El grupo musical Lambchop.

El grupo musical Lambchop.

Música Electrónica y country

Lambchop, un grupo de hombres "súperfeministas" que adora a Obama

La banda de Nashville presenta en Barcelona 'FLOTUS', un álbum fusión dedicado al "amor" que sienten por sus esposas. Se llaman a sí mismos "maridos de".

24 enero, 2017 20:25
Barcelona

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Camisa a cuadros y gorra marrón. Kurt Wagner, el cantante de una banda de Nashville. Sin embargo, ni el atuendo ni el origen de Wagner son aquí pistas válidas. El líder de Lambchop subió ayer al escenario de la sala Barts de Barcelona para presentar FLOTUS, un álbum que ha sido elogiado -entre otras cosas- porque supone una incursión en la electrónica por parte de un grupo con raíces en la música country.

Wagner se movía, micro en mano, como si buscase en el gesto las cualidades de un cantante de rap. Antes del espectáculo, el artista habló sobre cómo, entre los referentes de FLOTUS está la estrella del hip hop Kendrick Lamar. El líder de Lambchop dice que cuando habla de electrónica se refiere precisamente al hip hop. “Para mi, la música electrónica y el hip hop han ido evolucionando al mismo tiempo”, comenta Wagner. "De hecho, el hip hop es uno de los géneros actuales que más me interesa. Siempre me gustó el soul y el rythm and blues, así que el hip hop era para mí un paso natural”.

Coqueteo con la electrónica

Lambchop siempre ha tocado distintos géneros, hasta el punto de que el gospel se colara en alguna de sus composiciones, hasta el punto de proponer un concierto que flota por tonos distintos, desde el pop o el soul a la deriva más jazzística. “Los géneros no son más que los colores de una paleta, y me gustan los colores muy diversos”, explica. "Los uso en función de lo que quiero expresar”. Quizá por eso para Wagner la ruptura que representa FLOTUS y sus flirteos con la electrónica no resulta tan flagrante: “En los años ochenta, cuando estaba estudiando, aprendí algo de historia de la electrónica y de sus técnicas básicas”.

En el proceso fue determinante un proyecto que inició con dos de sus compañeros de Lambchop, y que llamaron HeCTA: “Aprendí mejor cómo hacer música electrónica”, explica Wagner, “pero aún no tenía ni idea de cómo aplicarla al sonido de Lambchop. Eso lo aprendí tocando en directo, cuando me di cuenta de que podía modificar mi voz”. Así, reconoce que la electrónica ha cambiado su manera de trabajar: “Antes, cuando componía, probaba siempre con la guitarra. Para preparar FLOTUS, solo necesitaba mi voz y un aparato que la modulara”.

Antes, cuando componía, probaba siempre con la guitarra. Para preparar FLOTUS, solo necesitaba mi voz y un aparato que la modulara

El concierto de ayer puso esta idea en escena. Todo comienza y acaba en la voz de un cantante que ha hecho de sus cuerdas vocales uno de los elementos inconfundibles de la banda, y que ahora no ha dudado en someterla al filtro electrónico. El concierto se abrió con la voz vocoderizada de Wagner. Y se cerró con el cantante abandonando el escenario y dejando solos a sus músicos (pianista, bajista y batería). La voz desapareció de la escena, a sabiendas quizá que la experimentación de FLOTUS se construye precisamente sobre ella.

Bajo el recuerdo de Obama

Si el hip hop y el trabajo sobre la voz está en el origen estético de FLOTUS, el tema o el discurso parece ser otro. “Es un disco sobre el amor”, sostiene Wagner, "Y si hablamos de los conceptos que atraviesan el álbum, la motivación principal era la de hacer algo que gustase a mi mujer”.

Mary Mancini, la esposa de Wagner, forma parte del Partido Demócrata de Tennessee. Ella es la mujer que aparece en la portada del disco. En la imagen, en blanco y negro, una mano se apoya sobre el hombro de la mujer: es la mano de Barack Obama. El título del álbum se refiere al amor del que hablaba Wagner, pues son las siglas de “For Love Often Turns Us Still”, pero es también el nombre que recibe la primera dama de los Estados Unidos (First Lady of the United States), que hasta hace poco era Michelle Obama.

Por mucho que Wagner lleve la voz cantante, el portavoz del grupo durante el concierto fue el pianista, el encargado de declarar al grueso de la banda como “superfeministas”

A Lambchop les ha tocado presentar su disco en España justo cuando Donald Trump ha sido investido. Por mucho que Wagner lleve la voz cantante, el portavoz del grupo durante el concierto fue el pianista, el encargado de declarar al grueso de la banda como “superfeministas”. En el fondo, FLOTUS tiene algo de esto: tanto en la imagen que cubre el disco como en su concepción, hay una mujer.

Cuando Wagner habla de política, lo hace también a través de su experiencia como “marido de”. “Su trabajo es político en una esfera pública. Yo, en cambio, no soy más que un ciudadano”, dice. "Además, creo que la política, como la religión, es un asunto muy íntimo. No veo que, por estar encima de un escenario mi opinión sea más relevante. En cambio, mi mujer sí que deja su huella, su trabajo tiene una influencia directa en la vida de la gente. La admiro precisamente por esto”. En plena ola de miedo a Trump, bajo la mano de un Obama que se ha despedido, Wagner ha presentado su disco acompañándolo de elogios a su mujer, como si ella fuese la artista invitada en esta experimentación electrónica en la que se ha adentrado el grupo. Quizá por eso, se trata de un álbum sobre el amor.