
Javier Tebas durante un acto de LaLiga
Tebas pierde otro pulso judicial: la Audiencia de Madrid cierra definitivamente su querella contra Miguel García Caba
Una resolución firme avala la libertad de opinión en el fútbol profesional tras el rechazo definitivo del recurso presentado por el presidente de LaLiga.
Más información: El poder sin ley o cómo la RFEF perdió el juicio (literalmente)
La justicia ha cerrado la puerta, de manera firme y sin posibilidad de recurso, a la querella que presentó Javier Tebas Medrano, presidente de LaLiga, contra Miguel García Caba por un supuesto delito de calumnias.
La Sección 23ª de la Audiencia Provincial de Madrid ha desestimado el recurso de apelación que Tebas interpuso contra el archivo decretado meses atrás por el Juzgado de Instrucción nº 33 de Madrid, ratificando que no hay indicios de delito ni justificación para continuar con el procedimiento penal.
El origen del conflicto se remonta a una entrevista, donde García Caba relató una reunión con el propio Javier Tebas y Gerardo González Otero en el Hotel Don Pío de Madrid.
El querellante sostuvo que en dicha entrevista se le imputaban delitos tan graves como descubrimiento y revelación de secretos o incluso pertenencia a organización criminal.
Pero la Audiencia ha concluido que las expresiones del entrevistado no cumplen con los requisitos que configuran el delito de calumnias: ni hay hechos concretos imputados con claridad, ni se ha demostrado intención dolosa o desprecio temerario a la verdad.
El recurso de Tebas se basaba en cuatro pilares, todos desmontados por los magistrados.
Alegaba que el archivo era improcedente, que no se habían agotado las diligencias de instrucción, que la versión de García Caba era "inverosímil" y que había nuevos indicios derivados de una noticia posterior sobre el móvil de Luis Rubiales.
Sin embargo, el tribunal no solo ha ratificado la suficiencia de la investigación realizada, sino que ha defendido con rotundidad que el derecho penal no puede ser instrumentalizado para silenciar juicios de valor o interpretaciones personales.

Miguel García Caba RFEF
Uno de los fragmentos más contundentes del auto señala que "ni de lejos se cumple el requisito de que la imputación sea de un hecho concreto y determinado (…) todo era conjetura, vaguedad, y especulación".
Una declaración que invalida de raíz la pretensión de llevar el caso a juicio oral. El auto es un mensaje simbólico de que el derecho penal no es herramienta apta para limar asperezas o imponer un estilo periodístico más plano, menos escandaloso, más objetivo o neutro.
Con ello, se defiende la legitimidad de expresar opiniones -incluso duras- en el marco de un debate público sobre la gestión del fútbol.
En la decisión judicial ha pesado también la doctrina del Tribunal Supremo, que exige para el delito de calumnias no solo la falsedad de los hechos, sino su concreción, claridad y determinación.
Es decir, no basta con que se mencione un delito: hay que atribuirlo inequívocamente a una persona, describir el hecho y hacerlo con conocimiento de su falsedad o desprecio evidente hacia la verdad. Nada de eso se cumple, según los jueces.
Además, se reconoce que la entrevista cumplía con los criterios del llamado "test de veracidad" en el ejercicio del periodismo: el hecho base (la reunión) es cierto.
El contenido es relevante para el interés general y las opiniones están amparadas por la libertad de expresión, especialmente cuando quien habla no lo hace desde el anonimato, sino desde su propia experiencia y con nombre y apellidos.
La batalla de Tebas contra Caba
Javier Tebas y LaLiga han emprendido diversas acciones judiciales, tanto penales como contencioso-administrativas, contra Miguel García Caba, exvicesecretario general de la RFEF.
Sin embargo, hasta la fecha, todos los procedimientos han terminado con resoluciones favorables para García Caba.
En el ámbito penal, se han promovido dos querellas. La primera fue interpuesta por LaLiga ante el Juzgado de Instrucción nº 1 de Madrid por supuestas calumnias e injurias derivadas de un tuit publicado el 22 de junio de 2022.
Aunque inicialmente el juzgado consideró que los hechos podían ser constitutivos de delito, la Audiencia Provincial de Madrid revocó esa decisión en mayo de 2024, decretando el sobreseimiento y archivo definitivo del caso.
La segunda querella, impulsada directamente por Javier Tebas, es la anteriormente explicada. En este caso también la Audiencia Provincial confirmó el archivo de la causa, rechazando el recurso del presidente de LaLiga.

Javier Tebas, presidente de LaLiga, durante uno de los Desayunos Deportivos de Europa Press
En el terreno contencioso-administrativo, Tebas denunció ante el Consejo Superior de Deportes (CSD) a Rubiales y a Miguel García Caba, solicitando la apertura de expedientes disciplinarios.
El CSD optó por archivar la denuncia contra García Caba el 8 de febrero de 2023, decisión que fue impugnada por LaLiga ante la Audiencia Nacional. Pese a obtener una sentencia favorable parcialmente (obligando al CSD a trasladar las denuncias al TAD), finalmente se volvió a archivar la causa contra García Caba.
Además, otro recurso fue inadmitido por el Juzgado Central Contencioso nº 3, con condena en costas para LaLiga, que debió abonar 2.541 euros a García Caba. En resumen, ninguno de los procedimientos iniciados por Javier Tebas ha prosperado hasta el momento.
Debate cerrado
Más allá del aspecto legal, el caso deja también un eco institucional incómodo para Tebas. Según ha revelado García Caba, la querella fue defendida por un abogado de LaLiga -Juan de la Torre Llamas-, lo que plantea dudas sobre el uso de recursos de una entidad privada en una causa de carácter personal.
¿Debe LaLiga asumir los costes jurídicos de un litigio motivado por un asunto estrictamente personal de su presidente? La pregunta queda flotando, sin respuesta oficial.
Con esta resolución, firme y sin posibilidad de recurso, el camino judicial iniciado por Tebas llega a su final.
Lo hace no solo con una derrota procesal, sino también con un mensaje institucional claro: la crítica, incluso si es incómoda o ácida, no es delito.