Luis Enrique conversa con Piqué en San Mamés.

Luis Enrique conversa con Piqué en San Mamés. EFE

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Piqué, el instigador de una rebelión en el vestuario del Barça

El central culé es el principal creador de la guerra de parte de la plantilla contra la directiva, que no comparte la idea de que los árbitros van contra ellos. Luis Enrique lanzó críticas contra el catalán por su modo de actuar.

11 enero, 2017 03:38

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Se sentó Luis Enrique en la sala de prensa de la ciudad deportiva Joan Gamper y prefirió alimentar más la división en su club que apaciguar las aguas. Siempre cuestionado, el asturiano ha tenido que soportar las críticas cuando fallaba, marcado siempre por su pocos aciertos tácticos y, según dicen aquellos que le quieren ver fuera, por ir ganando gracias a la MSN, especialmente Messi. Quizá cansado de todo, y para salvar su nombre, atizó, abiertamente y a escondidas, a aquellos que habían un día antes manchado la imagen del Barcelona al no acudir a la gala de la FIFA.

Luis Enrique califica su postura y la del club con el arbitraje de "intachable"

"La decisión fue individual, dependió de ellos", aseguró Luis Enrique en rueda de prensa. Confirmó pues lo que ya se venía barruntando en las últimas horas del lunes. Los futbolistas habían decidido no ir a Zúrich, a la gala de entrega de los premios anuales de la FIFA, con la excusa oficial de que no querían descentrarse del importante partido de este miércoles (21:15 horas) ante el Athletic Club de la vuelta de los octavos en la Copa.

En el fondo había otra explicación. Había, en cierto modo, un reto al club, a su directiva, a aquellos que, según ellos, no defienden al Barcelona de cara al exterior, sobre todo por la situación arbitral que vienen padeciendo en los últimos dos partidos, ante el Athletic Club en Copa y ante el Villarreal en Liga. Los jugadores no estaban para fiestas y menos cuando desde su directiva apenas se apoya las críticas arbitrales.

Los dardos de Luis Enrique a Piqué

Entre esta guerra aun por explotar, pero ya caliente en el seno del club, Luis Enrique arreó contra la táctica que está utilizando Piqué de poner a los árbitros como única justificación de los males del Barcelona en este arranque de 2017. Sin nombrarle, el técnico asturiano criticó al central catalán, le dejó solo en su cruzada contra los colegiados e incluso le dirigió un "ya es mayorcito", dando a entender que, a su edad, es una pérdida de tiempo coger ese camino. Lo hablaran antes o no, lo disfracen de lo que lo disfracen, la crítica de Luis Enrique a Piqué fue clara.

"Es intachable la postura del entrenador del Barcelona y del club de mostrarse por encima de cualquier decisión puntual que pueda ocurrir en un partido", dijo el asturiano en rueda de prensa. El mensaje era claro. Su postura, la de no hablar de los árbitros, que también es la del club, es la más acertada. Precisamente no es esa la misma idea en la que cree Piqué. Pero por si había dudas, Luis Enrique todavía quiso especificar para quien iban sus palabras, lógicamente sin nombrarle.

"Lo fácil es quejarse y llorar", añadió el técnico azulgrana. Además de que contestaba una pregunta que iba dirigida por las palabras de Piqué, ¿quién se está quejando y llorando por el trato arbitral? Sí, Piqué. Blanco y en botella. El 'palo' fue tan duro como claro. Luis Enrique se dirigía a su jugador e incluso le mandaba un recado. "Lo difícil es mantenerse en proteger y beneficiar al fútbol, a tus jugadores, a tu equipo...", siguió explicando Luis Enrique, que, a tenor de sus palabras, estaba diciendo que ni Piqué protege a sus jugadores ni beneficia al propio fútbol. No se quedó ahí.

Ya fuera por un calentón, porque no se escuchaba o porque se dejó ir, Luis Enrique siguió hablando y hablando. Y, ya fuera a propósito o sin querer, fue relatando lo que a él le gusta de Piqué. "Estoy encantado con el Piqué futbolista, con el Piqué profesional, con el Piqué jugador... y nada más". Partiendo de la base de que separa a Piqué en varias facetas, se olvida del Piqué 'showman', del Piqué mediático, del Piqué que ha iniciado una campaña contra los árbitros. Piqué, en palabras de su entrenador, tiene muchas cosas buenas, pero otras tantas no. El "y nada más" deja que hasta ahí lleguen los halagos a su jugador. Los demás 'Piqués' no le gustan. "Vosotros (por la prensa) tenéis que estar encantados con él, es un filón inagotable".

La Copa, antes olvidada, ahora válida como excusa

Con este lío entre medias, donde Luis Enrique sí se puso de acuerdo con sus jugadores fue en el plantón a la FIFA. "Como entrenador refuerzo su decisión, hubiera respaldado cualquier decisión. En este caso la respaldo al 100%", dijo. La cuestión es que el asturiano lo argumentó por el partido de Copa. "Hay una situación deportiva que está por encima de cualquier otro compromiso". Lógicamente el encuentro existe y su importancia es mayor. Pero, si esa fuera la única explicación, ¿por qué el propio Luis Enrique dio vacaciones hasta tres días antes del partido de ida a Messi, Suárez y Neymar? Si el partido de Copa es la gran prioridad que evita que unos jugadores puedan coger un vuelo de una hora y estar durante tres o cuatro horas en Zúrich, ¿por qué no se ordenó que las grandes estrellas del equipo, con un vuelo de 13 horas, llegaran antes y prepararan ese partido de Copa?

Este miércoles el Barcelona se juega una gran parte de la temporada, porque aunque el torneo del KO en España sea considerado siempre menor, caer en octavos es un drama para un equipo que aspira al triplete. Con cinco puntos de desventaja (y un partido más) respecto al líder de la Liga, el Barça se tambalea nada más comenzar el año. La remontada ante el Athletic salvaría a un equipo inmerso en diferentes criterios a la hora de afrontar los perjuicios arbitrales, con jugadores, liderados por Piqué, rebelándose contra su directiva y dejando la imagen del Barcelona en entredicho. Como todo en el fútbol, el resultado calmará o agitará las cosas. Si se elimina al Athletic, todo será olvidado. Si se pierde, la guerra, todavía subterránea, podría ir a más.