Edurne Uriarte.

Edurne Uriarte.

Libros Publica 'Diez razones para ser de derechas'

Edurne Uriarte: "Rita Maestre en la capilla y FEMEN son lamentables para el feminismo"

"Las mujeres de derechas somos más feministas que las de izquierda" / "Las dictaduras comunistas tienen mejor imagen que las fascistas, pero mataron más" / "A la gente le da vergüenza decir que es de derechas". 

14 diciembre, 2017 03:04

Es catedrática de Ciencia Política y columnista, fue activista en los movimientos antiterroristas del País Vasco y ha firmado varios ensayos sobre patriotismo, terrorismo, izquierda y feminismo: Edurne Uriarte está cansada de que “la izquierda sea una marca de prestigio político y cultural” y la derecha una en “permanente cuestionamiento”: “Millones de españoles tienen valores de derechas y votan a partidos de derechas, pero lo hacen en desafío a la moda dominante, a la corrección política y a la imagen negativa creada sobre la derecha por sus detractores”.

En Diez razones para ser de derechas y atreverse a decirlo (Editorial Almuzara), Uriarte acepta el desafío: hila un rosario de ideas que cuestionan la superioridad política y moral de la izquierda y defienden que la derecha “ha sido el motor del cambio y de la modernización de España en las últimas décadas”.

En el libro propone diez ideas, pero, ¿cuál es la razón fundamental para ser de derechas?

Yo propongo diez, pero hay más, y supongo que cada persona las ordena de una manera u otra. Lo que explico en el libro es que la derecha tiene contenidos muy interesantes que la hacen atractiva ideológicamente, mucho más de lo que parece en la sociedad española. Parto de la constatación de que "derecha" es una palabra políticamente incorrecta. La derecha tiene mala imagen y en el libro explico por qué eso no se corresponde por la realidad. La razón fundamental para ser de derechas es la importancia de la libertad, especialmente en una sociedad como la española, donde la izquierda pretende tener el monopolio del cambio. Y eso no es cierto: en las últimas décadas la derecha ha liderado más el cambio que la izquierda.

¿Qué cambios sociales ha liderado la derecha?

Me centro en la Historia del País Vasco, porque explico ese cambio de forma autobiográfica. Yo era de izquierdas y evolucioné hacia la derecha a partir de la situación en País Vasco. La derecha ha liderado el cambio de la lucha antiterrorista y la concepción sobre ETA. Hay que recordar que al principio de la Transición muchos sectores sociales aún legitimaban a ETA. El antiterrorismo sin complejos es patrimonio de la derecha. Algo importante: el patriotismo español también es derecha. Desde el inicio de la Transición y hasta bien entrados los años noventa, en España, para la izquierda la patria y el patriotismo han sido conceptos problemáticos. ¿Quién lideró la recuperación del patriotismo español? La derecha. El cambio es de la derecha.

¿Si no hubiese vivido usted, autobiográficamente, como dice, el terror de ETA, no se habría vuelto de derechas?

Me habría vuelto de derechas de todas formas. Cuando has crecido en una comunidad como el País Vasco el pariotismo es fundamental, porque Cataluña no ha tenido ni mucho menos el problema de terrorismo que el País Vasco. Cataluña hoy es el ejemplo de una comunidad autónoma donde sentirte español supone problemas, y en País Vasco también. Por eso es importante ser de derechas.

Otro punto: la meritocracia. La derecha cree en la sociedad de los mejores, en el esfuerzo y la responsabilidad individual, mucho más que la izquierda.

Respecto a los cambios sociales de los últimos años, a los que usted se refiere, pienso en el matrimonio homosexual. ¿Cree usted que la derecha más progresista que la izquierda?

Es que el concepto "progresista" se lo ha apropiado la izquierda. Aquí es sinónimo de "izquierdista", pero la derecha lidera tanto o más el progreso que la izquierda. Por una razón: el progreso se ha producido en países capitalistas, no en socialistas. Economías libres, economía de libre mercado. Liberales conservadores o demócratas cristianos. Aunque es cierto, respondiendo a tu pregunta, que en determinadas cuestiones concretas, la izquierda también ha liderado cambios sociales, dependiendo de la época.

¿Cómo se puede ser homosexual y de derechas si hasta la ley 13/2005 de Zapatero, según el PP, los gays no se podían casar? ¿Puede el colectivo LGTB perdonarle eso al partido que está en el Gobierno?

Sí, yo creo que los gays han perdonado eso ya al PP. Yo siempre estuve de acuerdo con la ley del matrimonio homosexual, y en el libro explico que la derecha al principio se opuso pero lo ha aceptado en la práctica.

Quizá porque ya no queda más remedio que aceptarlo. No creo que pudiésemos dar ese paso atrás.

Aquí hay que tener en cuenta que la derecha, en su actitud hacia los homosexuales, no es diferente de la izquierda. Quiero decir: la derecha respeta de la misma manera la homosexualidad que la izquierda, porque respeta la libertad de cada uno para tener la orientación que le parezca. El único problema era el concepto de "matrimonio".

