derrotado hace una semana por el Espanyol, su producción es un punto de seis posibles. El tiempo que requiere su conjunción sólo es presión sin resultados.
No los tiene el Atlético, al que se le vio algo en el primer tiempo de la primera jornada que se quedó en una propuesta aparente, pero todavía irreal.
Hancko se disfrazó de mago y Sorloth no perdonó 🔥
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Ni siquiera un gol en contra aclaró su camino. Sin Álex Baena, Sorloth retornó al once. Más allá de la justificación de Simeone de su suplencia contra el equipo perico por unas molestias musculares, el atacante noruego se mueve dentro de la contraposición de sus goles (20 en sus últimos 30 duelos de Liga) frente a una alineación inicial esquiva.
Delante, otra oportunidad. Si el baremo son los goles, la ocasión la aprovechó. Su primera opción fue el 1-0. El lanzador fue Hancko, un central de enorme presencia y buen pie. Alto nivel. Su pase fue perfecto.
La duda de Dituro, el portero del Elche, fue fatal. Entre que pensó si salía, Sorloth lo batió con un remate picado a media altura.
Tan solo siete minutos y medio. No fue suficiente. En este Atlético en composición (este sábado repitieron cuatro fichajes en la titularidad), que aparenta más en ataque que en defensa, aún hay grietas. Necesita tiempo y rodaje, como casi todos los equipos.
Un duelo de estilos
Éder Sarabia ha dotado a su conjunto de una identidad valiente. No le pesó ni el 1-0 en contra ni una visita de tal envergadura. Entró en juego en el Metropolitano preparado para la disputa, concienciado de su plan, incluso después del 1-0. Su contraataque del 1-1, allá por el minuto 14, fue una lección.
De Germán Valera, en largo, a Álvaro Rodríguez y de éste, con un pase profundo perfecto, a Rafa Mir. Seis toques, dos de cada uno, para batir a Jan Oblak.
El tremendo enfado de Simeone evidenció la perspectiva contraria: todo surgió de un saque de esquina a favor del Atlético, lanzado al 'tercer palo' por Thiago Almada, a donde no llegó nadie, sobrepasado incluso Sorloth. Después, el repliegue tampoco funcionó.
Rafa Mir y su primer gol con el Elche para dar la sorpresa en el Metropolitano 🔥
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El Elche expresó al Atlético, a la cara, de frente, a través del juego y de sus cuidados mecanismos tácticos, su ambición en el Metropolitano.
Cierto que antes falló Sorloth una ocasión que debe ser gol, habilitado por Thiago Almada, intermitente e imprevisible, tan capaz del pase más maravilloso como del error más inesperado.
Realmente, el Atlético se movió siempre dentro de esa inestabilidad, del vaivén entre el acierto y el fallo.
Apenas visible Julián Alvarez ni en el área ni entre líneas, tan esencial como es en cualquier propuesta ofensiva del equipo rojiblanco, el flanco de ataque viró a Giuliano Simeone, pura velocidad, visible desborde y poca precisión este sábado, estrellado incluso con el palo en un tiro cruzado después.
Sin la llave del gol
Antes de la hora de partido, el Atlético apretó el acelerador. Su acecho al otro área creció. Empujaba el medio campo en la presión y crecía el ataque en los últimos metros.
El peor momento del Elche, en cualquier caso resistente atrás, sin conceder oportunidades por entonces, pero también distante de la portería de Jan Oblak.
Le faltó fútbol al Atlético, trompicado. Movió Simeone sus piezas. Fuera Sorloth, Cardoso y Almada, dentro Gallagher, Griezmann y Raspadori. Más energía.
Griezmann probó desde lejos a Dituro. Nada inquietante. El juego del Atlético era un barullo de piernas. Una acumulación de futbolistas contra otra del Elche. Un partido que no iba para un lado ni para otro.