Cuadro del pintor británico David Hockney, 'Portrait of an Artist (Pool With Two Figures)', subastado por más de 90 millones de dólares.

Cuadro del pintor británico David Hockney, 'Portrait of an Artist (Pool With Two Figures)', subastado por más de 90 millones de dólares. Efe

Arte

Un cuadro de Hockney revienta todos los récords: subastado por 90,3M de dólares

16 noviembre, 2018 10:40

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La obra de David Hockney Portrait of an Artist (Pool With Two Figures), de 1972, acaparó este jueves todas las miradas en la subasta que celebró Christie's en Nueva York, donde rompió un récord al alcanzar los 90,3 millones de dólares, el precio más alto que se ha pagado por una pieza de un artista vivo.

El monto, en el que se incluyen tasas e impuestos, superó fácilmente en la subasta de arte contemporáneo la previa cifra histórica de 58,4 millones que se había pagado por uno de los Balloon Dog del estadounidense Jeff Koons en 2013.

Portrait of an Artist (Pool With Two Figures) fue recibida en la sala de Christie's con un murmullo de entusiasmo de los asistentes, y tras iniciarse la puja, que partió en 20 millones de dólares, alcanzó los 60 en menos de medio minuto y terminó en 80 millones después de una larga y tensa "batalla".

Así, al sumar las tasas e impuestos que el comprador deberá pagar, la pieza alcanzó un precio de 90.312.500 dólares, con lo que supera en más de 30 millones la anterior cifra histórica de Koons y sus globos.

La obra de Hockney, de grandes dimensiones, está considerada una de las tres piezas más importantes del artista británico, de 81 años, y es la única en la que combinó dos de sus representaciones recurrentes: una piscina y un doble retrato.

En la misma subasta, salió a la venta otra obra de Hockney, Sprungbrett mit Schatten (Paper Pool 14), pintada en 1978, que tenía un valor estimado de 6 a 8 millones de dólares, y se vendió por más de 7,2 millones.

Cambios en el mercado

El pintor británico, que empezó a hacerse conocido en Reino Unido en la década de los 60, se ha convertido en uno de los artistas vivos más populares, aunque su trabajo inicialmente no era percibido con seriedad por los llamativos colores que utiliza y unas figuras demasiado realistas.

Sin embargo, en la actualidad vive un renacimiento comercial y de reputación gracias a tres retrospectivas recientes, entre ellas una en el Museo Metropolitano de Nueva York y otra en la Tate Britain que rompió récords de asistencia.

Los expertos señalan que el precio histórico de este Hockney y otras ventas que se han ido viendo esta semana de subastas, la más importante del año, apunta a que el mercado está rotando hacia piezas de artistas vivos en una reacción frente a los precios desorbitados de obras clásicas.

Destacaron también en la subasta de Christie's el Mark Rothko Untitled (Rust, Blacks on Plum), pintado en 1962 y en manos del adinerado y poderoso clan de los De Menil desde 1979. La pieza del maestro del expresionismo abstracto había sido valorada por Christie's en un mínimo de 35 millones de dólares y un máximo de 45, pero sólo consiguió superar por poco la estimación más baja al alcanzar los 35,7 millones.

Otras obras subastadas

Study of Henrietta Moraes Laughing, pintado por Francis Bacon en 1969, sí que sobrepasó el precio que le habían otorgado los expertos de la casa de subastas, de entre 14 y 18 millones de dólares, al venderse por 21,6 millones.

Fue recibida también con entusiasmo una escultura móvil de Alexander Calder, 21 Feuilles Blanches, una de sus piezas más representativas y que fue ejecutada en 1953, a la que se le había concedido un valor estimado de entre 5 y 8 millones pero que sin embargo alcanzó los 17,9 millones.

Con un perfil mucho más modesto llegaba a la puja de Christie's Window, un dibujo en lápiz de Philip Guston que se pensaba tenía un valor de entre 300.000 y 500.000 dólares, y por el que sin embargo alguien estuvo dispuesto a pagar más de 3 millones de dólares, un valor seis veces superior al máximo estimado.

Otras estrellas del show de este jueves fueron Discography Two, de Jean-Michel Basquiat, por el que se pagaron 20,9 millones de dólares, Ocean Park #137, de Richard Diebenkorn, que alcanzó 22,5 millones de dólares, y Untitled, de Christopher Wool, que se vendió en 15,2 millones de dólares.

La venta de arte contemporáneo va al alza, como lo demuestra en esta semana de subastas millonarias en Nueva York las cifras ofrecidas hoy por la casa Sotheby's, que calcula sus ventas en este arte en 1.600 millones de dólares en lo que va de año, un 22 % más que en 2017, después de facturar solo en lo que va de mes de noviembre 463 millones de dólares.