Georgina y Cristiano.

Georgina y Cristiano.

Fútbol

Por qué el matrimonio de Cristiano y Georgina soluciona un problema a Arabia Saudí en su proyecto de captar estrellas

Un paso inesperado que elimina una fricción legal y social en la relación entre el astro portugués y el Reino saudí, algo que ha llamado la atención incluso de medios como New York Times.

Más información: Georgina Rodríguez y Cristiano Ronaldo anuncian su boda tras 9 años juntos: "Sí, quiero. En esta y en todas mis vidas"

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La noticia del compromiso matrimonial entre Cristiano Ronaldo y Georgina Rodríguez, anunciada por sorpresa tras nueve años de relación, ha desatado una oleada de reacciones entre seguidores, medios de comunicación y analistas internacionales.

Muchos fans habían perdido la esperanza de ver a la pareja formalizar su unión, pero el "sí, quiero" publicado en redes sociales ha llegado en un momento clave, no solo en lo personal, sino también en lo profesional, deportivo y político.

Más allá de la imagen romántica, este enlace resuelve un problema delicado que acompañaba a Cristiano desde su llegada a Arabia Saudí en 2023: la incompatibilidad entre su vida familiar y las estrictas leyes islámicas que rigen el país.

Además llega solo unas semanas después de que el astro portugués firmara un nuevo, y millonario, contrato con Arabia Saudí que le une al Al Nassr y a la promoción el país durante, al menos, dos años más.

La sorpresa del compromiso no solo vino por la decisión en sí, sino por el lugar desde el que se compartió: Riad, la capital saudí, un nuevo guiño promocional de la pareja con la campaña de promoción del turismo del país.

Medios como The New York Times analizan como el gesto tiene una dimensión social y política. Durante dos años, la pareja ha vivido junto a sus hijos en Arabia Saudí sin estar casada, una situación prohibida por la ley islámica, que penaliza la convivencia fuera del matrimonio.

Aunque en los últimos años se ha relajado la persecución de estas infracciones para extranjeros, la contradicción era evidente, especialmente tratándose del futbolista más famoso del mundo.

Ni Centro de Comunicación Internacional del gobierno saudí, ni las agencias de comunicación de Cristiano Ronaldo y Georgina Rodríguez han querido responder a The New York Times sobre si la pareja ha contado con algún tipo de beneficio extra para incumplir la ley o si este enlace busca acabar con esta situación excepcional.

Cristiano Ronaldo, en su presentación con el Al-Nassr

Cristiano Ronaldo, en su presentación con el Al-Nassr Reuters

Una tensión resuelta

Sea a propósito o no, lo cierto es que el enlace otorga un poco de oxígeno al gobierno saudí. Desde que Cristiano fichó por el Al Nassr con uno de los contratos más lucrativos de la historia del fútbol, su papel no se ha limitado al terreno de juego.

El portugués es uno de los principales escaparates de la estrategia de "sportwashing" con la que Arabia Saudí busca mejorar su imagen internacional, atraer inversiones y proyectar modernidad.

Sin embargo, su situación personal representaba un punto vulnerable. Cada aparición pública junto a Georgina ponía de relieve la "vista gorda" de las autoridades: tolerancia para las estrellas extranjeras y represión para la población local.

Además, Georgina también se ha convertido en una imagen de promoción para el reino saudí. Su participación en la vida social del país y sus promociones en redes sociales, a través de un estilo de vida que está lejos del que idealiza el régimen saudí, es otra herramienta eficaz de lavado de imagen.

Con el compromiso, el mensaje cambia. El matrimonio elimina el principal argumento de sus críticos y alineará la imagen del astro con las normas del Reino, facilitando que su figura, y la de su futura esposa, sigan siendo un activo mediático sin sombras legales.

La 'Visión 2030' de Bin Salmán

El príncipe heredero Mohamed bin Salmán lleva años impulsando cambios bajo el plan "Visión 2030", que incluyen la retirada de la policía religiosa de las calles, la autorización para que las mujeres conduzcan y la apertura a conciertos y eventos deportivos internacionales.

Pese a ello, la aplicación de las normas sigue siendo selectiva. Para figuras como Cristiano se han hecho excepciones, pero las denuncias por abusos sobre los derechos humanos no han cesado.

Arabia Saudí ejecutó a 345 personas en 2024, estableciendo un récord histórico desde que existen registros oficiales. Esta cifra representa más del doble que el año anterior.

Cristiano Ronaldo junto a Mohamed bin Salmán, príncipe heredero de Arabia Saudí

Cristiano Ronaldo junto a Mohamed bin Salmán, príncipe heredero de Arabia Saudí

En 2025, la tendencia se ha agravado dramáticamente: hasta agosto de 2025, el país ha ejecutado al menos 250 personas, con algunos informes elevando la cifra a más de 260. Esto significa que cada 25 horas se ejecuta a una persona en el reino.

Amnistía Internacional y Human Rights Watch han solicitado suspender a Arabia Saudí del Consejo de Derechos Humanos de la ONU por violaciones graves y sistemáticas tanto dentro del país como en Yemen.

Pese a ello, FIFA confirmó a Arabia Saudí como sede de la Copa Mundial 2034 tras haber sido el salvavidas financiero del Mundial de Clubes 2025 que se disputó el pasado mes en Estados Unidos.

Human Rights Watch señala a ese Mundial 2034 y a otras grandes competiciones deportivas que han aterrizado en Arabia Saudí en los últimos años y las acusa de estar manchadas con violaciones de derechos generalizadas si no se establecen compromisos vinculantes.