Tanto que Rajoy acabó yendo a la boda de Maroto.

Sí, porque había dudas sobre la cuestión. Una parte de la derecha se oponía y otra no, empezando por el propio presidente.

Dice usted que a la gente le da vergüenza reconocer que es de derechas.

Sí, a la gente le da vergüenza decir que es de derechas, al menos a la mayoría. El PP siempre utiliza "centroderecha", para matizar. Porque socialmente no está de moda. En España tiene que ver con la memoria del franquismo, que fue una dictadura de extrema derecha, pero también podríamos decir que "izquierda" evoca la dictadura comunista o la dictadura cubana actual con la que simpatiza la izquierda.

Entonces es cuestión de cercanía.

Sí. El franquismo influye pero es sólo una parte de la explicación. La explicación general, que es histórica, viene del siglo XX, y lo que ocurrió es que las dictaduras comunistas tuvieron mejor imagen que las fascistas. No hay ningún motivo objetivo para que sea así: asesinaron igual, de hecho, mataron más las dictaduras socialistas que las fascistas. Deberían tener la misma mala imagen.

¿Por qué hay personas pobres que votan al PP?

La principal explicación del voto, en ciencia política, es la ideología. La gente vota por sus ideas, no por su clase social. Quizá a esa persona pobre lo que más le puede beneficiar es la reducción de impuestos, porque va a generar crecimiento económico y contratación.

En el libro habla de los sueldos de Cristiano Ronaldo y Messi. ¿A usted le parece lógico que cobren más que un oncólogo? Explica usted que la derecha cree que existen “diferencias de trabajo y de talento que explican la desigualdad”.

En el ámbito privado de la empresa privada, evidentemente, los salarios dependen del mercado. En el caso del fútbol, genera una cantidad increíble de dinero, millones y millones de personas quieren ver a Cristiano y a Messi y están dispuestos a pagar dinero por verlos. La gente paga lo que ellos ganan, es una cuestión de oferta y demanda. Nos puede gustar mucho o poco, pero debemos respetar la libertad. Debemos respetar que alguien que tiene 5 millones de euros los invierta en una pintura. Yo no puedo obligar a quien quiere ir a estadios de fútbol a que ese dinero lo donen a un hospital. Podemos sugerir y liderar la iea de que eso sería bueno para nuestro mundo, y mucha gente respetable intenta liderar eso. Pero la gente tiene la libertad de gastar su dinero como le parezca, y paga por fútbol porque quiere divertirse y ser feliz.

¿En España se admira a Amancio Ortega o se le envidia? ¿Cómo se explica que hubiese asociaciones de usuarios de la sanidad pública que se opusiesen a su donación para adquirir tecnología contra el cáncer?

Lo mayoritario es admiración, pero hay sectores conectados con la extrema izquierda, como cuento en el libro, que rechazaron su donación. Yo lo explico como un rechazo a los empresarios en general. Un rechazo ideológico que se culiva mucho en la extrema izquierda: consideran sospechoso a cualquier empresario por ser empresario.

¿Es España un país meritocrático?

No lo suficiente, desde luego. Debería serlo mucho más. Es una cuestión de valores sociales y nuestros valores sociales no son mayoritariamente meritocráticos. Es el debate que hubo con la ley de reforma educativa, cuando el gobierno del PP quiso subir las notas para conseguir becas y hubo una oposición enorme en el mundo político y en el educativo. Eso es una oposición a la meritocracia, a premiar el esfuerzo de quienes más trabajan. En el libro también abordo una cuestión espinosa, que es la diferencia de talento: eso la derecha lo reconoce y la izquierda no. El esfuerzo es el 80% de casi todo, pero hay diferencias de talentos. No todo el mundo puede llegar a ser Picasso, aunque se pase la vida pintando.

Pero, ¿cree usted que la infanta Leonor tiene las mismas oportunidades que una niña que nazca en las Tres mil viviendas? Aunque se esfuercen lo mismo. Llegar a los sitios, ¿no depende también de una cuestión social?

Entiendo por dónde vas, y no, claro que no. Claro que depende de una cuestión social. En el libro la abordo y destaco que que todas las corrientes de la derecha, menos el liberalismo más radical (que es minoritario en la derecha), dan importancia a la igualdad de oportunidades, y dan importancia a la necesidad de Estados fuertes que la procuren. Es fundamental un sistema educativo público de calidad y un sistema de becas que permita también a los mejores acceder al sistema educativo privado.

¿Por qué a la derecha le cuesta decir que es feminista?

Porque lamentablemente el feminismo más conocido, el que aparece en los medios de comunicación, es un determinado tipo de feminismo muy ligado a la izquierda e incluso a la extrema izquierda. No es el feminismo liberal con el que se identifican las mujeres de la derecha. Yo misma soy feminista liberal.

Entenderá usted que que Cristina Cifuentes diga "yo tengo amigas feministas", como algo ajeno, no ayuda.

