Vista general del Estadio Nuevo San Mamés

Vista general del Estadio Nuevo San Mamés REUTERS

Fútbol RFEF

País Vasco contra RFEF y UEFA por la Eurocopa: quién tuvo la culpa del cambio de sede de Bilbao

El cisma entre el Gobierno del País Vasco y los organismos por la sustitución de San Mamés en la Eurocopa ha abierto varios frentes polémicos.

30 abril, 2021 00:42

Noticias relacionadas

La Eurocopa dio que hablar en España primero por su aplazamiento de un año, pero lo ha hecho mucho más por la designación de Sevilla como sede en lugar de Bilbao. Los tumbos que se han dado en las últimas semanas con respecto a la situación de San Mamés pusieron en peligro que el país pudiera albergar algunos encuentros de la primera edición de esta competición en 12 territorios distintos. Por suerte, La Cartuja ha sido aceptada como alternativa.

Las exigencias sanitarias que ponía el Gobierno del País Vasco encima de la mesa para poder garantizar la presencia de público durante los encuentros que España disputase en esta sede, además de los octavos de final previstos, hicieron que la Real Federación Española de Fútbol decidiera no proponer la candidatura ante la UEFA y que, por ende, esta no la confirmase entre las elegidas. El 60% de la población de esta región y de España vacunadas o una incidencia menor a 40 casos por cada 100.000 habitantes eran trabas demasiado grandes.

Desde entonces, se ha desatado una guerra entre la política y el mundo del deporte con dedos acusatorios por las dos partes que puede afectar más allá de la competición. El mismo lehendakari, Iñigo Urkullu explicó que esta decisión era "la crónica de una decisión anunciada" y calificó que detrás de todo esto había un "cariz político". "Puedo entender que la UEFA persiga unos objetivos económicos, pero eso no pasa por poner en riesgo la salud de los aficionados", justificaba la cabeza visible del Gobierno vasco.

La Cartuja antes de la final entre el Athletic y el Barça

La Cartuja antes de la final entre el Athletic y el Barça Reuters

Precisamente esa cuestión económica es muy importante ya que el ejecutivo de la región quiere una compensación por el acuerdo que tenía con UEFA y los más de dos millones que ya había invertido en la sede. No es para menos ya que, excepto Budapest, la única sede que va a intentar tener un cien por cien de aforo, las ciudades van a ingresar 117 millones de euros con las restricciones a las que se enfrentarán. Unas cifras que, aunque están lejos de las expectativas, no dejan de ser un perjuicio para la candidatura vasca. Pero, ¿quién tiene la culpa de verdad de que España reciba esta Eurocopa en Sevilla y no en Bilbao?

Guerra pública

La hostilidad que han lanzado en su discurso los representantes de diferentes instituciones vascas ha abierto un cisma con la Federación. Estos acusan al trato favorable que se ha dado a Andalucía con los últimos acuerdos llegados. El presunto 'amiguismo' entre Luis Rubiales y Javier Imbroda es el principal razonamiento que defiende la sociedad vasca. "Consideramos que tanto la UEFA como la Real Federación Española de Fútbol han querido chantajear a Bilbao, a Bizkaia y a Euskadi con esta retirada de la Eurocopa", exponía Bingen Zupiria, portavoz del Gobierno vasco.

Pero el País Vasco también tiene parte de culpa de esta decisión. Desde 2019 las instituciones se estaban viendo presionadas por la decisión de llevar a España a la capital vizcaína. Un ejemplo es el cartel de la fotografía posterior de las juventudes de la izquierda aberzale que se podían ver en el centro de Bilbao.

El cartel de las juventudes de la izquierda abertzale contra la Eurocopa en San Mamés

El cartel de las juventudes de la izquierda abertzale contra la Eurocopa en San Mamés

La imagen muestra al capitán de la selección, Sergio Ramos, siendo pisoteado por el jugador francés, Éric Cantona, el escudo de España y, al fondo, una multitud con ikurriñas y el lema "Eurocopa honi ez! Euskal Herriarekin es da jokatzen" (¡No a esta Eurocopa! Con Euskal Herria no se juega). Que la decisión de imponer unas condiciones tan restrictivas para aceptar la apertura de San Mamés al público estuviera mediatizada por este rechazo de parte del pueblo vasco a que España jugara allí es una sensación que está en el ambiente.

Además, con la Federación ya había un frente abierto más reciente por la vía que abrió la Federación Vasca de Fútbol para tratar de conseguir el reconocimiento de la selección autonómica como una más en el entorno UEFA. Estos se han opuesto en todo momento a reconocer al combinado como uno más, un requisito indispensable para que los organismos internacionales puedan impulsar la candidatura. Desde el País Vasco se dijo que había un acuerdo con el presidente de España, Pedro Sánchez, para el reconocimiento, que rápidamente negaron.

Afectará a La Liga

Ahora se postulan como la principal oposición a la vuelta del público en los estadios en la competición nacional. Utilizando el mismo argumento que en la Eurocopa, "A día de hoy la situación sanitaria no permite la presencia de público en estadios deportivos. No sabemos cuál será la situación el 8 de mayo", exponía Bingen Zupiria después de que se desvelara el plan de LaLiga para la apertura de los estadios. Si no hay unanimidad entre las regiones, se complicará este regreso en el final de la temporada.

Desde las instituciones están lanzando el mensaje de que la situación de la pandemia no lo permite, con esta región como la que más incidencia de casos tiene en toda la península. Muchos apuntan a la proximidad con Francia como razón principal por la que el País Vasco está teniendo los peores registros del país. En cualquier caso, también es una de las comunidades que peor está gestionando la vacunación de su población, otro motivo para este retraso que está sufriendo la desescalada.

El cisma entre el territorio y el resto de la nación solo hace que crecer y la economía del fútbol es la principal víctima. El movimiento para llevar a Sevilla la Eurocopa en vez de San Mamés es otra causa de las desigualdades en la gestión de la pandemia, aunque las dudas sobre las presiones de la Federación y la UEFA, que exigía ese 25% de público en las sedes y que espera tener La Cartuja sean suficientes para que desde las instituciones vascas se justifiquen.

[Más información - Bilbao estalla tras el "no" de la UEFA para ser sede de la Eurocopa: "Está en los servicios jurídicos"]