Bradley Lowery tras un encuentro del Sunderland.

Bradley Lowery tras un encuentro del Sunderland. Reuters

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Muere de cáncer Bradley Lowery, el pequeño que enamoró a la Premier

Con apenas seis años y un neuroblastoma terminal se convirtió en el héroe del Sunderland, recaudó más de un millón de libras para un tratamiento experimental y se convirtió en el héroe de Wembley en un Inglaterra-Lituania.

7 julio, 2017 22:45

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Bradley Lowery nunca marcó un gol en Anfield, Wembley, Old Trafford o Stamford Bridge. Bradley Lowery no vistió la camiseta de los tres leones, ni ninguna otra en Reino Unido, pero las islas enteras lloran hoy su muerte. Bradley Lowery apenas tenía 6 años, pero era la estrella que más brillaba en la Premier League, la más grande de todas ellas. Hoy 7 de julio de 2017 ha fallecido después de años de lucha contra el cáncer, después de años de robar el corazón de millones de aficionados cuando Jermaine Defoe dio a conocer su historia después de quedarse a dormir con él en el hospital en lo que se suponía era una visita rápida de los jugadores del Sunderland.

Lowery sufría un neuroblastoma, un tipo de cáncer infantil de carácter degenerativo. Su historia se hizo conocida en todo el mundo el pasado mes de febrero cuando varios jugadores del Sunderland decidieron hacerle una visita. Entre ellos se encontraban John O'Shea, Sebastian Larsson y Vito Mannone, aunque el premio gordo era Jermaine Defoe, la gran estrella del equipo y el jugador favorito del pequeño Lowery. Tal fue su emoción y la conexión que establecieron entre ambos, que el jugador decidió incluso quedarse a pasar la noche con él en la cama del hospital.

Aquella imagen dio la vuelta al mundo y convirtió al pequeño Bradley en una imagen de la lucha contra el cáncer. Toda la Premier League se movilizó. Desde los cánticos de los aficionados del Sunderland en cada uno de los encuentros a los que acudía ("Cancer has no color", le cantaban) hasta los jugadores pasando por una recolecta de fondos para tratar de enviarle a Estados Unidos para someterse a un tratamiento experimental. Llegaron incluso a juntar más de un millón de libras con las muy generosas aportaciones de los clubes ingleses, aunque de nada sirvió una vez se supo que el cáncer del pequeño era terminal.

Bradley, en cualquier caso, quería seguir viviendo. Y lo hacía través del fútbol, ya fuera con el Sunderland de sus amores o con la selección inglesa. De hecho, en el encuentro de clasificación para el Mundial de 2018 en Wembley del pasado 26 de marzo, Joe Hart, capitán de los pross, no sólo cedió el protagonismo al pequeño y a Defoe, sino que fueron ellos los que llevaron al equipo al terreno de juego y se llevaron la mayor ovación de la noche de las 78.000 personas presentes. "He tenido un día tan absolutamente increíble y nunca olvidaré a Jermaine porque le quiero tanto...", fueron sus palabras aquel día.

El cariñoe también se dejó notar cuando sus padres pidieron que le enviaran tarjetas de felicitación por su cumpleaños el pasado mes de mayo. Recibió más de 250.000 en su casa de Sunderland. Desde allí ha comunicado su madre el fatal desenlace. "Mi pequeño superhéroe está ahora con los ángeles. Ha muerto en los brazos de su mamá y su papá, rodeado de toda su familia", escribió en un comunicado en la página de Facebook Bradley Lowery’s Fight.

Una muerte que ha dolido como propia en todos los equipos de la Premier y cuyas muestras de afecto se han hecho evidentes a través de la redes sociales, aunque el momento más emotivo y más doloroso fue la rueda de prensa de Jermaine Defoe días antes de que la muerte del pequeño Bradley se confirmase. En ella dejó correr las lágrimas que tanto y tantos anónimos han derramado por un pequeño con cáncer que se fue demasiado pronto.

Adiós al pequeño Bradley Lowery por un cáncer terminal