La cantante Niña Pastori junto a su marido, Chaboli, en una imagen de archivo.

La cantante Niña Pastori junto a su marido, Chaboli, en una imagen de archivo. Gtres

Famosos TRIBUNALES

Un hombre dice ser hermano de Chaboli, el marido de Niña Pastori, y ha conseguido una "valiosísima" prueba de ADN

Ha presentado una demanda para ser reconocido como hijo biológico de Juan Antonio Jiménez Muñoz, Jero, componente de Los Chichos. 

Más información: Niña Pastori: "Lo de mi prima fue un palo tremendo. Estaba sana y era como la hermana que nunca tuve. Nos llamábamos igual"

Publicada

Inesperada noticia la que se ha conocido este viernes, 26 de diciembre, en el seno de la crónica social: Chaboli, el marido de Niña Pastori (47 años), podría tener un hermano biológico desconocido hasta la fecha. Así lo ha hecho público el abogado Fernando Osuna a través de un comunicado. 

Un hombre, natural de Madrid, de unos 40 años, sostiene ser hijo del malogrado componente de Los Chichos Juan Antonio Jiménez Muñoz, conocido por todos como Jero y fallecido en el año 1995. Este hombre ha presentado una prueba de hermandad en los últimos días. 

No sólo esto, ha conseguido una "valiosísima" prueba de ADN, según califica el sevillano Fernando Osuna. En su afán por conseguir esa prueba, explica Osuna que este madrileño contrató a un detective y el objeto que tenía ADN era una colilla de cigarro.

Niña Pastori junto a su marido en una imagen de archivo.

Niña Pastori junto a su marido en una imagen de archivo. Gtres

La denuncia, interpuesta en el Puerto de Santa María, afecta directamente a Julio Jiménez Borja, el marido de la cantante Niña Pastori, y a un hermano de éste. Cuenta Fernando que la madre de este hombre "era menor de edad cuando se quedó embarazada". 

Al ser una prueba de hermandad, que certifica un parentesco del 99,999 por ciento entre Chaboli y este hombre, el marido de Niña Pastori será quién sea citado en sede judicial para certificar la prueba. En otro orden de cosas, Osuna pone el acento en la herencia

"Puede haber una importante herencia por los derechos musicales y la propiedad intelectual". Fernando aduce que los derechos de autor de las canciones, "cantidades millonarias", los herederos pueden cobrar hasta 70 años después de la muerte del compositor. 

Sea como fuere, esta historia, habrá que ver cómo se resuelve, ha sacudido los cimientos de una familia muy discreta, la formada por Niña Pastori y Chaboli. La dupla se conoció a finales de los noventa, unidos por el flamenco y por la música que ambos respiraban en casa desde niños.

Niña Pastori y su marido junto a sus dos hijas.

Niña Pastori y su marido junto a sus dos hijas. Gtres

Él, como hijo de Jero (Los Chichos); y ella, como heredera de la tradición cantaora de San Fernando. Empezaron su relación en 1998 y pronto unieron también sus carreras: mientras ella consolidaba su nombre en los escenarios, él se fue convirtiendo en su productor y mano derecha en el estudio.

Especialmente, a partir del disco María, donde su colaboración artística se hizo más visible. El 21 de diciembre de 2002 sellaron esa historia de amor con una boda íntima en la Iglesia Mayor de San Pedro y San Pablo, en su tierra gaditana.

Desde entonces, su matrimonio se ha caracterizado por una gran estabilidad personal y profesional, trabajando codo con codo en giras y discos, y compartiendo casi todas las horas del día entre escenarios, estudios y vida familiar.

Ella ha explicado en varias entrevistas que el "secreto" de su relación es el respeto mutuo y cuidar los espacios de cada uno, algo que también intentan transmitir en casa.

"Yo creo que es de las mejores formas en que nos entendemos. Chaboli y yo llevamos mucho tiempo trabajando juntos. Y trabajar con Chaboli es bonito porque es un artista muy especial para la música, es muy entregado, cuida cada mínimo detalle", explicó hace poco a EL ESPAÑOL. 

Niña Pastori y Chaboli tienen dos hijas, Pastora, nacida en julio de 2008, y María, nacida el 8 de julio de 2012, que llevan los nombres de la madre y de la propia artista.

La pareja ha contado que intentan criar a las niñas en un ambiente muy unido, acostumbradas a viajar con su madre cuando el colegio lo permite y aprendiendo a respetar tanto la vida en familia como el trabajo artístico de sus padres.

"Tenemos unas niñas buenas de momento y no nos dan mucha guerra", manifestó Niña Pastori en diciembre de 2024, durante una entrevista con este periódico.