Los jugadores del Valencia y del Gençlerbirliği, con una pancarta de apoyo.

Los jugadores del Valencia y del Gençlerbirliği, con una pancarta de apoyo. VALENCIA CF

Fútbol

20 años del dolor en el fútbol español: cuando Barça, Valencia, Mallorca y Villarreal jugaron el 11-M

La UEFA se negó a aceptar las peticiones de los clubes españoles para aplazar sus partidos europeos tan sólo unas horas después de los atentados.

11 marzo, 2024 02:15

Hace ya 20 años que España entera se estremeció en aquella mañana del 11 de marzo de 2004. Todo un país sintió un nudo en el estómago a la hora del desayuno cuando supo que se habían producido varias explosiones en distintos trenes de la red de Cercanías en Madrid

Aquel atentado yihadista se llevó por delante la vida de 192 personas y rompió la armonía de otras tantas familias. Desde entonces, ya nada volvió a ser igual y el mundo del deporte, al igual que cualquier otro ámbito de la sociedad, quedó absolutamente conmocionado por lo vivido en aquellos vagones. 

Aquel día la normalidad decía que debían disputarse los partidos de la ida de los octavos de final de la Copa de la UEFA. En esta eliminatoria había cuatro equipos españoles implicados y todos ellos tuvieron que disputar sus partidos pese a encontrarse en estado de shock todavía por lo sucedido a primera hora de la mañana.

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Fútbol Club Barcelona, Villarreal, Valencia y Mallorca se vieron obligados a saltar al terreno de juego y a dejar al margen los problemas reales del momento. Solicitaron el aplazamiento de sus respectivos encuentros a la UEFA, pero el máximo organismo del fútbol europeo, insolidario, se mostró impasible y no se movió de su postura. 

El balón rodó aquel día para los cuatro conjuntos españoles pese a que a nadie le importaban aquellos partidos. El resultado, negativo en casi todos ellos, dejó claro que las mentes estaban puestas en otro lugar pero sobre todo sacó a relucir la insolidaridad de la UEFA en un momento tan delicado para la historia de un país.

El Barça, en Escocia

El Fútbol Club Barcelona se encontraba en aquel año disputando la Copa de la UEFA. Un equipo acostumbrado a jugar siempre la Champions League, se había visto relegado en plena reconstrucción a bajar un peldaño su categoría europea y se había plantado en los octavos de final para jugar contra el Celtic.

Aquel día el Barça se volcó con lo sucedido en Madrid. Joan Laporta encabezó un movimiento para pedir la suspensión de los partidos en los que estaban envueltos los equipos españoles pero la UEFA hizo oídos sordos. "Hemos solicitado a la UEFA la suspensión del encuentro, pero la UEFA ha considerado que el partido debe jugarse", aseveró Joan Laporta.

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Aquel día los aficionados del Celtic se solidarizaron con los del Barça y mostraron sus condolencias. Ambos equipos jugaron con un brazalete negro, se guardó un minuto de silencio y los culés terminaron perdiendo 1-0. "Teníamos la cabeza en Madrid y no se tendría que haber jugado", dijo Carles Puyol al término del encuentro.

La solidaridad del Valencia

El Valencia se encontraba en Turquía el día del fatídico atentado. El equipo che tenía que enfrentarse al Gençlerbirligi y antes del partido se vivió una bonita comunión entre ambos conjuntos. "Compartimos el dolor de España", con una pancarta que rezaba este lema los futbolistas de las dos escuadras se pasearon por el terreno de juego.

También hubo un minuto de silencio y brazaletes negros. Jaime Ortí, presidente por entonces del Valencia, estuvo al teléfono durante el día con el resto de los dirigentes de los equipos españoles implicados: "Lo mejor es mantener la calma. Tratar de hacer cada uno las cosas que le toca hacer lo mejor posible para que nadie crea que la barbarie nos impide hacer lo que cada uno tenemos obligación de hacer", aseveró tras conocer que el choque se jugaría.

El Valencia perdió en aquel partido por 1-0, con la cabeza puesta en otro sitio, aunque terminó aquella temporada proclamándose campeón de la UEFA. 

El gesto del Newcastle con el Mallorca

Otro que tenía la mente puesta en otro sitio muy diferente al césped era el Mallorca. Los baleares por entonces tenían el privilegio de pasearse por los campos de Europa y aquel 11 de marzo se tenían que medir al Newcastle en St. James' Park. 

Los baleares pidieron aplazar el encuentro, pero ante la negativa de la UEFA todo fueron buenos gestos de solidaridad por parte del Newcastle. Los ingleses brindaron todo su apoyo al Mallorca y al pueblo español después del brutal atentado vivido apenas unas horas antes. 

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Las 'urracas' emitieron un comunicado a través de su página web informando a sus aficionados de que se guardaría un minuto de silencio, y también portaron brazaletes negros. "Este club considera apropiado presentar sus más sinceras condolencias a los españoles tras la terrible tragedia que se ha producido esta mañana en Madrid", comentó la entidad inglesa. Además, algunos aficionados británicos mostraron pancartas de ánimo en la grada. 

El Villarreal, en casa

El único equipo español que se vio obligado a jugar en casa aquel jueves 11 de marzo fue el Villarreal. El presidente Fernando Roig había solicitado el aplazamiento, pero también él se encontró con la negativa de la UEFA. "Es un momento muy grave para todos y en una situación como esta se hace muy difícil afrontar un partido de fútbol o de cualquier otra competición", dijo Llaneza, consejero delegado. 

"Paz sí, terrorismo no". Con una pancarta que rezaba este lema saltaron los jugadores de ambos equipos al césped, mientras que el club castellonense también colgó en la grada una gran pancarta: "El Villarreal CF, con las víctimas, con la Constitución y contra el terrorismo". 

El Villarreal ganó aquel encuentro con los goles de Anderson y de José Mari, pero fue desde luego lo de menos. Incluso Fabio Capello, por entonces entrenador de la Roma, llegó a decir que aquel encuentro no se tenía que haber disputado.