Abascal y los Carolina Durante.

Abascal y los Carolina Durante.

Cultura

Carolina Durante cambia su canción 'Cayetano': ahora los pijos "votan a Vox, antes a Ciudadanos"

La banda madrileña se consolida con llenazo en La Riviera durante dos días y cierra su etapa gloriosa con un bombón envenenado al partido de Abascal. 

26 noviembre, 2019 20:20

Ya podemos decirlo: después de un fin de semana de 'llenazo' en La Riviera -en sábado y domingo-, los Carolina Durante se han consolidado como la banda más importante de su generación. Tienen las letras, las temáticas, la fuerza, la actitud, y, sobre todo, ese poso de nihilismo inteligente que se ríe oscuramente de todo lo que les pasa para sobrevivir: una técnica millenial muy extendida. Cuando en 2017 empezaron a remover las redes con su tema Cayetano, la sensación que daban era mucho más inconclusa, más liviana: una canción divertida para burlarse cariñosamente de los pijos, un retrato letal del niño con pelazo que acude religiosamente al CEU San Pablo y veranea en Ibiza y Marbella. Con sus conchabeítos -¿quieres entrar? te recomendamos, ¿salir de fiesta en reservado? no pasa nada, esta tó pagado-, con su finca en Segovia, con sus amigas del voluntariado, con sus tres botones desabrochados. Bien. Pero su lanzamiento no se quedó ahí, en una gracieta.

Rápidamente demostraron que iban en serio con composiciones mucho más ambiciosas. Canciones originales, frescas, perversas a veces, como ese Necromántico en el que vocean "a la mierda eso de ser feliz, yo lo que quiero es estar contigo"; o como esa Niña de hielo en la que se lamentan del "tiempo perdido en tu reino". Lo tocaron y lo bordaron con El himno titular, una canción para gamberrear, y acariciaron los cielos -o los infiernos, quién sabe- del mainstream con Perdona (ahora sí que sí), conocida como el Amaiazo, o bien como el pensamiento circular de la semana que se difumina cuando uno entra al bar: “Se me olvida que no me quieres, sobre todo cuando es viernes”.

Cuando uno ve a la sala entera abarrotada, con las entradas agotadas desde hace meses, cantando a voz en grito Joder, no sé, lo entiende: Diego ha escrito las letras que los jóvenes necesitaban oír. En ese tema habla de esa insatisfacción moderna, de esa extraña edad de la desidia, de ese llegar mal y tarde a las cosas que uno amaba. "No tengo treinta años y ya estoy casi roto, apenas siento algo, tal vez me sienta solo (...) Estoy en plena forma pero ya estoy cansado, te digo que te quiero pero siempre con retraso".

Lo contaba el vocalista en entrevista a este periódico: "Creo que somos más infelices que nuestros padres, que las generaciones anteriores", y aludía también al tema Falta sentimiento: "Ha habido un largo periodo de mi vida en el que lo que más me motivaba, de verdad, era dormir. Era con lo que más disfrutaba (...) Básicamente no me motivaba nada. A mí, antes de tener el grupo, no había nada que me ilusionase. Nada. No podía ver series, no podía ver nada en la televisión, me costaba hasta leer. Nada me hacía sentir. Pf. Ni con las chicas, ¿sabes? No sentía nada. Y ahora gracias al grupo sí que tengo algo con lo que realmente estoy disfrutando y estoy viendo que hay cosas que me hacen feliz". 

Y es más que cierto: el grupo es pura dinamita. Diego, Martín, Mario y Juan son brillantes y lacónicos, escuetos y suficientes, probablemente las cuatro mejores noticias que le hayan llegado últimamente a la música en español. Están en su mejor momento. Han recorrido toda España. Han petado todos los festivales. Y han dejado el cierre poético para un fin de semana inolvidable en La Riviera donde han presentado algún tema inédito -que sacarán dentro de poco y que reza "si me conocieras, no me querrías tanto"-, donde han sacado al escenario al mismísimo cómico Ignatius Farray y al hombre del tiempo Martín Barreiro, amigo de la banda y citado en uno de los temas de su disco: "Lo dicen en los telediarios, lo dice Martín Barreiro, se viene la hostia del año como no nos estemos quietos". 

Este momento de gloria viene cargado, además, de una coña marinera: su hit Cayetano, del que hablábamos al comienzo del artículo, ha dado un giro político. Las cosas han cambiado desde hace dos años a aquí. Uno de los versos, que rezaba "todos mis amigos se llaman Cayetano, no votan al PP, votan a Ciudadanos", ahora ha pasado a decir "ahora votan a Vox, antes a Ciudadanos". El partido de Abascal ha recogido el guante y les ha dedicado un tuits a los chicos: "Vox sigue avanzando en pequeños detalles, Carolina Durante cambia la letra de la canción para adaptarla a los nuevos tiempos". Parece que no han pillado la ironía de la letra, el retrato satírico, pero el bombón envenenado se ha hecho viral. Carolina Durante ha vuelto a ganar. Que sigan los éxitos.