Ya, pero hay mujeres que estamos intentando cambiar esto en España. Es difícil liderarlo. Una buena parte de las mujeres de la derecha están en contra del aborto y eso no significa que no sean feministas. Lo son, luchan por la igualdad, pero están en contra del aborto.

Pero, ¿cómo se puede ser feminista liberal y estar en contra del aborto si el liberalismo apoya la no intrusión del Estado en la vida del individuo?

Yo el concepto de "feminista liberal" lo uso en sentido amplio para referirme a la derecha. Me refiero al feminismo que es crítico con las cuotas, porque para ser feminista no hace falta defender las cuotas. Yo creo que hay discriminación de las mujeres en muchos ámbitos, y creo que para nosotras es más difícil llegar a ciertos lugares. Padecemos formas de discriminación difíciles de probar, porque son sutiles, pero se nos otorga menos autoridad que a ellos.

Entonces: ante situaciones desiguales, respuestas desiguales, ¿no? Para equilibrar.

Yo creo que eso da malos resultados. Es una mala solución para un problema que existe. Creo que la respuesta tiene que ser social, ideológica, cultural. Tiene que haber un cambio de valores. Y tiene que ser gracias a la presión, a las asociaciones de mujeres que presionan, que llaman la atención sobre este problema, que combaten... pero vamos, que las mujeres de derechas somos más feministas que las de izquierda. Igual o más.

¿No cree que sería interesante que el feminismo fuese un movimiento vertebrador, transversal?

Sí, pero es complicado, porque el feminismo de izquierdas es muy sectario. Como todo lo radical, es sectario, y esto significa que siempre excluye a las mujeres de derechas. No es inclusivo. A mí Rita Maestre asaltando una capilla y FEMEN me parecen lamentables para el feminismo, para la igualdad de las mujeres. Fíjate que parte del feminismo de izquierdas, el más radical, apoya el uso del velo por parte de las mujeres musulmanas.

¿Es más machista el velo o la minifalda?

Obviamente el velo. He planteado este tema en algún artículo. Las mujeres occidentales tenemos contradicciones, obviamente, y muchas, pero las mujeres de loa países democráticos y occidentales hemos logrado un altísimo grado de igualdad, aunque quede mucho todavía. En cambio hay países musulmanes donde se obliga a la mujer a cubrirse el pelo o la cara, y países occidentales donde las musulmanas llevan el velo, al que llaman "símbolo". Sí, pero lo dice su propia religión: es un símbolo discriminatorio, y su fundamento es que la mujer es un objeto sexual y debe ocultarse a la vista de los hombres, para no alterarlos. No obliga a los hombres a ocultarse, obliga a las mujeres. La mujer es el objeto y el hombre el sujeto.

¿Es posible que una mujer musulmana sea feminista?

Hay mujeres musulmanas críticas con el velo, seguramente la mayoría. Pero hay muchos países musulmanes que son dictaduras, donde el velo es obligatorio: el símbolo discriminatorio es obligatorio. Y en los occidentales donde viven comunidades musulmanas, ¿qué ocurre? Que la mayor parte de las musulmanas no llevan velo, pero otra parte lo conserva por imposición familiar o por propia decisión. Luego hay musulmanas que dicen ser feministas y que ostentan la libertad de llevar el velo como símbolo cultural, lo dicen así. Los símbolos son símbolos, igual que puede decir lo mismo un nazi o un comunista. Eso sí: no toleramos lo nazi y prohibimos sus símbolos, pero lo comunista sí lo toleramos, aunque eso es otro tema. Cada uno puede reivindicar lo que quiera, pero no olvidemos que los símbolos tienen significados, y unos los prohibimos y otros no.

¿Quiere usted prohibir el velo?

Quiero que se prohíba el velo en países donde defendemos la igualdad de las mujeres. No podemos consentir un símbolo tan discriminatorio.

En el libro cuestiona algunos de los datos que Jordi Évole da en Salvados. ¿Miente?

Bueno, Jordi Évole es un comunicador muy influyente situado en el ámbito de la izquierda, y a partir de ahí interpreta la realidad a partir de los valores de la izquierda. Pero la mayor parte de los comunicadores está a la izquierda.

¿Eso cree?

Sí. Creo que el debate social lo está ganando la izquierda.

Sólo el social, entonces, porque ahí están los resultados electorales.

Sí. En los medios de comunicación la izquierda es mayoritaria. La derecha no está representada.

¿Cuántos periódicos de izquierda conoce?

Radio, televisión, internet... evidentemente la mayoría están a la izquierda. El liderazgo cultural editorial e intelectual está en la izquierda. Ahora bien, eso explica en parte por qué los conceptos de la derecha tienen menos éxito, aunque la derecha gane por mayoría absoluta. ¿Qué es lo que esto muestra? Que la capacidad de influencia de estos líderes periodísticos es limitada. Existe y es importante, pero es bastante menos importante de lo que suponemos.