7 de febrero. Seis y media de la tarde. El Madrid seguía siendo líder, pero había sido arrasado en el Vicente Calderón (4-0). “Lo primero es pedir perdón a la afición por no estar a la altura los 90 minutos. Ha sido un partido muy malo”, decía Carvajal en la zona mixta. Horas después los jugadores blancos se divertían en el fiestón de cumpleaños de Cristiano Ronaldo y el cantante colombiano Kevin Roldán les traicionaba publicando unas fotos que siguen haciendo ruido gracias a Piqué y su “ahí empezó todo”. El equipo de Ancelotti, que la prensa comparaba en diciembre al Barça de Guardiola, iba desmoronándose lentamente desde la lesión de Modric. El equipo seguiría siendo líder un mes, hasta la visita a San Mamés, pero la afición no olvidó la juerga post-humillación. Ronaldo no volvió a hablar con la prensa en toda la temporada.

Hasta el miércoles pasado, en Suecia, la noche aparentemente insulsa de Champions en la que superó por fin a Raúl como máximo goleador de la historia del Madrid . “Cuando no se habla, es que algo no va bien”, dijo a los periodistas. “No hablo porque las preguntas no son buenas”. “Estoy bien, pero el futuro nunca se sabe”. Y el club se apresuró a rendirle pleitesía el mismo viernes con un homenaje en el que no faltó nadie y CR7, el titán que se enternece cuando gana premios, reconoció que “he sido un poco cabrón con la prensa”.

La hazaña del portugués (en sólo seis temporadas) ha opacado estos días la sed de venganza del vestuario 'merengue', encarnada en su capitán, Sergio Ramos, que vio desde la grada (por lesión) la derrota más dolorosa de la temporada pasada. El central sevillano ha acelerado la recuperación de su hombro para acaudillar al equipo: a pesar de que Simeone está tardando más que otros años en engrasar la máquina (no perdía un partido de Champions en casa desde que llegó el argentino), preocupaba repetir la pareja de centrales –Varane y Nacho– de aquel sábado. Un temor ligeramente injusto: el naufragio del equipo fue completo, en todas las líneas, en aptitud y en mentalidad.

Ronaldo se lamenta de una ocasión fallada ante el Málaga.

Ronaldo se lamenta de una ocasión fallada ante el Málaga. EFE Madrid

También regresa Bale a la convocatoria, aunque su ausencia (incluso en plenitud de forma) parece doler menos. La inclusión de un tercer centrocampista (Kovacic) dio excelentes resultados al equipo de Benítez en Bilbao, aunque el empate posterior en casa contra el Málaga (31 disparos, 9 a portería) haya enfriado ligeramente el entusiasmo madridista. “Llegamos bien”, afirmó Ronaldo en la zona mixta de Malmöe. “Me sorprende un poco la derrota del Atlético” contra el Benfica, añadió después.

La temporada pasada el Madrid se resarció parcialmente un par de meses después, cuando eliminó a los colchoneros en los cuartos de final de la Champions, pero Ancelotti se fue de vacío en su segundo año y sus jugadores todavía tienen la sangre en el ojo. Incluido Ronaldo, al que le amargaron el cumpleaños y que aquella tarde de febrero, poco después de ser coronado Balón de Oro, acribillado permanentemente por la afición local, ni olió la pelota en el Calderón.