Camino del Camp Nou el Bayer Leverkusen olió la sangre. El aficionado culé lleva unos días patrullando los aledaños del estadio como Myrtle la Llorona. Y es que solo los habitantes de la delegación de Hogwarts en Cataluña entendieron lo que es ver a Harry Potter vestido de futbolista durante la última década y lo que queda de la siguiente. 'Messi dos meses de baja' rezaban los diarios después de una victoria pírrica frente a un recién ascendido, Las Palmas. Una lesión de un crack conllevaba, hace no mucho, a darle minutos a un chaval ‘de los nuestros’. “¿Os acordáis de Isaac Cuenca? ¿de Tello? Siempre saludaban” mascullaba un lugarteniente. Entrañable a la par que esperanzador, eso se acabó, y más si es, como mínimo, el mejor jugador de la historia del club.

El afortunado anoche fue Sandro, un chaval con ganas que luce un cuerpo de herrero de los de antaño. Pero sea Sandro o cualquier otro, suplir a Messi no es suplir a un gran jugador, sino ponerte tú donde antes había un vórtice que te lleva a un vídeo de highlights del YouTube en bucle. Más tarde y con el marcador a favor, el Leverkusen se agarró al tapete del Camp Nou como las alimañas a la pared. El equipo de Luis Enrique se desgastó intentando crear ocasiones de gol que no llegaban y con Rakitic fundido, entró Sergi Roberto, otro chico de la cantera blaugrana, cerciorando una vez más los problemas del Barça estas últimas semanas: la profundidad de una plantilla, que sancionado por la FIFA, no puede reforzar hasta 2016.

Lo visto ayer en Barna fue una muestra más de los problemas de plantilla del Barcelona que persiguen al club desde principios de verano. A veces tapados por la genialidad de Messi, por la picardía de Neymar o por la efectividad de Luis Suárez, el Barça no termina de convencer. Desde el inicio de la actual campaña el conjunto blaugrana ha perdido la Supercopa de España frente al Athletic Club, ha recibido cuatro goles en tres ocasiones y ha ganado todos sus partidos por la mínima, exceptuando la victoria por cuatro goles a uno frente al Levante. Con un once de excepción, cada vez que Luis Enrique mira al banquillo observa que, como cuando las vacas miran al tren, que hay poco o nada para dar refresco a sus estrellas.

A las lesiones de Claudio Bravo, Rafinha, Adriano, Vermaelen y Messi se añade ahora la baja del capitán Andrés Iniesta, con una lesión de bíceps femoral en la pierna derecha que le puede mantener alejado de los terrenos de juego hasta tres semanas. Con esta baja el Barcelona se queda con solo tres centrocampistas puros; Ivan Rakitic, Sergio Busquets y Sergi Roberto, además de las ayudas ocasionales que Javier Mascherano pueda dar al centro del campo culé, recurso que Luis Enrique desestima semana sí y semana también pues la zaga blaugrana parecería la colina de los teletubbies.

Pese a no convencer al respetable, el Barça ha escamoteado el temporal con oficio y de forma solvente. La victoria de Champions frente al Leverkusen junto con la derrota de la AS Roma en Bielorrusia sitúa al club de la Ciudad Condal líder de su grupo con cuatro puntos. Con el Sevilla acechando este sábado en Liga, el calendario sonríe al Barça; es su último duelo de enjundia en las próximas semanas. Mientras recupera efectivos, en Barcelona esperan las incorporaciones en enero de Arda Turan y Aleix Vidal como agua de mayo.