Paul Bocuse, impulsor de la "nouvelle cuisine" francesa y el cocinero más célebre de su país, murió este sábado a los 91 años de edad, anunció su familia a los medios franceses.

"Paul Bocuse ha muerto, la gastronomía está de luto. El señor Bocuse era Francia. Simplicidad y generosidad. Excelencia y arte de vivir. El papa de la gastronomía nos ha dejado", dijo de él el ministro del Interior, Gérard Collomb, en un mensaje colgado en su cuenta en la red social Twitter.

Para Macron, la gastronomía francesa, "pierde a una figura mítica". "Encarnaba la cocina francesa", ha dicho en un comunicado. "Hasta sus últimos días no cesó de transmitir, de formar a generaciones de chefs franceses y extranjeros. Los chefs lloran", añadió el jefe de Estado. 

Bocuse, nacido el 11 de febrero de 1926 en Collonges-au-Mont-d'Or, cerca de Lyon, tenía entre sus récords el haber acompañado su nombre de tres estrellas Michelin desde hace más de 50 años y fue designado cocinero del siglo por guías como Gault et Millau. Fue el chef más importante de Francia, modernizando la cocina gala. 

El chef del siglo

Se estrenó en los fogones a los 10 años, en una casa de comidas de su familia, y no abrió su propio restaurante hasta 1958, recuperando el establecimiento familiar L'Auberge du Pont y rebautizándolo como Paul Bocuse, donde refinó su estilo y consiguió tres estrellas Michelín. Su plato más famoso es una sopa de trufa, llamado V.G.E, que estrenó en una cena en el Palacio del Elíseo en 1975.

La receta recibió el nombre del presidente francés Valéry Giscard d'Estaing, del que recibió uno de los galardones más importantes de su trayectoria, ser miembro de la legión de honor francesa.

El punto de inflexión en su carrera llegó en la década de los setenta con la "nouvelle cuisine", corriente gastronómica que convirtió en el pilar de la modernidad culinaria, gracias en parte a su libro La cocina de mercado, sobresaliendo en ese momento de entre un puñado brillante de chefs, pioneros en la innovación y la adopción de nuevas técnicas. Muchos de sus colegas lo consideran el puente entre lo que eran antes y cómo son vistos en esta época los chefs. "Gracias a él pudimos salir de la cocina". 

Bocuse, creador en 1987 del Bocuse d'Or, prestigioso concurso bienal de gastronomía, contribuyó también a la formación de sus sucesores con la fundación en 1990 del Instituto Bocuse, con sede en Lyon. Según informa The New York Times, no se cansó de aparecer en los medios de comunicación, donde labró parte de su fama y dejó varias anécdotas. Desde 2015, tiene en Lyon un mural con su imagen.

Construyó un imperio desde Francia, alcanzando Estados Unidos y Japón, convirtiéndose en modelo de la nueva generación. El Instituto Culinario de América lo nombró chef del siglo. "Ahora los chefs son estrellas gracias a Bocuse. Estamos en deuda con él", dijo entonces el francés Jacques Pépin, uno de los muchos cocineros que se inspiraron en él.