Cláudio, el nuevo guardaespaldas de Cristiano Ronaldo y su familia

Cláudio, el nuevo guardaespaldas de Cristiano Ronaldo y su familia Diseño: Deportes EE

Fútbol

Cláudio Miguel Vaz, el protector de Cristiano Ronaldo: exmilitar, experto en barrios conflictivos y con experiencia con famosos

La reciente decisión del delantero portugués responde al temor creciente por su integridad y la de sus seres queridos tras alarmantes amenazas.

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La aparente tranquilidad con la que Cristiano Ronaldo y Georgina Rodríguez vivían en Riad desde su llegada a la liga saudí ha saltado por los aires.

El astro portugués, quien desde 2023 reside en la capital saudí junto a su pareja y sus cinco hijos, ha dado un giro radical a su estrategia de seguridad personal.

Las razones son contundentes: mensajes amenazantes, tensiones crecientes en redes sociales y una exposición pública que ya no resulta inocua.

La medida más significativa fue el despido de sus anteriores guardaespaldas y la contratación de Cláudio Miguel Vaz como nuevo jefe de seguridad, un profesional con una trayectoria muy distinta a la de sus predecesores.

El perfil de Vaz no ha pasado desapercibido: formación paramilitar, experiencia en barrios peligrosos de Portugal, y una reputación labrada entre artistas y futbolistas de alto perfil.

Cristiano Ronaldo, con el Al Nassr

Cristiano Ronaldo, con el Al Nassr Reuters

Blindar a su familia

Las amenazas recibidas por el entorno de Cristiano no se quedaron en simples palabras vacías en internet. Según medios internacionales, fueron lo suficientemente graves como para requerir intervención policial.

Este contexto motivó a Ronaldo a actuar con rapidez y contundencia. El primer paso fue reducir al mínimo la exposición de su familia en redes sociales, sobre todo de sus hijos, cuyas imágenes han desaparecido prácticamente de las publicaciones de Georgina, antes mucho más frecuentes.

Lejos de tratarse de un simple gesto privado, fuentes cercanas afirman que esta decisión forma parte de un plan integral de protección.

La pareja no solo ha limitado su presencia pública, sino que ha tomado otras medidas importantes: han contratado cuatro nuevos escoltas, añadido dos vigilantes más a su equipo y se han trasladado a una residencia más segura, equipada con un búnker y sistemas de vigilancia de última generación.

El fichaje de Cláudio Miguel se enmarca en esta estrategia de blindaje total, aunque ha despertado recelos entre los más cercanos al exjugador del Real Madrid.

Quién es Cláudio

Cláudio Miguel no es un guardaespaldas al uso. Conocido en redes sociales por su cuenta de Instagram @Iworkasyoursecurity, donde acumula más de 12.000 seguidores, su perfil se aleja del típico escolta discreto.

Su formación paramilitar y su experiencia en barrios conflictivos de Portugal lo han convertido en un referente para aquellos que buscan protección en entornos hostiles.

Su reputación comenzó a forjarse en el mundo del espectáculo, especialmente al proteger a artistas urbanos como el rapero NGA, conocido por actuar en zonas especialmente peligrosas.

Su estilo directo, sin concesiones, le ganó fama entre los músicos portugueses. Más adelante, su lista de clientes se amplió al mundo del fútbol: figuras como Rafael Leão y Gelson Martins, ambos internacionales con Portugal, recurrieron a sus servicios.

Fueron precisamente estas conexiones las que acercaron a Cláudio al círculo de Ronaldo. Aunque para algunos esta contratación representa una garantía de protección extrema, para otros supone un cambio drástico que no todos ven con buenos ojos.

Críticas a su estilo

El entorno más íntimo de Cristiano no está del todo convencido con el perfil de Cláudio. Lo consideran demasiado intimidante y agresivo, muy lejos del estilo sereno y profesional que caracterizaba al equipo anterior.

Esta preocupación no es infundada. La polémica más reciente ocurrió en París, durante la última asistencia de Georgina a la Semana de la Moda.

Allí, las cámaras captaron al nuevo guardaespaldas bloqueando activamente a los fotógrafos que esperaban captar imágenes de la pareja del futbolista. Utilizó una linterna de alta potencia para deslumbrarlos y así impedir que tomaran fotografías.

El gesto, lejos de pasar desapercibido, se viralizó en redes sociales y fue duramente criticado por su agresividad y escasa sutileza.

"¡Qué ridículo, por Dios! ¡Ni Cristiano tiene tanto espectáculo!", escribió un usuario en Instagram, expresando el sentir de muchos.

La escena dejó en evidencia un enfoque de seguridad que, aunque efectivo, desentona con el estilo mediático de la familia y puede generar nuevos focos de tensión.

Un nuevo contexto

Arabia Saudí es percibido por muchos como un país seguro, especialmente para figuras públicas internacionales. Sin embargo, la percepción de seguridad de Cristiano ha cambiado.

Aunque durante su primer año en Riad la familia pudo disfrutar de salidas y paseos sin grandes sobresaltos, el aumento de amenazas ha modificado por completo sus rutinas.

Hoy, Georgina ya no aparece en centros comerciales con sus hijos como antes. Sus salidas están programadas, medidas y acompañadas por un operativo de seguridad riguroso.

La pareja ha adoptado un estilo de vida casi blindado, más parecido al de un jefe de Estado que al de una celebridad.

Este cambio también se refleja en sus redes sociales. La visibilidad que antes mostraban con orgullo ahora se ha reducido al mínimo.

Los gestos que antes parecían naturales, como compartir momentos familiares en Instagram, ahora son vistos como potenciales amenazas.

Protección total

La elección de Cláudio Miguel, más allá de su estilo polémico, es un símbolo del giro radical que Cristiano Ronaldo ha decidido tomar en su vida personal.

Su objetivo es claro: proteger a su familia ante cualquier eventualidad, incluso si eso significa sacrificar parte de la exposición mediática que tanto ha cultivado a lo largo de su carrera.

El futbolista parece dispuesto a soportar las críticas internas si eso garantiza la seguridad de los suyos.

Aunque el fichaje de Cláudio ha generado controversia, también representa una apuesta decidida por un perfil más proactivo y contundente en un momento donde la amenaza no es teórica, sino tangible.

Si bien queda por ver cómo se desarrollará esta nueva etapa, lo cierto es que Cristiano ha dejado claro que no piensa escatimar en recursos cuando se trata del bienestar de su familia.

Aunque el precio a pagar sea la incomodidad de su círculo más íntimo o las críticas del público.

En un entorno cada vez más volátil, su decisión puede marcar una tendencia entre otras figuras públicas: pasar de la discreción a la disuasión activa como nuevo paradigma de protección personal.